Los expedicionarios de la Ruta BBVA se adentran en Castilla y León para conocer Ávila

Cuatro autobuses de la Ruta BBVA, antigua Quetzal, hicieron la primera parada en Castilla y León para conocer Ávila. Ante la atenta mirada de los vecinos, 174 ruteros de 21 países diferentes atravesaron a pie las calles de la ciudad hasta llegar a la plaza del ayuntamiento donde fueron recibidos por el alcalde, José Luis Rivas y el director territorial de la entidad financiera, Iván Merino.

En la misma plaza, Rivas dirigió unas palabras al grupo para desearles que disfrutasen de la ciudad, del entorno y de su gastronomía. Para ello, les recomendó que mientras recorriesen sus calles sacasen el máximo partido de la hospitalidad de la gente y que probasen las conocidas yemas de Santa Teresa. Por su parte, Merino les recordó que son "unos privilegiados" por ser parte de la expedición y les aseguró que recordarán este viaje "para siempre". Además, hizo hincapié en la importancia de que la visita se haya producido en un año "tan especial" al conmemorarse el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa.

En agradecimiento por la cálida bienvenida, los expedicionarios regalaron a la Corporación Municipal una placa y un anuario de la ruta y tras el encuentro comenzaron la visita por la ciudad. A lo largo de la mañana tuvieron la oportunidad de ver la exposición de Las Edades del Hombre y de hacer un recorrido por la muralla. Tras una breve parada para almorzar, se trasladaron hasta Cardeñosa donde asistieron a una conferencia que les permitió acercarse a la vida y la obra de Santa Teresa de Jesús.

Después en el pueblo les esperaban con una programación sorpresa que no estaba contemplada por la organización. Varios miembros del ayuntamiento les condujeron hasta El Balcón de la Moraña para poder avistar el agreste paisaje de la zona. Allí mismo recogieron una talla de madera de ocho kilos de la fundadora de las descalzas y la portaron en andas durante diez kilómetros hasta Gotarrendura, donde visitaron el palomar, la única herencia tangible de la religiosa.

La jornada finalizó con una representación teatral del grupo Escabel que simuló por el pueblo el cortejo fúnebre de Isabel la Católica. Ángel Pedro Fernández y Jorge del Ojo son los dos jóvenes abulenses que forman parte este año de la Ruta y durante la visita tuvieron la oportunidad de ejercer de embajadores de su tierra ante sus compañeros. Ángel Pedro explicó orgulloso a un grupo de periodistas que el resto de ruteros estaban "muy interesados" por conocer Ávila y reconoció que para los latinoamericanos es una localidad que "llama mucho la atención" por su arquitectura.

Por su parte los dos expedicionarios de la ciudad teresiana estaban más pendientes de encontrarse con sus familias. "Se va a intentar" confesó Jorge a primera hora del día a sabiendas de que era su oportunidad para contarles a sus allegados que por el momento su experiencia en la Ruta "es súper buena" y que, aunque han disfrutado de su paso por Madrid y Toledo, agradecen dejar atrás el calor y aprovechar que aquí "por la tarde noche hace muy bueno".