Castilla y León estudia ya prorrogar el cierre de la hostelería 14 días más

El cierre de la hostelería, centros comerciales y recintos deportivos se prolongará catorce días más. Al menos, ya trabaja sobre esta idea la Junta de Castilla y León, a la vista de la situación de alerta máxima que atraviesa la Comunidad desde hace ya varias semanas. La restricción anunciada el pasado 3 de noviembre por el Gobierno autonómico, que entró en vigor el día 6, tenía previsión de finalizar este jueves, tras los catorce días que regulaba la orden del Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) a través de la Consejería de Economía y Hacienda.

Los últimos datos que arroja el coronavirus en la Comunidad muestran un escenario, todavía, muy grave, con una tasa de incidencia a nivel regional que casi cuadruplica la marcada como límite por los indicadores fijados por el Ministerio. Así, con 925 casos por cada cien mil habitantes, el conjunto del territorio castellano y leonés permanece en alerta 4. Incluso hay varios territorios que registran tasas demoledoras, como la capital de Burgos, con una incidencia de 1.805 contagios.

No obstante, como reconoció Mañueco hace una semana, la curva se está ralentizando, que no aplanando. El presidente de la Junta no fue el único en anunciar este cambio de tendencia, pues la consejera Casado reiteró en varias ocasiones ese nuevo escenario, aunque difícil por el momento, en el que Castilla y León puede sumergirse a lo largo de las últimas semanas, un pequeño hilo de esperanza tras el total arrase del virus en esta segunda ola.

El cierre supondrá exactamente lo mismo que hasta ahora, durante otros catorce días, hasta el próximo 3 de diciembre. Esto no supone que se cumpla dicho período a rajatabla, pues el acuerdo nacional que imponía el estado de alarma solo permite ampliar estas medidas de catorce en catorce días, por lo que durante esas dos semanas la orden puede levantarse si la situación epidemiológica mejora notablemente en Castilla y León.

No obstante, con motivo de las festividades del día de la Constitución, el próximo 6 de diciembre, y de la Inmaculada Concepción, el  8 de diciembre, es posible que la intención del Ejecutivo regional sea mantener dicho cierre hasta entonces, de la misma manera que se tomaron medidas restrictivas para limitar la movilidad durante el puente de Todos los Santos, a primeros de noviembre. Por otro lado, el cierre perimetral y el toque de queda se mantendrán, tras la prórroga impuesta la semana pasada, hasta el próximo 23 de noviembre, con altas posibilidades de que continúen durante más tiempo para fijar de una vez ese descenso del coronavirus en Castilla y León.

Un escenario que, lejos de mejorar, se agrava diariamente en la provincia de Burgos y, sobre todo, en su capital. Para ello, el Ayuntamiento burgalés plantea ya medidas de cierre y suspensión que atañen a actividades de ocio o culturales, en locales como bibiliotecas o teatros. Unas restricciones que, desde la Junta, se valoran positivamente y animar a su adopción «a la mayor brevedad posible».

MAÑUECO, EN LAS CORTES

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, comparecerá en las Cortes el próximo mes de diciembre para informar de la evolución epidemiológica del coronavirus en la Comunidad y explicar los resultados de las medidas adoptadas por el Ejecutivo regional.

Tal y como anunció el secretario autonómico del PPCyL, Francisco Vázquez, el líder autonómico esperará a que finalicen los primeros quince días de prórroga del estado de alarma, hasta el 23 de noviembre y, con posibilidades de una nueva ampliación, aguardará al mes de diciembre para realizar su aparición en las Cortes.

«En el pleno de mañana y pasado», argumentó Vázquez, «no va la comparecencia porque no se ha considerado oportuno por parte de la Junta» hasta ver cómo va evolucionando esta segunda ola de la pandemia. «En un pleno del mes de diciembre es cuando se hará efectiva esa petición de comparecencia del presidente», resumió, reconociendo que «ya se estará en condiciones» de evaluar el resultado de las restricciones.