POLÍTICA
Herrera acusa a Montoro de «calentar» la guerra territorial con las balanzas fiscales
Afirma que esta mera herramienta contable «contamina» el debate «urgente» de la financiación / Niega que Castilla y León esté sobrefinanciada y avisa al Gobierno de que no recortará servicios
Cada vez que un Gobierno publica las balanzas fiscales, y van tres entregas en los últimos siete años, abre una guerra territorial, donde entran en juego intereses económicos, pero también políticos.
En 2008, José Luis Rodríguez Zapatero sirvió en bandeja a Cataluña el argumentario para defender la inclusión de un modelo de financiación ad hoc en su reforma del Estatuto. Y ahora, con sus ediciones de 2014 y 2015 –esta última conocida el martes–, Mariano Rajoy utiliza sus balanzas en sentido contrario, echando abajo el mito del España nos roba, en respuesta al desafío planteado por los soberanistas.
Contra el fondo, pero también contra las formas, cargó ayer el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, al entender que esta herramienta contable sólo genera «confrontación política y territorial» y «distrae» del debate verdaderamente crucial, la reforma del modelo de financiación autonómica y, por añadidura, la sostenibilidad de los servicios públicos.
El jefe del Ejecutivo autonómico acusó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro –sin citar su nombre– de «calentar» ese debate. Hasta en dos ocasiones ironizó con la «oportunísima» publicación de las balanzas fiscales justo «cuando renace la necesidad y urgencia» de reformar el modelo que nutre a las autonomías para financiar la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales.
La que está a punto de cerrarse debía haber sido la legislatura de la revisión del sistema, pero el Gobierno de Rajoy aplazó los deberes con el argumento de que, en plena recesión económica, no había más dinero para repartir. Sin embargo, la comprensión y paciencia que han venido manifestando comunidades como Castilla y León toca a su fin.
Con las balanzas fiscales como telón de fondo, Herrera volvió a incidir en la diferencia de 500 millones entre el dinero que recibe la Junta para pagar los servicios básicos y lo que efectivamente cuestan. «Es una mentira que Castilla y León esté más que suficientemente financiada», sentenció en alusión a la «barbaridad» que arrojan las balanzas.
Para corregir ese desfase de fondos sólo hay una opción posible: mejorar el modelo, compromiso al que precisamente ayer puso fecha Rajoy: 2016. Habría otras, pero el presidente las descartó. Por ejemplo, incurrir en más déficit público, prohibido por el Ministerio; o recortar servicios, algo que su Gobierno «no va a hacer». En su discurso de investidura, el presidente amenazó también con devolver competencias al Estado, pero ayer no citó este extremo.
En todo caso, Herrera rechazó que un mero «ejercicio contable, técnico, de ingresos y gastos» –como definió las balanzas fiscales–, cuya metodología genera controversia entre la comunidad científica –recordó–, se convierta en el «Sanctasanctórum», del que se deriven privilegios en financiación para Castilla y León. «Es mentira y no lo podemos admitir, lo haga este Gobierno, el anterior o el siguiente», solemnizó.
El presidente justificó en el flujo de las pensiones el superávit fiscal que imputan a la Comunidad las balanzas publicadas el martes, y se preguntó cuál sería el resultado de haber calculado una balanza comercial, financiera o histórica, sobre «lo que han tenido que esperar o aportar históricamente algunas autonomías», en alusión al despliegue de las infraestructuras del que han disfrutado antes otros territorios.
Herrera concluyó que las balanzas fiscales «contaminan» el debate de la reforma del modelo y llamó a no «distraerse» de lo importante. Para negociar ante el Gobierno una financiación justa, contará con el respaldo de los cuatro grupos con mayor representación en las Cortes. Podemos y Ciudadanos se suman al acuerdo que PP y PSOE han mantenido históricamente en esta materia sobre la base de los principios recogidos en el Estatuto de Autonomía.
El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, tomó la palabra para fijar posición. Aseguró que el modelo de financiación vigente «conduce a una España de dos velocidades», que deja «atrás» a Castilla y León. «Todos coincidimos en este aspecto y creo que el señor Montoro perjudica en multitud de ocasiones a la Comunidad», añadió.