El sistema que ahorra euros con la energía
La UVA diseña una herramienta capaz de detectar posibles mejoras en la eficiencia energética de los edificios
El cambio en los hábitos energéticos en un bloque de pisos conlleva una inversión de cero euros, pero una reducción en la factura de la luz nada despreciable. Si se traslada el cambio de hábitos, por ejemplo a un hospital, el ahorro anual serviría para invertir en investigación, materiales, tecnología o profesionales sanitarios.
Pero, ¿qué es lo que más contiene el recibo? ¿Cambiar una bombilla normal por led? ¿Apagar todos los dispositivos electrónicos? Las respuestas a estas cuestiones las tiene un grupo de investigación de los departamentos de Ingeniería Eléctrica y Estadística e Investigación Operativa de la Universidad de Valladolid (UVA), quien ha diseñado una herramienta capaz de detectar mejoras en la eficiencia energética de los hospitales. El objetivo es, según detalla Ángel Zorita, dotar a los gestores de los complejos de información objetiva para apoyar las decisiones en torno al control del consumo de energía.
El sistema, que ha sido probado con éxito en 14 hospitales públicos de Castilla y León, es innovador ya que, tal y como explica el investigador, establece un modelo que permite analizar la evolución del consumo en función de una serie de variables. Analiza dos tipos de parámetros, unos de carácter constructivo (metros cuadrados, superficie que requiere climatización, número de camas, quirófanos, salas...), y otros referentes a la actividad propia del centro, como el número de intervenciones, consultas, pruebas médicas, camas ocupadas o urgencias atendidas. Esta información, además, posibilita la comparación de consumo entre edificios que pueden tener características diferentes.
En este sentido, comenta que ha sido necesario estudiar todas las variables que podrían tener una mayor incidencia en el gasto de los diferentes centros, caracterizándolos y clasificándolos de acuerdo a sus particularidades y a la amplia variedad de parámetros que pudieran tener relevancia en el consumo con el objeto de poder efectuar análisis comparativos.
Para ello ha sido necesario aplicar técnicas estadísticas multivariantes que resumen los datos. «Esto ha permitido obtener modelos base de consumos y efectuar un control sobre el coste en energía eléctrica consumida por los edificios, estableciendo índices con los que detectar posibles mejoras priorizando actuaciones encaminadas a conseguir una adecuada eficiencia energética en dichos centros de consumo», sostiene.
La tecnología se basa en un modelo de comportamiento energético de las instalaciones analizando sus características constructivas y la actividad que en ellos se realiza, además de variables climatológicas. En su opinión, con ello se facilita la labor de gestión detectando, entre otros aspectos, qué medidas requieren actuaciones, valorar qué medidas resultan más eficaces, o qué periodos reales de amortización necesitan las inversiones reales.
Respecto a las ventajas del sistema, comenta que la principal se encuentra en la información que ofrece al gestor referente al consumo energético en el corto, medio y largo plazo, «detectando posibles comportamientos fuera de lo habitual y ayudando a la hora de decidir planes de actuación encaminados a mejorar la eficiencia». Además, Zorita añade que la realimentación de la herramienta permite realizar un seguimiento de las medidas realizadas para poder valorar a posteriori el rendimiento obtenido.
El sistema, publicado en la revista científica Energy and Buildings, nació debido la interés de la Gerencia Regional de Salud en implementar medidas de ahorro y eficiencia en sus instalaciones sanitarias en general, y en los hospitales en particular. Según apunta el investigador, en su implementación ha sido parte fundamental Miguel Ángel Cabero, del departamento de Ahorro y Eficiencia Energética del Ente Público Regional de la Energía de Castilla y León (EREN), que ha incluido esta metodología dentro de una aplicación informática con acceso telemático, que además genera automáticamente informes de optimización de suministro.
La intención de este equipo es poder utilizar esta técnica relevante –no se ha localizado en la literatura ningún modelo de estas características– en otro tipo de edificios de la Administración regional y seguir con la difusión de la metodología empleada. Además, en la misma línea de investigación de eficiencia energética en hospitales, se firmó en abril de 2015 y con una duración de tres años, un convenio de colaboración con la Gerencia Regional de Salud en el que participan dos universidades mexicanas, la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad de Guanajuato.
Esto ha permitido en el tiempo que lleva en vigor la estancia en el departamento de Ingeniería Eléctrica de tres alumnos de doctorado por espacio de año y cuatro alumnos de máster en estancias de seis meses, además de la visita de cuatro profesores de los centros mexicanos. En el marco de este acuerdo se están efectuando medidas en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid y el Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles en Ávila cuyos resultados esperan que ayuden a mejorar las presentaciones de suministro en estas instalaciones.