Roban el material de excavación de una fosa de la guerra en Atapuerca
La excavación se encuentra en la zona de La Paradeja, junto a un yacimiento neandertal
La excavación de una fosa común de la Guerra Civil en la zona conocida como la Paredeja, dentro del perímetro de la excavación arqueológica de la Sierra de Atapuerca, junto al nuevo yacimiento de neandertales, no está siendo fácil. Al mal tiempo y la dificultad por la diseminación de restos, se ha unido un hándicap de última hora. «El robo de parte de las herramientas que guardábamos en una caseta en la noche de ayer (del jueves al viernes) nos ha obligado a parar», señalaba la portavoz de la Coordinadora de la Memoria Histórica de Burgos, Sol Benito.
No es la primera ocasión en la que se produce un robo de maquinaria o, incluso, actos vandálicos durante las excavaciones en la sierra burgalesa. Sin ir más lejos, este verano la actividad en el lavadero de restos fósiles, junto al río Arlanzón, se produjo un robo y los autores causaron daño al equipamiento y mezclaron sacos de fósiles.
En la excavación que se realiza para sacar a la luz los restos humanos enterrados durante la Guerra Civil, los excavadores llevaban varios días trabajando durante la mañana en la zona sin incidentes.
El equipo, compuesto por cerca de 12 personas, dirigido por Sandra Ortega y Encarna Valdivielso, está desplegado en la zona desde Semana Santa «para aprovechar los días libres y que puedan colaborar más voluntarios». Cuando ayer se afrontaba la búsqueda del último de los cuerpos para iniciar ya el perfilado de los restos para su extracción, previsto para hoy sábado, comprobaron como la caseta donde guardaban los aperos se encontraba abierta y se había sustraído el material de trabajo.
El equipo ha realizado la oportuna denuncia a los agentes de la Guardia Civil y ayer durante la mañana el equipo científico rastreaba huellas y la zona. «No hemos podido trabajar durante toda la mañana y en la tarde pues poco hemos podido hacer», se lamenta Benito quien no sabe cómo interpretar esta sustracción si de ladrones en busca de material para la reventa o de personas que buscan obstaculizar el proceso de extracción. «Es la primera vez que nos roban el material» explicaba aún sorprendida y preocupada.
Cabe recordar que esta fosa se encuentra en la zona de los yacimientos de Atapuerca donde cada año se concentran más de 150 investigadores en ocho zonas de excavación diferentes y hasta las últimas campañas no se habían producido más que pequeños hurtos o desperfectos. Hasta que en la campaña de 2018 se dañaron muestras a remojo de microfauna y el año pasado robaron dos motores del Lavadero del Río Arlanzón que paralizaron el lavado de sedimento durante unos días.
El equipo de la Coordinadora de la Memoria Histórica trabaja en la zona para desenterrar los cuerpos de siete presos de los que hay registro de su salida del penal de Burgos en el 36 para su traslado a la cárcel de Pamplona a la que nunca llegaron puesto que no hay registro de entrada. Tras una investigación previa entre familiares y por vecinos de la zona localizaron la fosa a los pies de la nacional 120, frente a la entrada al yacimiento de Mirador de Atapuerca y frente a la pared que conserva restos de neandertales y en la zona de influencia del Camino de Santiago. Hasta ayer se habían localizado seis de los siete cuerpos que se corresponderían con los presos que salieron de Burgos pero nunca llegaron a Pamplona.