Heraldo-Diario de Soria

MEMORIA HISTÓRICA

«Enterrar a los ajusticiados solo es restituir su dignidad»

La nieta del alcalde Casasola, fusilado en 1936, pide que también se deje sin efecto la sentencia por rebelión que aún no se ha anulado

Momento final del acto con la ofrenda de claveles en el monumento memorial de los represaliados en el Carmen. - J.M. LOSTAU

Momento final del acto con la ofrenda de claveles en el monumento memorial de los represaliados en el Carmen. - J.M. LOSTAU

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Í. ARRÚE | VALLADOLID
Soria

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«Los familiares no pedimos nada. Solo restituir su dignidad. Su memoria. 

Ejercemos un acto de dignidad en el presente. No es cierto que estemos desenterrando el pasado como todavía comentan sectores nostálgicos».

Ángeles García, nieta de Mateo Gómez, quien fuera alcalde socialista de Casasola ejecutado en 1936, condensó así su

 agradecimiento al Memorial levantado en el cementerio del Carmen contra los represaliados de la dictadura franquista

. A Ángeles le acompañaban vecinos de Casasola de Arión, de la misma forma que al otro descendiente de un ejecutado, Manolo Torío, de Palencia, le arroparon vecinos de Castromocho (Palencia).

«Mi familia», clamó García, «nunca pudo rendirle homenaje, depositarle una flores en su tumba. Sabíamos que le habían fusilado el 6 de septiembre de 1936 por haber sido concejal socialista desde el año 1931 y alcalde de la localidad cinco años después. Fue una persona pacífica, honesta y su único delito fue defender la legalidad vigente. Reclamaba justicia social, oportunidades para la gente humilde que solo trabajaba duro para sacar adelante a los suyos», aseguró.

La nieta reveló, ante un cementerio del Carmen que congregó a cientos de familiares y miembros de partidos políticos y de colectivos sindicales y sociales en favor de la restitución de los honores a los represaliados, que las humildes ambiciones de su antecesor eran la búsqueda de trabajos comunales para que los parados del pueblo tuvieran alguna ayuda.

También peleó como primer edil por que se hiciera realidad la construcción de las escuelas del pueblo. «Este jornalero republicano sabía del valor de la solidaridad y del poder de la cultura. El silencio y el miedo impregnó la vida de mi familia, hasta el punto de que no había forma de construir un relato sobre la vida de este hombre: los hijos no querían recordar, los familiares fueron represaliados, y los pocos vecinos a los que podíamos acudir se iban muriendo», lamentó la descendiente.

García no quiso acabar su alocución sin pedir que el desarrollo de la 

Ley de Memoria Histórica (LMH)

 se remate con la exoneración de cargos atribuidos a su abuelo por mera persecución política.

García: «No es cierto que estemos desenterrando el pasado como dicen sectores nostálgicos»

«Mateo Gómez tuvo un consejo de guerra, una sentencia por rebelión que aún no se ha anulado. Espeluznante cuando se lee que los defensores de la legalidad fueran acusados de rebelión por los golpista. Esperamos que el siguiente paso en el desarrollo de la LMH sea la anulación de estas sentencias», concluyó la familiar del fusilado.

Esta intervención llegó al final de un acto organizado por la 

Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)

 en el que rindió homenaje a las 2.650 personas asesinadas por la represión franquista en Valladolid y su provincia. El cementerio de El Carmen acogió la inauguración del memorial en honor a las víctimas del franquismo y el entierro de los restos de las 245 personas recuperadas en la exhumación de las fosas comunes en los años 2016 y 2017.

El memorial no contó las placas metálicas con las inscripciones de los 2.650 nombres de los asesinados grabados, como estaba previsto, debido a un retraso en los talleres

La ceremonia contó con la presencia de hijos y familiares de las víctimas que llegaron desde País Vasco, la Comunidad Valenciana, Aragón y otros muchos puntos de España para enterrar a los suyos.

Asimismo, asistieron el secretario de Estado de Memoria Histórica, Fernando Martínez López; el futuro delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo –tomará posesión esta semana–; el alcalde de Valladolid, Óscar Puente con varios de sus concejales, además del subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez y el senador, secretario general del PSOE de Valladolid y colaborador de la Asociación, Manuel Escarda.

En el acto intervinieron los escritores Gustavo Martín Garzo y Nuria Ruiz Viñaspre, así como la poetisa Mercedes Pastor, quienes tienen como rasgo común «la capacidad de sensibilidad y transmisión de lo que significa y trasciende un acto como el que se vivió ayer en el camposanto».

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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tiene como objetivo desde el inicio de su actividad en 2002 conocer «las identidades de las personas que desaparecieron en la provincia de Valladolid en los meses posteriores al golpe de estado de 1936, así como las circunstancias históricas y sociales en que se produjeron, y la localización y exhumación  de las fosas en las que ilegalmente fueron  enterradas y en las que indigna e inmoralmente han permanecido hasta este 16 de febrero», señaló.

La inauguración del memorial a los represaliados se paralizó durante muchos meses cuando estaba a punto de su terminación por la tensión existente entre la Unión General de Trabajadores (UGT) y la ARMH

. El terreno donde está construido el memorial es propiedad del PSOE y UGT, quienes querían añadir un busto de su fundador, Pablo Iglesias, junto al mausoleo, lo que originó las críticas de la asociación por considerar que no representan a ninguno de los bandos de la Guerra Civil.

Finalmente el sindicato cedió a su pretensión. De esta forma, el monumento ha quedado exento de cualquier simbología política, ya que, como defiende la ARMH, en este tipo de monumentos es criterio común evitar cualquier mención expresa a partidos y organizaciones.

Cerró el turno de alocuciones Manolo Torío, nieto de Manuel Torío Pérez, fusilado en Castromocho (Palencia), el 12 de septiembre 1936. «Siento que estoy homenajeando los cientos y cientos de víctimas que aún no están localizados», indicó un emocionado Torío, de entrada, antes de recordar el destino de los compañeros de su antecesor.  El interviniente aún dio gracias a que una fusilada del grupo, Lina Neira, llevara y conservara una medalla de la patrona del pueblo, la Reina de los Ángeles. Ello hizo posible que se identificaran a los compañeros de tragedia», recordó.

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