Inbiotec lidera proyectos de investigación sobre fertilizantes biológicos de la mano de Cesefor
Están relacionados también con el potencial de los extractos de las plantas silvestres y aromáticos para uso fungicida y la extracción química de las jaras para compuestos químicos de alto valor
El Centro de Investigación Biotecnológico de León (Inbiotec) lidera tres proyectos de investigación de la mano del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor) relacionados con los fertilizantes biológicos, el potencial de los extractos de las plantas silvestres y aromáticos para uso fungicida y la extracción química de alto valor de las jaras para conseguir compuestos químicos de alto valor.
Respecto a este último proyecto, el gerente de Cesefor, Pablo Sabín, señaló que el proyecto ‘Esjara’, es una iniciativa de ámbito nacional para la gestión sostenible de los jarales y el impulso de la bioeconomía en el medio rural.
“España es el país con mayor superficie de jara de todo el mundo. A través del impulso y renovación de la cadena de valor de las jaras, ‘Esjara’ afronta el reto científico-técnico de impulsar el desarrollo de la bioeconomía en las zonas rurales, generando un rendimiento económico a los propietarios forestales y a la vez contribuyendo a la lucha frente al cambio climático mediante la gestión forestal sostenible y la prevención de incendios en matorrales de especies de cistus”, resaltó.
‘Esjara’ tiene por finalidad desarrollar el potencial de obtención de derivados de las jaras y, en especial, de sus aceites esenciales, a través de la gestión activa de los matorrales de cistus ladanifer y cistus laurifolius, una línea de trabajo que se realiza desde Inbiotec, informa Ical.
Además, detalló que desde Inbiotec se trabaja en la demostración del proyecto Biovalor a para conseguir la obtención de nuevos bioproductos como aceites esenciales y extractos , a partir también de restos de podas de pinos y sabinas y el cultivo de aromáticas en tierras marginales de baja productividad para el cereal.
La Fundación Cesefor adquirió hace un año Inbiotec en León y los siete trabajadores pasaron a formar parte de su plantilla. Desde entonces, se han abiertos líneas de trabajo ligadas a la biotecnología aplicada a los recursos forestales.
La incorporación de este centro a la Fundación ayuda a que Cesefor se acerque al ratio de investigadores que necesita para su integración efectiva en la red de centros tecnológicos de Castilla y León.
Sabín señaló que “de facto”, Cesefor ya forma parte de la red, pero no tiene la categoría de acuerdo al registro nacional de centros tecnológicos porque no alcanza determinado ratios por sus particularidades como centro de servicios a la industria forestal.
“Jugamos estratégicamente porque ser centro tecnológico te aporta pero también pierdes en otras líneas de trabajo. Nuestro objetivo pasa por cumplir los criterios para llegar a serlo. Por eso creemos que en 2025 el Patronato de Cesefor tendrá que decidir el patronato tendrá que decidir si dar ese paso o no, ya que por ejemplo no podremos organizar un foro de bioeconomía”, indicó.
En este sentido, Sabín subrayó que cuando llegue el momento se analizará la posibilidad de “jugar” con la estructura jurídica y así mantener, por un lado, Cesefor como un centro de servicios para la industria forestal y, por otro, como un centro tecnológico propiamente dicho. “Esto complejiza la estructura de la organización”, concluyó.