El alza del precio de los alimentos daña el consumo: el castellano-leonés gasta más y consume menos
Productos básicos en la dieta mediterránea como la leche, el queso, el pan, las hortalizas y la fruta bajan en consumo por el aumento de precios desmesurados, y suben los platos preparados
La subida del precio de los alimentos perjudica el consumo en Castilla y León, al contrario que en España. Los castellanos y leoneses consumieron 48,76 kilos/ litros de productos alimenticios per cápita en el mes de mayo, según el Panel de Consumo Alimentario en los Hogares que elabora el Ministerio de Agricultura, lo que supone un 3,6 por ciento menos que un año antes, mientras que en España la media se elevó un 1,9 por ciento. El dato contrasta aún más porque el gasto en la Comunidad se elevó un 10,2 por ciento (un 13,9 en el conjunto nacional), lo que constata que a pesar de invertir más en alimentación por el alza de los precios, los habitantes regionales consumen menos.
Esto es así por la caída del consumo en productos tan básicos en la dieta mediterránea como la leche, el queso, el pan, las hortalizas y la fruta, que ahora tomamos menos a causa del desmesurado aumento de sus precios. Por contra, ha subido la toma de platos preparados. Y es que el precio medio (en kilos o litros) de los productos alimenticios se encareció en un año en la Comunidad, en relación con mayo de 2022, un 14,4 por ciento, notablemente por encima del IPC, hasta los 2,96 euros el kilo o litro de media; lo que supone tres puntos más que lo que ha subido el precio de estos alimentos en la media nacional, el 11,7 por ciento.
En la Comunidad, los ciudadanos se gastaron 361 millones en este tipo de compras, un 13,8 por ciento más, frente a un incremento del 15,5 por ciento de España (6.753 millones), mientras que el volumen de todo lo adquirido alcanzó los 122 millones de kilos y litros, un 0,5 por ciento menos, cuando en España este dato se elevó un 3,2 por ciento (2.280 millones), informa Ical.
Así, llama la atención de productos como la leche envasada, que en mayo se situó en un consumo per cápita de 6,97 litros, por debajo de los 7,10 de un año antes. Ese descenso de la toma de este elemento esencial en la dieta ha ido acompañado de un aumento del precio medio, que ha pasado de 0,79 a 0,97 euros el litro, un importante 23 por ciento más.
Similar evolución se observa en el queso, que pasa de 0,57 a 0,51 kilos por persona, mientras el precio se elevó de 7,56 a 9,01 euros. También bajó el consumo del pan, hasta 2,89 kilos per cápita, con un aumento del precio de 0,20 euros de media, hasta los 2,56.
Bajan frutas y hortalizas
Preocupa el consumo de las hortalizas y la fruta, dos alimentos fundamentales en la dieta de las personas. En el primer caso, baja de 4,06 a 3,71 kilos por persona, un 8,6 por ciento menos, también acompañado por un alza de los precios, que se trasladó desde los dos euros por kilo del quinto mes de 2022 a los 2,28 del último dato ofrecido por el Ministerio. Entre las hortalizas destacan los casos de los tomates y los pimientos, cuyo consumo desciende hasta 0,81 y 0,31 kilos por persona, con precios en subida.
Algo similar ocurre con el caso de las frutas, cuya compra baja de 8,04 a 7,54 kilos, un 6,2 por ciento menos, con precios que pasaron de 1,79 a 2,05 euros el kilo. Naranjas, con 1,51 kilos de consumo y 1,28 euros de precio por kilo; y manzanas, con 0,89 y 1,66, respectivamente, representan las caídas de compra y subidas de precio. El melón y la sandía, por contra, aumentaron su consumo hasta los 0,36 y 0,88 kilos por personas, a pesar del aumento de sendos precios hasta los 1,95 y 1,29 euros el kilo.
Por contra, se elevó ligeramente el consumo de los platos preparados, de 1,12 a 1,18 kilos por personas, productos que también vieron encarecerse desde el 4,81 al 5,21 euros por kilo, un ocho por ciento más.
Además, se mantuvo estable el consumo de los cafés e infusiones, aunque bajaron su precio hasta los 15,46 euros por kilo/litro; el de los alimentos ecológicos, que subieron hasta los 4,31 euros; y el de los productos sin gluten, que se elevaron notablemente más de un 13 por ciento, hasta los 4,31 euros por kilo/litro.