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Un dispositivo policial de 70 agentes busca al presunto autor del apuñalamiento a la joven de Almazán
Los agentes, de diversos departamentos, participan en la búsqueda por tierra y aire
Un dispositivo policial formado por 70 agentes, de diversos departamentos de la Guardia Civil, incluido un helicóptero procedente de La Rioja, participan en la búsqueda de V.L.S.M., de 36 años de edad, presunto autor del apuñalamiento a su ex pareja de 24 años y madre de su hija de cuatro años en Almazán (Soria). La subdelegada del Gobierno en Soria, María José Heredia, indicó hoy que el presunto maltratador habría dejado una nota en la que pedía “que cuidase de su hija”, por lo que los agentes bajaran “tanto que haya huido de la villa adnamantina y el intento de suicidio”.
Sobre las 6.00 horas de la mañana de este viernes se ha encontrado una furgoneta de su propiedad estacionada en una calle de Almazán. Una de las hipótesis con la que se trabajaba, según destacó el teniente coronel de la Guardia Civil, Andrés Velarde, es que hubiera huido en este vehículo, si bien se cree que el presunto agresor “podría estar en Almazán”.
Los hechos se produjeron cuando la víctima se dirigía desde su puesto de trabajo a su residencia habitual por la calle Tirso de Molina de Almazán. El autor asestó a la mujer varias puñaladas por la espalda y le produjo cortes en las manos presumiblemente al intentar defenderse. Tras una primera asistencia en el lugar donde se produjo la agresión, fue trasladada al centro de salud de Almazán y, desde allí, al hospital de Santa Bárbara donde fue intervenida de dos heridas en el pulmón. El estado de la víctima es grave, a pesar de lo cual está consciente y estable.
La pareja había convivido durante siete años, comentó Heredia, y aunque son de nacionalidad extranjera, ella rumana y él hondureño, “llevan años en Almazán y también sus familiares, por lo que están completamente arraigados a la provincia de Soria”.
El hombre había sido detenido por la Guardia Civil el pasado 28 de noviembre por un delito de violencia de género contra su ex pareja, que denunció entonces una agresión sufrida en el mes de septiembre, y tenía una orden de alejamiento dictada por la autoridad judicial el 29 de noviembre de 200 metros. Por este motivo se le imputa también un delito de quebrantamiento de condena.
La subdelegada del Gobierno en Soria aseguró que el Juzgado de Almazán calificó de “bajo” el riesgo de la víctima, si bien la Guardia Civil había intensificado la vigilancia a la joven en los últimos días, realizando visitas de comprobación (el 6 y 8 de diciembre) y un acompañamiento “discreto” el pasado día 9 del trabajo al domicilio. Además, los agentes también mantuvieron una reunión con el agresor y “nada indicó que pudiera desembocar en este desenlace”.
Finalmente, este jueves sobre las 19.15 horas, cuando la víctima se dirigía desde su puesto de trabajo a su residencia habitual por la calle Tirso de Molina de Almazán, el presunto autor le asestó varias puñaladas por la espalada y le produjo cortes en las manos, presumiblemente al intentar defenderse, según recordó la portavoz del Gobierno en esta provincia.
Tras una primera asistencia en el lugar donde se produjo la agresión, fue trasladada al centro de salud adnamantino y, desde allí, al hospital Santa Bárbara, donde fue intervenida de dos heridas en el pulmón.
Orden de alejamiento
Tras la denuncia el pasado 28 de noviembre, el Juzgado de Almazán dictó sentencia con una orden de alejamiento de 200 metros, “con la peculiaridad de que los dos debían seguir realizando sus respectivos trabajos, ella como camarera en un bar de Almazán, y él en una empresa de suministro de bebidas”, puntualizó la subdelegada de Soria, para añadir que podían producirse encuentros entre ambos en el ámbito laboral.
Por su parte, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Soria, Andrés Velarde, reconoció que se intensificó la vigilancia por parte de los agentes porque “se pudieron considerar insuficientes” las medidas dictadas por el Juzgado, tanto la calificación de “riesgo bajo”, con obligación de una vez al mes de seguimiento del caso, como las condiciones de la orden de alejamiento, por lo que las patrullas “aprovecharon sus servicios” ordinarios para aumentar la vigilancia.