CIERRE GAROÑA
El PSOE cifra en 100 millones el Plan de Dinamización de la central
El Partido Socialista pide calendario de desmantelamiento "con luz y taquígrafos"
El Grupo Parlamentario Socialista llevará al primer pleno ordinario del periodo de sesiones que se iniciará en septiembre un decálogo de medidas "concretas y específicas" para trabajar por el presente y por el futuro del área de influencia de la central nuclear de Santa María de Garoña, ubicada en el Valle de Tobalina (Burgos), que contempla la elaboración de un Plan de Desarrollo y Dinamización Socioeconómica cifrado en unos 100 millones de euros y que, según ha evidenciado el procurador José Luis Aceves, "no se pude retrasar por más tiempo".
Aceves ha reclamado una "partida presupuestaria suficiente" ya en los presupuestos generales del Estado de 2018 con características plurianuales y ha instado a la Administración regional a colaborar con recursos propios en un plan en el que, según ha recordado, la Diputación de Burgos también tiene "mucho que decir", al igual que Nuclenor, según ha añadido a preguntas de los periodistas.
El PSOE reclamará también la recuperación del 'Plan Reindus' específico de Garoña que desarrolló el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez durante los años 2010 y 2011 con una inversión anual de 25 millones de euros y la creación de 350 empleos y apoyo a 80 proyectos empresariales, un plan que se debería "imbricar" en el de Desarrollo y Dinamización Socioeconómica de la zona con la participación de todos los agentes sociales y económicos del territorio.
Crear una mesa por el futuro de las comarcas afectadas (Miranda de Ebro y su entorno, La Bureba y Las Merindades) y crear una mesa de seguimiento de todas las actuaciones con sede en las Cortes de Castilla y León son otras de las propuestas de los socialistas que han exigido un calendario público para el desmantelamiento de la central nuclear y el destino de los residuos "con luz y taquígrafos" y con "total transparencia" para conocimiento público.
Aceves ha retado al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y al presidente del PP de Castilla y León y del Grupo Parlamentario Popular, Alfonso Fernández Mañueco, a apoyar estas diez medidas con una "hoja de ruta marcada" frente a "epístolas y declaraciones huecas". "La pelota está en su tejado", ha asegurado el procurador socialista para quien se hace necesario "desenmascarar de una vez" al PP por sus "mentiras" y "engaño masivo" respecto a la "crónica de una muerte anunciada" que, en su opinión, se ha usado de forma partidista y electoralista.
El procurador socialista no ha dudado al reconocer que el "juego de malabares" que ha tenido que hacer el Gobierno de Mariano Rajoy para sacar adelante los presupuestos de este año ha podido influir en la decisión final del Ejecutivo de denegar la renovación de explotación de la central nuclear, paralizada desde 2012, lo que evidencia, a su juicio, que han pesado más los cinco diputados del PNV que todos los parlamentarios del PP por Castilla y León.
"Cada vez que Herrera y Mañueco hablan de un tema importante para la Comunidad se cae y el famoso espejo se rompe. Miedo nos da", ha ironizado Aceves, que ha puesto como ejemplo lo ocurrido con el carbón autóctono, cuyo apoyo ha reclamado a través del urgente impulso de un Pacto de Estado por la Energía que promueva una transición energética hacia un modelo basado en la sostenibilidad, la seguridad y la eficiencia.
En el mismo sentido se ha pronunciado la parlamentaria burgalesa Virginia Jiménez, residente en un pueblo situado a 12 kilómetros de la central, quien, tras recordar que Garoña es "un islote" dentro de un paisaje con muchas posibilidades, ha reivindicado en nombre de sus vecinos el desarrollo de alternativas para la zona de influencia de la central que permitan un futuro de prosperidad y no de abandono de los habitantes, como han hecho hasta ahora la Junta y el PP, según sus críticas.
Para los socialistas, la idea del Gobierno autonómico de establecer un impuesto por el desmantelamiento de la central nuclear responde a una estrategia de lanzar la pelota a otros sin asumir responsabilidades, si bien los socialistas se han mostrado dispuestos a estudiar la medida.