ENTREVISTA IGNACIO COSIDÓ. Presidente de la Comisión del Senado sobre Demografía
«La tendencia demográfica es la que es y va a ser difícil invertirla a corto plazo»
Acaba de aterrizar en la Presidencia de la Comisión Especial de Estudio sobre la Evolución Demográfica pero tiene claro que esta comisión debe ir más allá de un informe para tener «una función de seguimiento y de mejora continua de esta estrategia demográfica», asegura.
Como quien dice acaba de llegar al Senado desde la Dirección General de la Policía y nada más aterrizar asume el reto de presidir la Comisión para la Demografía, que se anunció en la última Conferencia de Presidentes y en la que Ignacio Cosidó (Salamanca, 1965) se marca como objetivo invertir la tendencia de la perdida de población de los últimos años. Pero ya avisa: «No hay recetas mágicas, ni soluciones fáciles, ni medidas a corto plazo».
Pregunta.- ¿Para un castellano y leonés presidir la comisión sobre demografía, con el grave problema de despoblación que sufre esta tierra, es un reto doble?
Respuesta.- Sin duda. Yo creo que tenemos mucho que aportar desde nuestra experiencia, en lo bueno y en lo malo.
P.- ¿Cuál debe ser el primer paso que debería dar esta comisión demográfica del Senado para empezar con buen pie?
R.- El primer objetivo que tenemos es la realización del informe que contribuya a esa estrategia que se anunció en la Conferencia de Presidentes de cómo responder al desafío demográfico. El objetivo es que situemos el tema demográfico en el foco político, que lo llevemos a la agenda al debate político. Hay comunidades autónomas como Castilla y León, Galicia y otras comunidades que llevan tiempo trabajando. Desde el punto de vista del conjunto de España no era un tema que hasta ahora hubiera preocupado lo suficiente. Por eso, el primer objetivo de la comisión es situar el debate sobre la demografía en el centro de la atención política.
P.- ¿Y en cuanto a propuestas?
R.- Si existe la posibilidad de elaborarlas, yo creo que hay muchos expertos, mucho publicado, pero tenemos que traducir todo esto en un programa, en una serie de iniciativas políticas y esta comisión tiene que contribuir también a eso desde la base del máximo consenso posible. El desafío demográfico es una cuestión de estado para España y, por tanto, si podemos hacerlo sobre la base de un acuerdo y de un consenso de todos los grupos, mejor que mejor.
P.- Ahora ya se habla abiertamente de una cuestión de Estado, algo que Castilla y León viene reclamando desde hace tiempo. ¿No se llega tarde ya para cambiar la tendencia o aún se está a tiempo de frenar la sangría de la despoblación?
R.- Es verdad que la cuestión demográfica no ha tenido la suficiente atención política, salvo algunas comunidades autonómas que llevábamos tiempo con preocupación y trabajando sobre el grave problema demográfico. Pero, como dice el refranero, ‘más vale tarde que nunca’. Lo importante es que la situemos como una de las prioridades de España, como uno de los grandes desafíos que tenemos que afrontar. Yo creo que hay margen para que las cosas mejoren, que al final es de lo que se trata. Eso sí, la tendencia demográfica es la que es y va a ser difícil invertirla a corto plazo, pero si tomamos las medidas adecuadas creo que a largo plazo podemos detener esta pérdida de población y este envejecimiento que puede tener efectos muy negativos para nuestra sociedad.
P.- Habla usted de largo plazo y para un castellano y leoneses, que lleve años escuchando esta misma letanía, le suena a más de lo mismo.
R.- En este tipo de políticas hay que trabajar con una visión a largo plazo y, por lo tanto, en lo que es la política de natalidad, las migratorias, las de empleo y políticas básicas del Estado del Bienestar o tenemos una visión amplia y muy trasversal y a largo plazo o si no es muy difícil actuar. Este tema no hay recetas mágicas, ni soluciones fáciles, ni medidas a corto plazo. Lo que se trata es de poner las bases para invertir una tendencia que es muy preocupante para nuestro país.
P.- Natalidad, inmigración, empleo ya ha llegado usted a los tres ejes fundamentales para luchar contra la despoblación. ¿Pero alguna de estas políticas debe ir antes, tiene que potenciarse más que las otras?
