Apertura del curso académico 2018-2019 de la Fundación Duques de Soria
"Nuestro reto ahora es que otros más jóvenes tomen el relevo
Carlos Zurita destacó ayer los logros conseguidos por la entidad en sus casi 30 años de existencia y apela «con esperanza» a las nuevas generaciones para seguir trabajando en pro de la difusión del hispanismo y la ciencia
Cuando en el año 1989 los duques de Soria, la infanta Margarita de Borbón y su esposo Carlos Zurita, promovieron la creación de la Fundación que lleva su nombre su deseo siempre fue «seguir ampliando el conocimiento científico y humanístico, por seguir cultivándolo (eso es precisamente la cultura) y por seguir transmitiéndolo a las siguientes generaciones, mediante la educación». Casi 30 años después, apuntó ayer Zurita en su discurso de apertura del curso académico 2018-2019 de la Fundación Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispánica, «nuestro reto, ahora, es conseguir que otros más jóvenes y con más vigor, pero con nuestro mismo entusiasmo, tomen el relevo para que la Fundación siga». Y si hace unos años su hija María se unió al Patronato de la entidad, en el reciente nacimiento de su pequeño Carlos ven cumplidas sus expectativas de «relevo generacional personalizada en nuestro nieto», a la vez que los ha convertido en «felices» abuelos.
Porque después de 30 años de muchos logros en la difusión del hispanismo y la investigación científico (el último, la medalla al Mérito de las Bellas Artes que la FDS recibió el pasado mes de febrero) con Soria como eje vertebrador de multitud de actividades, seminarios, jornadas e iniciativas, el duque de Soria aseguró en su discurso que «no podemos dejarnos llevar por la autocomplacencia» o «pararnos a descansar disfrutando de la íntima y justificada sensación de la misión cumplida», apuntó. «No podemos hacerlo y no lo haremos», recalcó Zurita.
En correspondencia con la «esperanza en el futuro y en nuestra capacidad de transmitir el entusiasmo por la continuidad de nuestra labor», indicó, la Fundación de la que son presidentes de honor sigue apostando por el Centro Internacional Antonio Machado (CIAM) que, además de una intensa programación de cursos y ciclos de conferencias, también busca convertir Soria en referente internacional en el aprendizaje del español. Llevan ya cinco años y, recalcó horas antes el delegado de este proyecto complementario de la Fundación, José María García, «no es fácil». El número de alumnos crece año a año, aunque de forma modesta, pero se ha conseguido fidelizar a Universidades como la de Colorado, en Estados Unidos, y otras más de Italia y Suiza. Los duques de Soria se mostraron también muy orgullosos de que, desde el año 2013, el convento de la Merced sea la sede mundial de la Asociación Internacional de Hispanistas. «No nos ha desanimado saber que para muchos este hito extraordinario y sin precedentes ha pasado desapercibido y que, por ello, se está desaprovechando mucho del enorme potencial que para Soria» tiene.
Pero, sin duda, otro gran acontecimiento en el que participa activamente la FDS tendrá lugar el próximo mes de septiembre con la organización de un gran homenaje de reconocimiento al mundo hispánico que presidirá el rey Felipe VI. El homenaje será en Madrid y reunirá a hispanistas de 32 países distintos.
El entusiasmo de los duques de Soria tuvo también su reflejo en las «renovadas ilusiones» del presidente de la entidad, Rafael Benjumea. «En estos últimos años, la Fundación viene atravesando situaciones difíciles en lo económico que todavía no son totalmente del pasado. Pero esto no impide que encaremos el futuro con ilusión, optimismo y, sobre todo, con determinación», subrayó.
Tampoco, declaró Benjumea, que se hayan dejado de organizar las actividades más emblemáticas de la entidad (el próximo lunes, por ejemplo, comienzan las Confesiones de autor que este año trae a Soria a los escritores Vicente Molina-Foix, Luis Alberto de Cuenca y Paloma Díaz-Mas), las Jornadas de Periodismo y Literatura que este año han cumplido en Valladolid su XIX edición, la cátedra Carlos V de la Universidad de Amberes o el Encuentro sobre Fronteras de la Ciencia que en 2018 se ha dedicado a la memoria de Stephen Hawking, entre otras. Soria marca el inicio de otro año más cargado de acción en pro de la difusión del hispanismo o la ciencia. Este año fue el patrono de la FDS, el director del Instituto del Paisaje, Eduardo Martínez de Pisón el encargado de pronunciar una lección magistral, Paisaje e historia, en la que, de la mano de la literatura, recaló finalmente en Soria de la mano de autores como José Ortega y Gasset, Gerardo Diego, Juan Antonio Gaya Nuño y, sobre todo, Antonio Machado. «¿Existe Soria sin Machado?», interpeló el catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid. Una Soria, eso sí, mirada desde Numancia. El paisaje que circundó a la antigua ciudad celtíbera «ha cambiado un poco desde la época de Escipión», comentó con sentido del humor. «Y tiende a cambiar más», añadió, aunque lo que nunca cambiará es su carácter de símbolo, «que es importantísimo», declaró.
El paisaje, reflexionó Martínez de Pisón, es un «documento evolutivo», una «tendencia», es un «futuro» sostenido en varios planos temporales (miles de años en el caso de los accidentes geográficos; centenares en el paisanaje que lo habita) que se van sincronizando en sus dos vertientes natural y humana. Y, en ellos, aseguró el ponente, la historia también va haciendo mella. A veces para bien, y otras para mal, como un «palimpsepto» que se borra y vuelve a marcarse y en el que van quedando los restos de estas distintas operaciones. No obstante, Martínez de Pisón, abogó decididamente por la conservación de los entornos. Acompañaron a los duques de Soria en esta apertura de curso el presidente de la Diputación, Luis Rey, y el vicerrector del Campus Universitario Duques Soria, José Luis Ruiz Zapatero.