Castilla y León registra 18 accidentes laborales mortales en el primer semestre
UGT reclama reforzar los servicios de inspección de trabajo y advierte de que este “escenario de estancamiento parece haber normalizado la siniestralidad laboral”
Castilla y León contabilizó 18 accidentes laborales mortales en el primer semestre de este año, la misma cifra que entre enero y junio de 2023. De ellos, León, Burgos y Valladolid absorbieron el 83%, con 15 fallecidos entre las tres: seis en la provincia leonesa, cinco en la burgalesa y cuatro en la vallisoletana, tal y como muestran los datos de siniestralidad laboral publicadas por la Junta.
Además, en el periodo enero-junio de 2024 se registraron 13.062 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral, un 2,1% menos que el año pasado en el mismo periodo. Por grados de lesión, los accidentes con baja en jornada de trabajo se distribuyen en 12.938 accidentes de carácter leve, con una bajada del 2,2%; 106 graves, que se dispararon un 15,2% (14 más), y los mencionados 18 mortales. De estos últimos, destaca que once de ellos fueron causados por lesiones no traumáticas, más de la mitad, mientras que cuatro ocurrieron por aplastamiento y otros tres en accidentes de tráfico, conocidos ‘in itinere’.
Por sectores, diez se produjeron en los servicios, mientras el agrario anotó tres, los mismos que la industria, y otros dos se registraron en la construcción. Por su parte, entre los 106 accidentes graves, 12 corresponden al agrario, 24 a industria, 17 a construcción y 53 al sector servicios.
Por provincias, el número de accidentes mortales, lamentablemente, se mantuvo en León y Valladolid, donde tanto este primer semestre como entre enero y junio del año pasado anotaron seis y cuatro fallecidos, respectivamente. En Burgos, pasó de cuatro a cinco. También aumentó en Soria y Zamora, al registrar dos y una pérdida laboral. Por contra, descendieron en Ávila, que pasó de uno a ninguno, y en Salamanca, de dos a cero. En Palencia no se produjo ningún accidente mortal ni en 2023 ni en 2024.
En cuanto a los accidentes in itinere, se contabilizaron 1.471, que representan un incremento del siete por ciento, con ocho fallecidos, tres más que un año antes. Además, se produjeron 20 accidentes de camino al trabajo de carácter grave, con un avance del 25 por ciento; y 1.443 leves, que crecieron un 6,5 por ciento.
Asimismo y por lo que se refiere a las enfermedades profesionales, se declararon 289, 30 más que en 2023, con un aumento porcentual del 11,5 por ciento.
Estancamiento para UGT
La secretaria de Salud laboral de UGT en Castilla y León, María Fe Muñiz Queipo, reclamó reforzar los servicios de inspección de trabajo, tanto en sus medios materiales como en sus recursos humanos, y consideró que un organismo con “deber de vigilancia y de control en todo lo relativo a la seguridad y la salud de los trabajadores, es fundamental que cuente con los mejores profesionales, que desempeñen su trabajo de la mejor manera y con los mejores recursos”.
También pidió mayores recursos para la Fiscalía de Seguridad y Salud en el trabajo y la creación de juzgados especializados en materia de seguridad y salud. “Esta Comunidad lo necesita”, dijo, así como “retomar” la senda del Diálogo Social, “de poner en valor la actuación y la colaboración indispensable en esta materia de las organizaciones sociales, que han venido realizando durante muchos años de la mano de los delegados de prevención y comités de seguridad y salud en las empresas”.
Muñiz Queipo señaló que esta situación de accidentes constata un “escenario de estancamiento que parece que ha normalizado la siniestralidad laboral y el hecho de que cada día una persona trabajadora pueda sufrir un accidente laboral de gravedad o incluso perder la vida”. “Es urgente buscar soluciones”, apuntó.
Igualmente, anotó que son unas cifras elevadas, “intolerables” para una sociedad como la actual son cifras intolerables. Por eso, exigió el cumplimiento “a raja tabla” de la normativa en materia de prevención de riesgos laborales por parte de las empresas y recordó que las causas de los “accidentes de trabajo no cambian, siguen siendo viejos conocidos”, tales como “infartos y derrames cerebrales”, que son la primera causa de mortalidad en la Comunidad en el marco de los no traumáticos. Así, Muñiz señaló que los accidentes de tráfico, caídas, atrapamientos o aplastamientos son “causas recurrentes, lo que demuestra que los incumplimientos en materia preventiva por parte de las empresas también se mantienen, siguen siendo los mismos y no se pone solución”.
También alertó de los episodios de temperaturas extremas por olas de calor o en su momento de frío, “provocados por la emergencia climática”. Y consideró necesario que se considere “la prevención como una inversión”. “Está comprobado que invertir un euro en prevención de riesgos laborales tiene un retorno de prácticamente el doble”, concluyó.