Consumo notifica casi 300 alertas relacionadas con juguetes, la mayoría por riesgo de asfixia
Castilla y León reportó doce alertas y en Madrid fueron 86
Las autoridades de consumo de las diferentes comunidades y ciudades autónomas notificaron a lo largo de 2022 un total de 266 alertas relacionadas con productos de juguete, la mayoría por riesgo de asfixia.
En concreto, 86 fueron reportadas por la Comunidad de Madrid, 36 por Andalucía, 30 por Galicia, 28 por Castilla-La Mancha, 26 por Baleares, 22 por Extremadura, 12 por Castilla y León, nueve por Cataluña, siete por Comunidad Valenciana, cuatro por País Vasco y Aragón, y dos por Asturias.
Según consta en la red de alertas del Ministerio de Consumo, los productos que más se retiraron del mercado por riesgo de asfixia fueron aquellos que “contienen, generan o en los que se desprendieron piezas pequeñas o fragmentos” que podrían dar lugar a la asfixia del usuario, entre los que se encuentran puzles, peluches, juguetes de playa y para la bañera, sonajeros, pizarras magnéticas, pelotas de espuma o bloques de construcción.
Por la misma causa también fue paralizada la venta de relojes de madera, gusanos de goma, mordedores, artículos para rellenar piñatas, patinetes, juegos de estimulación sensorial, disfraces, ábacos, móviles de madera para bebé, plastilina, diademas, gomas de borrar, trenes de madera, carruseles musicales, coches o camiones de bomberos.
Además, fue prohibida la comercialización por este motivo de varios arcos con flechas, juguetes para apretar, imanes escolares, bolígrafos de gel, sets de herramientas, silbatos, armónicas, trompetas e incluso un libro de juguete en el que se desprendía parte del cuerpo del muñeco y fragmentos de papel plastificado.
Otras lesiones
En paralelo, también fue retirado un producto que incluía globos y juguetes y producía un “ruido superior a los valores establecidos”, pudiendo provocar lesión auditiva con “pérdida parcial del oído” y un juguete con forma de mano para dar palmas, que podía producir lesiones auditivas en los niños, al superar el nivel de decibelios permitido.
También fueron prohibidos productos como unas varitas luminosas de Navidad con luz, susceptibles de provocar laceración, corte, pinchazo intoxicación y asfixia y un disfraz de abeja que también podía provocar laceración, corte y quemaduras, al presentar puntas punzantes “potencialmente peligrosas” en las antenas del gorro y que, además, no cumplía los requisitos de inflamabilidad, informa Ical.
Por riesgo de estrangulamiento también fueron retirados varios disfraces con cuerdas o cordones alrededor del cuello o en la zona de la cabeza, parte superior del pecho y mangas y, por riesgo de atrapamiento de dedos, una bici sin pedales.
Asimismo, por riesgo de quemaduras fue paralizada la venta de pestañas postizas que no cumplían los requisitos sobre inflamabilidad, por lo que podrían provocar “riesgo de quemaduras en pelo y cara”, además de varias barbas, diademas y pelucas que podrían dar lugar al mismo accidente y tutús y disfraces que podrían provocar las mismas lesiones en el cuerpo.
Intoxicaciones
En 2022 fueron también comunes las retiradas de artículos por riesgo de intoxicación debido a que la caja de las pilas podía abrirse “fácilmente, dejando accesibles” varias pilas de botón y por riesgo de toxicidad fueron prohibidos juguetes como sets de baño con muñeco y muñecas de plástico que contenían ftalatos en cantidad “superior a la permitida”.
Otro de los problemas detectados fue el riesgo microbiológico, que obligó a retirar una vaporeta que contenía un líquido con una cantidad de “mohos, levaduras y microorganismos aerobios mesófilos” que superaba los límites “permitidos”.
En la misma línea, se prohibió la comercialización de una masilla para modelar por contener una cantidad de enterobacterias y de microorganismos aerobios mesófilos “superior” a la permitida y cuyo uso podría comportar “riesgo de infección por contaminación microbiológica”, y otra masilla con contenido en boro superior al establecido legalmente y que podía generar irritación y dermatitis.
Junto a ellas, se retiró una pintura de dedos por posibilidad de lesiones cutáneas, intoxicación aguda e irritación al figurar en su etiquetado los conservantes metilisotiazolinona y metilcloroisotiazolinona, que no están permitidos en este tipo de productos.
Por último, también fue prohibida la comercialización por riesgo de lesiones diversas, incluidas algunas por arrastre o atropello, de casi una veintena de disfraces de animales que tenían un cordón decorativo en forma de cola en la zona trasera, con longitud “superior a la establecida” y que podía “engancharse en algún objeto y producir lesiones”, al igual que un disfraz de princesa.