R.- Tenemos que tener una visión de conjunto. Ninguna medida por sí sola resulta eficaz si no tenemos una visión amplia sobre las medidas y políticas que podemos adoptar. Vivimos en una sociedad en la que compatibilizar el tener hijos con un trabajo retribuido se ha convertido en algo heróico para los padres. Tenemos que apostar por medidas que realmente permitan hacer compatible el tener una familia, el tener hijos, con el desarrollo profesional. Es uno de los retos que tenemos pero insisto no hay soluciones fáciles. En ese terreno tendremos que hacer propuestas innovadoras e imaginativas.
P.- ¿Una de estas propuestas no debería ir dirigida específicamente hacia ese mundo rural que en Castilla y León se está despoblando?
R.- Desde la administración hay que ser absolutamente respetuoso con la libertad de las personas y éstas viven donde quieren. Lo que tenemos es que crear unas condiciones en servicios públicos, en igualdad de oportunidades, para que quien opte por vivir en el mundo rural pueda hacerlo en condiciones óptimas. Y lo que es evidente es que los servicios sanitarios, la Educación en el ámbito rural y con una dispersión como la que tenemos en Castilla y León tienen un coste mayor. Eso abre el debate de la financiación de esos servicios públicos en el que el factor demográfico y, sobre todo, la dispersión geográficatiene que ser un factor de peso en la distribución de los fondos.
P.- ¿No se corre el riesgo de dirigir las políticas hacia los grandes entornos urbanos y olvidar el mundo rural, los pueblos?
R.- Sí, pero yo creo que nuestra obligación es proponer medidas que garanticen los servicios públicos para los que viven en las ciudades y en los pueblos. Pero, el reto demográfico no sólo es un reto para el mundo rural y para Castilla y León. Lo es para toda Europa, que tiene una evolución demográfica que no es sostenible en el largo plazo, ni para nuestro Estado del Bienestar ni para el futuro de nuestras ciudades.
P.- ¿Y si se tiene tan claro por qué se ha tardado tanto en reconocer que se está ante un problema de Estado y europeo?
R.- La gran prioridad en España ha sido, sin duda, el empleo, que sigue siendo el gran reto que se tiene. Pero ahora tenemos una previsión de pérdida de población, de envejecimiento y resulta urgente que adoptemos políticas más decididas y eficaces para poner solución a esta crisis demográfica, en la que sin duda el empleo es un componente esencial, pero no el único. Hay que ampliar el foco más allá del empleo.
P.- ¿La inmigración es un problema o es una oportunidad?
R.- Sin duda, es uno de los ejes o pilares a abordar este desafío demográfico. Una buena gestión de la inmigración puede resultar muy beneficiosa para nuestro país y una mala puede terminar convirtiéndose en un problema. Es fundamental, pero debemos hacer una política de inmigración eficaz, ordenada y que contribuya a generar riqueza.
P.- ¿Y hacia dónde cree usted que debería ir encaminada esa política de inmigración?
R.- El gran desafío de la Unión Europea es cómo integran a esta población inmigrante no sólo desde el punto de vista económico y social, sino también desde el punto de vista de los valores que definen nuestras sociedades, como sociedades democráticas, como estados de derecho. Creo que hay un reto fundamental, que tiene que ver con la educación a esas segundas y terceras generaciones de inmigrantes. Es una política de enorme complejidad, pero una de las claves del futuro para la Unión Europea es cómo respondemos a este fenómeno tan intenso de inmigración sobre todo con la actual crisis de refugiados.
P.- ¿Tienen ya un plazo para elaborar su informe de cara esa estrategia demográfica?
R.- Nuestra intención sería aportar al Gobierno antes de finalizar el año un documento que sea una contribución más a la estrategia nacional que la Conferencia de Presidentes ha lanzado.
P.- ¿Y no cree que esta comisión debería mantenerse más allá de la elaboración de este informe?
R.- Sería muy oportuno que esta comisión no sólo contribuyera a la elaboración de la estrategia, sino que después tuviera una función de seguimiento y de mejora continua de esta estrategia demográfica.