Un seminarista de La Bañeza denuncia abusos sexuales de otro sacerdote

Otra denuncia por pederastia pesa sobre la Iglesia de Castilla yLeón y, en concreto, sobre la diócesis de Astorga. Un ex seminarista de La Bañeza asegura que otro cura de este centro abusó de él cuando sólo era un niño.

Por este motivo, Emiliano Álvarez, vecino de la localidad leonesa de Borrenes, acudió ayer al Obispado de Astorga y presentó una denuncia contra el actual párroco de El Barco de Valdeorras, en Orense, Ángel Sánchez Cau, que fue su profesor y tutor en el Seminario Menor de La Bañeza cuando sólo tenía diez años, en 1978.

Lo que se suma al primer caso de pederastia reconocido por la Iglesia de la Comunidad, que reconoció que otro cura del mismo centro, José Manuel Ramos Gordón, había abusado de, al menos, dos niños a finales de los 80. Lo hicieron después de que uno de ellos recurriera al Papa Francisco.

Emiliano Álvarez sostiene que el sacerdote Ángel Sánchez Cau se aprovechó de él, le realizaba tocamientos y «marcó su vida para siempre». Así lo contó ayer en Onda Cero Castilla y León.

Este ex seminarista asegura que existen muchas más víctimas y que esas actitudes lascivas y esos abusos eran algo común y extendido dentro del seminario leonés. «No soy el único», asegura, aunque cree que el resto de ex alumnos no denuncia por temor o vergüenza.

Álvarez anima a que otras víctimas y testigos den un paso hacia delante y cuenten lo que vivieron porque afirma que su silencio, «permite que se sigue haciendo». «Da un paso para que nadie más lo vuelva a sufrir», insiste. «Debíamos ser unos 300 chavales», asegura y por ello está convencido de que no es el único y que deberían salir más casos a la luz.

También asegura que acudirá este sábado a la manifestación convocada en Astorga por varios ex seminaristas de La Bañeza y por un sacerdote, y establece una diferencia dentro de la propia institución eclesiástica. «Dentro de la iglesia también hay gente buena».

Álvarez relata que los abusos duraron dos años y medio, hasta que cuando estaba en octavo de EGB se escapó del seminario. Al regresar al día siguiente, lo expulsaron y así terminaron, según cuenta, las terribles noches en las que ningún menor de aquel seminario quería que las luces de su cuarto quedaran encendidas porque eso significaba, asegura, que era el elegido por el supuesto pederasta. «Cuando todos los internos estaban en la cama, venía con una luz, te bajaba la sábana y los pantalones, y te tocaba. Aquello era insoportable», afirma.

Lo que espera este hombre que ayer denunció al Obispado, es que la institución actúe y retire del sacerdocio a Sánchez Cau.

Lo que la diócesis hizo cuando el Papa Francisco le obligó a investigar y tras un juicio canónico fue limitarse a apartar al cura Ramos Gordón del oficio parroquial al menos un año, aunque permitió que lo homenajearan hasta en dos ocasiones posteriores. Ahora permanece en una residencia de sacerdotes mayores y enfermos en Astorga realizando su labor pastoral.