Concepción: “Ahora, más que nunca, el Poder Judicial seguirá siendo el último baluarte defensivo del ciudadano frente a la arbitrariedad”
El presidente del TSJCyL celebra la renovación del CGPJ y que lo haya hecho “poniendo de manifiesto su afán por defender la independencia del Poder Judicial y su frontal rechazo a cualquier tipo de injerencia”
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), José Luis Concepción, aseveró hoy que “ahora, más que nunca, el Poder Judicial seguirá siendo el último baluarte defensivo del ciudadano frente a la arbitrariedad”. Lo dijo al finalizar su intervención en el acto institucional de apertura del Año Judicial 2024-2025 en Castilla y León, que tuvo lugar en el Palacio de Justicia de Burgos, y que contó con la asistencia de más de 150 personas, entre otros, del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y los nuevos vocales del CGPJ (tres de ellos de Burgos).
Concepción celebró la reciente renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -hace dos meses- tras “más de cinco años de bloqueo” y los “dos últimos agónicos debido al interesado recorte de sus más importantes funciones”, lamentó. Una renovación que supone “una extraordinaria noticia que el órgano de gobierno de los jueces recupere su normal funcionamiento y lo haya hecho poniendo de manifiesto su afán por defender la independencia del Poder Judicial y su frontal rechazo a cualquier tipo de injerencia”.
En este sentido, calificó como “delicados” los intentos de intromisión que se perciben últimamente si bien consideró que son “especialmente esperanzadoras” las reacciones surgidas en las últimas semanas en el seno de la carrera judicial y, especialmente, desde el máximo órgano de gobierno. “Ahora sí que podríamos decir con Neruda que ‘podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera’”, concluyó su discurso.
En su discurso, Concepción manifestó que “tras unos años complicados, es éste el momento de recuperar el tiempo perdido y de poner orden en el caos ocasionado por una Ley -la alumbrada en el mes de marzo de 2021- que, con un claro sesgo autocrático, ha traído como consecuencia la desertización del Tribunal Supremo con más de la cuarta parte de sus plazas vacantes y la imposibilidad, en fin, de que en el Tercer Poder del Estado se haya llevado a cabo desde entonces con la normalidad constitucional que merece la renovación de sus órganos de gobierno”.
Asimismo, aseguró que los jueces y magistrados actúan “únicamente sometidos al imperio de la ley” y que “este acatamiento normativo guarda íntima relación con el principio de independencia”. “El CGPJ ha comenzado su andadura ofreciendo una imagen de rigor y de independencia”, reiteró, al tiempo que apeló a que “tendrá que multiplicarse para amparar a quienes vean injustamente perturbada su independencia y procurar que esos ataques no empañen de modo irreparable la imagen de la justicia”.
“La independencia de los jueces se antoja imprescindible para que el mecanismo del derecho funcione de manera adecuada y para que el ciudadano se sienta libre e igual a sus semejantes”, exclamó. Además, resaltó que la independencia que se reclama como necesaria garantía del ciudadano es “un duro privilegio que impone a quienes lo disfrutamos el valor de responder de nuestros actos sin escondernos tras la cómoda pantalla de la orden del superior”.
El presidente del TSJCyL hizo alusión a la reiterada doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que sostiene que “la constatación de la imparcialidad de un órgano jurisdiccional requiere que sus miembros se hallen libres subjetivamente de todo prejuicio o interés en relación con el caso que se le presenta, pero también que existan condiciones y garantías que objetivamente permitan excluir cualquier sombra de duda o apariencia sospechosa en torno a su neutralidad”.
"A punto de concluir"
La renovación del CGPJ conlleva ajustes y nombramientos de cargos presidenciales en numerosos órganos judiciales, también en el TSJCyL, por lo que Concepción hizo alusión a que esta etapa como máximo responsable del Alto Tribunal de la Comunidad, que comenzó en julio de 2005, y que tras casi 20 años está “a punto de concluir”.
“Ha sido una de las etapas más importantes de mi vida profesional y la llevaré siempre en mi recuerdo”, reconoció. Además, manifestó que el encargo de representar a los 340 jueces y magistrados de Castilla y León durante todos estos años ha sido “el honor más grande que he recibido a lo largo de toda mi carrera”. “Espero haber estado al nivel que me demandaba mi alta magistratura”, confió, al tiempo que solicitó “la indulgencia” de sus compañeros “para con aquellas ocasiones en las que haya errado en mis decisiones” ya que “a la equivocación nadie resulta ajeno”, dijo.