Las crecidas se trasladan a los tramos medios del Arlanza y el Duero
La CHD elevó ayer la alerta a 13 ríos de cinco provincias
Las intensas precipitaciones que siguen afectando a buena parte de la Comunidad obligaron a la Confederación Hidrográfica del Duero a elevar la alerta a 13 ríos, si bien los niveles en las cabeceras fueron disminuyendo y las ondas de las avenidas se trasladan a los tramos medios y bajos de los ríos más importantes.
La crecida del río Arlanza se traslada a su cuenca baja y al Pisuerga, mientras que la del Duero, que se mantiene en niveles altos en el tramo situado aguas abajo del embalse de la Cuerda del Pozo, lo hace a su tramo medio y bajo de las provincias de Soria, Burgos y Valladolid. La misma situación se registra en el Órbigo, cuyo caudal supera los niveles de alarma en las localidades zamoranas de Manganeses y Santa Cristina de la Polvorosa.
Los ríos más afectados ayer por las crecidas fueron el Arlanza y sus afluentes Arlanzón y Pedroso en las provincias de Burgos y Palencia, el Duero y sus afluentes Revinuesa y Ucero, en las provincias de Soria, Burgos y Valladolid, el Eresma y Riaza en Segovia, el Esgueva en Valladolid, y el Luna-Orbigo y sus afluentes Omañas y Tuerto en las provincias de León y Zamora.
Durante la pasada madrugada también superaron los niveles de alerta los ríos Cega, en Pajares de Pedraza (Segovia); Tera, en Puebla de Sanabria y Camarzana de Tera (Zamora) y Vena en Burgos.
En la provincia de Soria, las constantes lluvias de la jornada de ayer y el desembalse preventivo en el pantano mantuvieron en situación de alarma y alerta siete puntos en los cauces del Duero, Revinuesa y Ucero. La CHD mantuvo los niveles de desembalse en la Cuerda del Pozo en los 100 metros cúbicos por segundo con el objetivo de recuperar el volumen de resguardo que se había absorbido en estos últimos días.
Las crecidas en los cauces se trasladaron aguas abajo del embalse. El Duero se desbordó en Garray, los Rábanos y Almazán y anegó las márgenes en la capital. También se complicaron las riberas del río Ucero a su paso por Osma y la localidad de Ucero, en el entorno del Cañón del Río Lobos.
Tres tramos del río Duero estuvieron en alarma. El aforo de Garray estuvo subiendo a lo largo de toda la jornada, con un caudal que alcanzó los 149 metros cúbicos por segundo y con crecidas significativas que inundaron el soto de Garray y la riberas del río hasta la capital. Alarma también en Navapalos, donde el nivel del Duero era muy elevado. El río Ucero se estabilizó ayer en Osma, pero este tramo estuvo en situación de alarma.
En la jornada de ayer entró en alerta el Duero a su paso por Tardajos. Se mantuvo la alerta del Revinuesa en Vinuesa y el Ucero, a la altura del Cañón del Río Lobos.
Las fuertes lluvias y las crecidas de los ríos inundaron cinco carreteras locales, caminos agrícolas y explotaciones en los distintos puntos de la ribera del Duero, cuyos daños se comenzarán a valorar una vez que se eliminen las balsas de agua. Las inundaciones también llegaron ayer a El Royo que estuvo amenazado durante los días anteriores y con la carretera cortada, según informó el 112.
En la capital, se mantuvieron restringidos los accesos al río y la Junta se cerró el monasterio de San Juan de Duero a las visitas debido al nivel del agua. En la provincia de Burgos, después del desbordamiento del Arlanza a su paso por varias localidades, la CHD confirmaba ayer la disminución de los cauces hasta alcanzar parámetros por debajo de las referencias de alarma. Sin embargo, las fuertes precipitaciones provocaron una crecida del río Arandilla –afluente del Duero– a su paso por Aranda que anegó algunas zonas de la parte baja de la ciudad como el parque del Barriles, el barrio de Santa Catalina, las piscinas de La Calabaza o la senda GR-14.
A media mañana, la situación tendía a remitir, pero los voluntarios de Protección Civil de Aranda mantuvieron la vigilancia y acordonaron la zona ante la previsión del que el río incrementase su nivel.
Con el Arlanza en calma, los municipios afectados por las riadas proseguían los trabajos de reparación de las zonas inundadas. En Lerma, el Ayuntamiento consiguió el «visto bueno» de la CHD, informó su alcaldesa Celia Izquierdo, para abrir con maquinaria dos tramos del dique con el objetivo de desaguar el campo de fútbol anexo al río, el colegio Pons Sorolla y el instituto Valle del Arlanza, que hoy permanecerán cerrados y no habrá clases para finalizar las tareas de limpieza.
En el caso del Pons de Sorolla, cuyas instalaciones de puertas hacia adentro se libraron de las inundaciones, se decretó el cierre por motivos de seguridad debido al estado de los patios. Respecto al instituto, donde el agua sí llegó al interior del edificio, la regidora indicó que no se ha podido acceder para evaluar los daños a primera vista. Por lo tanto, a lo largo de hoy se procederá a examinar las dependencias anegadas para iniciar los trabajos de limpieza.