El CSN avala reabrir Garoña e Industria se da 6 meses de plazo
El informe, con cuatro votos a favor y uno en contra, incluye hasta diez condiciones para renovar la autorización de la central burgalesa / Nadal quiere «reunir las opiniones de todos»
Seis meses tiene el Ministerio de Industria para tomar una decisión sobre la reapertura o cierre definitivo de la central de Garoña, tras recibir ayer del Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el informe emitido por sus miembros a favor de renovar la autorización de explotación de la central nuclear.
Período en el que como ya avanzó el ministro de Industria, Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, «nuestra intención es reunir opiniones de todos los agentes sociales como serán los diferentes partidos políticos, agrupaciones ecologistas y regiones involucradas, así como aquéllas que sin estarlo nos han transmitido su deseo de participar en este debate», aseguró.
Con 4 votos positivos y 1 en contra emitido por una de sus miembros, Cristina Narbona, el Pleno del CSN dio ayer el visto bueno a seguir con el estudio de la solicitud de ampliación de actividad solicitada en 2014 por Nuclenor -entidad gestora de la central coparticipada al 50% por Endesa e Iberdrola-.
«Aunque con condiciones», detallaban desde el CSN, las cuales explicaron sus responsables -encabezados por su presidente, Fernando Martí, y el director técnico de seguridad nuclear del CSN, Antonio Munuera.-, entre otros consejeros, durante una rueda de prensa.
Explicaron cómo el Pleno del Consejo revisó los informes solicitados a Nuclenor así como las respuestas enviadas por Nuclenor al cumplimiento de la Normativa de Aplicación Condicionada (NAC), el estado de cumplimiento de las condiciones sobre seguridad nuclear y protección radiológica de las Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) y de las Instrucciones Técnicas aplicables y el informe presentado por Nuclenor relativo a los Documentos Oficiales de Explotación, entre otros contenidos.
Las conclusiones de dicho estudio por parte del CSN concluyeron que «las propuestas son aceptables desde el punto de vista de la seguridad y la protección radiológica es necesario que el titular lleve a cabo acciones adicionales», además de detallar hasta 10 condiciones para la reapertura.
De ellas ocho referidas a requisitos de tipo genérico incluidos en las autorizaciones de explotación de todas las centrales nucleares, así como dos específicas en el caso concreto de Garoña, «y en torno a dos momentos concretos de la instalación», detallaron los responsables del CSN.
La primera de ellas, «que antes de la primera carga de combustible nuclear en el reactor el titular deberá completar las actuaciones necesarias para alcanzar el nivel de seguridad nuclear y protección radiológica previsto para dicha situación operativa, de acuerdo con las Instrucciones Técnicas Complementarias emitidas». «Mientras que la segunda, solicita que «antes de que en el reactor se produzca una reacción nuclear en cadena automantenida, es decir, que el número de neutrones producidos y absorbidos en el interior del reactor sea el mismo (situación que técnicamente se denomina criticidad del reactor) el titular deberá completar las actuaciones necesarias para garantizar la explotación segura», argumentan.
La decisión tomada ayer por el Pleno del CSN trajo consigo una riada de declaraciones en ambos sentidos, aunque como detalló Martí, «ha respetado lo determinado por los técnicos», afirmó, quedando ahora en manos del ministerio el futuro de la central burgalesa. Éste remarcó que será también el ministerio el que deba concretar el plazo por el que se amplía la licencia de la central, en caso de ser ésta la opción final de Industria. «Ya que el plazo de 40 años para estas instalaciones establecido hasta ahora en España es una cuestión política, argumentó Martí. Junto a él Monuera defendió que en Estados Unidos se debate ahora si las nucleares pueden operar 80 años». Ambos recordaron que en su solicitud, Nuclenor pidió autorización hasta marzo del año 2031, lo que haría de Garoña la única central en Europa que seguiría en activo con 60 años.
Entre las opiniones al respecto, desde la Junta de Castilla y León la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, apostó ayer por la continuidad de la central, «donde lo más importante es que realizando determinadas inversiones Garoña es segura, tal y como ha corroborado el Consejo», añadió. Para la consejera, recogía Europa Press, la reapertura de la central es «importante» para Castilla y León «porque genera unos 1.000 empleos en la comunidad, con lo que se crearán «beneficios» en el mundo rural», destacó confiando así en que Industria respalde esta apuesta que también hace la Junta.
En sentido contrario, desde Podemos de Castilla y León, su secretario regional, Pablo Fernández, criticó la resolución adoptada por el CSN, «con la que el PP vuelve a demostrar que su único interés beneficiar eléctricas aunque ponga en riesgo seguridad ciudadanos», criticó.
Igual de crítico se mostró el secretario del PSOE regional, Luis Tudanca, quien definió como «previsible y mala noticia» el informe favorable del CSN a la apertura de Garoña. Recordó que ya advirtió que este informe no significará que se llegue a abrir la central. «Sino que es un traje a medida que el gobierno del PP ha querido hacer a las grandes eléctricas para, por un lado, romper la barrera de la vida útil del parque nuclear español».
Críticas que se suman al temor de Ecologistas en Acción, que advierte de que el expediente de Garoña «sienta un precedente, pues abre las puertas a alargar la vida útil del parque nuclear español sin debate público sobre el sistema energético y sobre la seguridad». Desde la comarca, el primer teniente de alcalde del Valle de Tobalina (Burgos), Fabriciano Gómez Sáez, reconoció que «hay habitantes de la zona que opinan que estas instalaciones deberían cerrarse porque llevan muchos años» funcionando, aunque también hay otros que declinan pronunciarse al respecto.