La Federación de caza se alía con los ganaderos para controlar al lobo
Las organizaciones ganaderas y los cazadores envían una carta a Clemente para reunirse con los partidos políticos en una Comisión de las Cortes y que vuelva a permitirse la caza del lobo al norte del Duero
La prohibición judicial de cazar lobos al norte del Duero no ha sentado precisamente bien entre los ganaderos y los cazadores, que entienden que la decisión del Tribunal Superior de Justicia provoca «graves consecuencias en la actividad ganadera, cinegética y medio ambiental» y que afecta a la economía regional «de forma importante».
Así se expresaron las organizaciones profesionales ganaderas Asaja, Upa-Coag, la Unión de Campesinos y la Federación de Caza en una carta remitida a la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente. La misiva recoge la postura de ganaderos y cazadores, que solicitan a Clemente acudir a una reunión de la Comisión de Agricultura y Ganadería o en la Comisión de Fomento y Medio Ambiente.
Los ganaderos y los cazadores ven «fundamental» que los distintos partidos políticos con representación en las Cortes les «escuchen» y se manifiesten públicamente cómo creen que debe gestionarse el lobo. También piden a Clemente que arbitre esta cita «como máxima autoridad» de la Cámara regional.
«Sería importante la asistencia del consejero de Fomento y Medio Ambiente [Juan Carlos Suárez Quiñones], que dispone de los datos necesarios para evaluar sobre poblaciones de lobo, planes de aprovechamiento cinegético, ataques a la cabaña ganadera y repercusión sobre la economía de Castilla y León», señalan los ganaderos y cazadores en la carta enviada a Clemente.
Ambos colectivos reconocieron la «apuesta» de la Consejería por la gestión cinegética del lobo «como fórmula ideal para mantener un adecuado equilibrio» entre la conservación del depredador, su aprovechamiento y su convivencia con la ganadería, especialmente la extensiva.
También indicaron a la presidenta de las Cortes de que la última reunión con la cartera de Fomento y Medio Ambiente sirvió, además, para informarles de las medidas administrativas y jurídicas que pretende adoptar la Administración para buscar una solución.
El presidente de la Federación de Caza, Santiago Iturmendi, explicó a este diario que el objetivo de estas reuniones es explicar su posición ante los partidos políticos y la sociedad. «No queremos declarar al lobo enemigo público, pero queremos que siga siendo una especie cinegética al norte del Duero», señaló el máximo representante de los cazadores, que consideran al cánido «una joya de la naturaleza».
Iturmendi aseguró que los ataques a los ganados han aumentado en los últimos meses, lo que consideró un «despropósito». «Es imprescindible y necesario controlar las poblaciones», agregó el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León.
Cazadores y ganaderos pretenden que el lobo vuelva a ser considerado una especie cinegética al norte del río Duero como hasta ahora, para que la conservación de la especie sea «compatible» con los ganaderos, la observación y el turismo.
En un comunicado conjunto, ambos colectivos manifestaron que la población rural ha comenzado a creer que las decisiones relativas al aprovechamiento medio ambiental se están tomando «desde posiciones políticas urbanitas que desconocen totalmente la realidad del medio rural».
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anuló el Plan del Lobo 2016-2019 para los territorios del norte del Duero el pasado mes de marzo y desestimó el recurso interpuesto por la Junta en julio.
El auto mantuvo la medida cautelar solicitada por ASCEL que paraliza el aprovechamiento cinegético del lobo en las temporadas 2016-2017, 2017-2018 y 2018-2019. Una decisión con la que los ganaderos y los cazadores no están de acuerdo. «Consideramos que los tribunales están impidiendo la aplicación de normas basadas en estudios científicos independientes por esta influencia ideológico-política anticaza que está intoxicando la opinión pública, considerando más creíbles los argumentos que esgrimen las organizaciones ecologistas radicales», señalan los cazadores y los ganaderos en el comunicado.
Los representantes califican la sentencia del TSJ de «despropósito» porque el Tribunal considera que la caza del lobo sería «irreparable» y no ve que los daños estén «acreditados».
Los cazadores y ganaderos insisten en que las poblaciones de lobo están en expansión a pesar de ser una especie cinegética, y calculan que los ataques a las reses aumentarán un 38% al norte del Duero y un 72% al sur, donde el lobo no se puede cazar.