La energía hidráulica se dispara por el fin de la sequía y la del carbón se hunde
Castilla y León consolida su liderazgo eólicio con el 23% de España L La energía térmica cae a la mitad
Castilla y León se mantiene imbatible en energía eólica, logra uno de los mejores resultados de España en generación de energía hidráulica y sufre un desplome en la energía térmica procedente de la quema de carbón.
Este es el balance regional del sistema eléctrico español de 2018, un año en el que la energía procedente del agua se disparó tras un ejercicio, el de 2017, de los más secos que se recuerdan en la historia de la Comunidad.
La energía eólica sigue su marcha ascendente, alcanza en 2018 un aumento del 4% y se consolida coun 23% del total como comunidad líder en España. No obstante, queda aún lejos de 2013, un año en el que logró generar 12.750 MWh, 1.315 más que el año pasado, según los datos provisionales avanzados por Red Eléctrica Española.
La energía procedente del carbón se desploma a nivel históricos con una caída del 48% y retrocede al tercer lugar por «méritos propios» y por el impulso de la hidráulica que el año pasado perdido el segundo puesto por la falta de lluvias.
Castilla y León avanza hacia su consolidación de comunidad líder en energías renovables con el 76,8% de su producción frente al 23,2% de no renovables. Y todo apunta a que lo seguirá siendo en 2019 y 2020 por el impulso inversor eólico de los más de 600MWh adjudicados en las últimas subastas, que no generarán electricidad hasta 2020, según Eugenio García Tejerina, secretario general de la Asociación de Promotores de Energía Eólica de Castilla y León (APECYL)
Ninguna región compite de forma similar con la Comunidad en producción eólica. La que más se acerca es Galicia, aunque esta región tendría que despuntar un 36% para arrebatar a Castilla y León el liderazgo siempre que la región se mantuviera estable. Sin embargo, el potencial inversor eólico en marcha hace difícil que esto pueda suceder, sobre todo por la agilidad de la administración autonómica en conceder los permisos..
No obstante, la potencia eólica instalada permaneció inalterable en la Comunidad el año pasado, mientras que Galicia se anotó una ligera subida.
Galicia sí superó en 2018 a la región en producción hidráulica, pero fue por la mínima (8.526 GWh frente a 8057). No obstante, Castilla y León es la Comunidad con mayor potencia instalada de España, el 25,8% del total, frente a Galicia que cuenta con el 21,8%. El Duero es su principal activo. De hecho, durante todo su recorrido por la comunidad cuentan cinco grandes centrales hidroeléctricas (Castro, Ricobayo, Villalcampo, Aldeadávila, Saucelle y Villarino) que producen cerca de 4.000 megavatios hora de potencia, según los datos de Red Eléctrica Española.
La sequía castigó en 2017 a esta energía. «Fue un año horriblemente hidráulico», en palabras del director general de Energía y Minas, RicardoGarcía Mantero, quien constata que, como era previsible, «el carbón va hacia abajo».
En este sentido, advierte de que «al haber más generación hidráulica tenemos menos hueco térmico».
La eólica entra «preferentemente» en un contexto de más lluvias. «La energía eólica va relacionada con el agua. El hecho de que haya más borrascas y llueva más alimenta la energía del viento», añade.
La caída del carbón es consecuencia de las decisiones de las autoridades europeas cerrar el paso a las térmicas porque consideran que es una energía contaminante. Hay que tener en cuenta que el carbón representó el año pasado el 12,8% del total, cuando su cuota autonómica llegó a ser casi doble hace diez años. Este desplome fue acompañado de un fuerte recorte de las plantillas de las empresas mineras del carbón que hoy apenas representan dos o tres centenares, cuando hace diez años rondaban los 2.000.
Llama la atención que Andalucía, Galicia y Asturias generaron el año pasado más energía procedente del carbón que Castilla y León.
Donde la presencia de la Comunidad y del conjunto del país es todavía pequeña es en energía solar fotovoltaíca.Castilla y León generó el 10% de España, con Andalucía como la comunidad líder, seguida de Extremadura y Castilla-La Mancha.
La especialización de cada comunidad en generación eléctrica es muy desigual. SiCastilla y León encabezó el año pasado la producción eólica, en Andalucía primó la del carbón; en Aragón la eólica fue la que más energía generó; en Asturias se mantiene la minería;en Baleares, el carbón; en la ComunidadValenciana, el ciclo combinado, al igual que en Canarias;en Cantabria la mayor cuota fue para la cogeneración;en Castilla-La Mancha, la eólica;Cataluña lideró la nuclear, lo mismo que Extremadura;en Galicia primó el carbón;en La Rioja, el ciclo combinado; en Madrid, la cogeneración, lo mismo que en Murcia;en Navarra, la eólica y en el País Vasco la cogeneración.
No obstante, aunque Castilla y León no ocupó el año pasado los lugares de cabeza en volumen de generación eléctrica, sigue siendo la Comunidad autónoma con más potencia instalada en 2018; es decir, la que más posibilidad tiene de generar un mayor volumen de producción. El mapa de comunidades permaneció casi inalterable. En conjunto, 104.053 megavatios, un 0,1% menos que el año anterior.
LA DEMANDA ELÉCTRICA SE MANTIENE EN LA COMUNIDAD Y EN EL PAÍS
La demanda de energía eléctrica consolidó la evolución positiva iniciada en 2015, «después de las caídas sufridas en los años anteriores de la crisis económica». Este fenómeno fue similar en Castilla y León y en el conjunto de España. De acuerdo con Red Eléctrica Española, la demanda en la Comunidad registró un aumento del 1,5% hasta llegar a los 14.288GWh, mientras que en el país registró un repunte del 0,4%, según el balance provisional difundido por la empresa pública española. Durante el mes de marzo, sobre el que hay datos oficiales, la demanda de energía en la Península registró una reducción del 4,5% respecto al mismo mes del año anterior. Durante el trimestre la disminución es algo menos, el 2,1%. Domina la demanda de la energía eólica en marzo con el 24,2% del total. En generación eléctrica, la nuclear sigue líder con el 24%, seguida de la eólica con el 22,9%, la cogeneración con el 12,4%, la hidráulica con el 10,8%, el carbón con el 9,8% y la solar fotovoltaíca con el 2,9%. En conjunto, las renovables representan el solo el 39,7% del total y las no renovables, el 60,3%.