Éxitto de público en ‘A la gala de la buena novia’
La exposición, inaugurada ayer en el Museo delTraje de Morón de Almazán, ofrece una retrospección de esta indumentaria nupcial
El Museo Provincial del Traje Popular de Morón de Almazán acoge desde ayer la exposición A la gala de la buena novia que ofrece una mirada retrospectiva sobre la indumentaria nupcial femenina a través de medio centenar de trajes procedentes de diferentes colecciones e instituciones y que contó con gran presencia de público. El presidente de la Diputación, Luis Rey, asisitó a la inauguración de esta muestra que se encuadra dentro de los objetivos del Museo de conservación y protección del vestido popular soriano así como su vocación de convertirse en un espacio dedicado a la difusión del patrimonio cultural tanto material como inmaterial. Rey puso en valor el Museo Provincial «que permite a una localidad pequeña acoger exposiciones como estas que son un lujo y hacer justicia con los municipios pequeños y con la cultura en general».
El presidente explicó que la muestra acoge 50 trajes desde 1840 hasta 2013 tanto de diversas partes de España como de fuera, procedentes de EE UU o Italia, y permite al visitante hacer un recorrido por la evolución de la moda nupcial. La muestra se divide a su vez en dos partes, por un lado «los trajes tradicionales» y por otro «una etapa más reciente de la evolución de las bodas». Luis Rey quiso agradecer a todos los particulares, colecciones e instituciones que han cedido trajes para la exposición, especialmente a la Diputación de Cáceres cuya presidenta ha estado presente en la inauguración de la muestra, «por haber querido participar y acercarnos a la provincia de Soria trajes de su zona».
La exposición A la gala de la buena novia analiza el atuendo de la mujer en uno de los momentos más destacados de su vida, cuando se convierte en la protagonista indiscutible del ritual del casamiento. En la sociedad tradicional marcaba un importante cambio en el estatus social de la desposada, al pasar de la tutela paterna a la del esposo y su familia, mientras que en la actualidad este ancestral rito de paso se ha convertido en un festivo acto de compromiso mutuo entre los contrayentes. Se presenta al visitante una compilación de los diferentes trajes de casar que han conformado los iconos de la indumentaria popular española, haciendo un recorrido por las vistas usadas desde los valles del Pirineo a los del Duero, desde las tierras llanas de la Mancha y Extremadura, hasta las sierras del Sistema Central o las costas de Galicia, haciendo un repaso de las notas comunes y símbolos de identidad propios de cada uno de los trajes que han conservado elementos específicos que convierten un traje de uso festivo o ceremonial en una indumentaria exclusiva para el casamiento.
En contraposición, se ofrece un recorrido por la evolución de la moda nupcial urbana desde el siglo XIX hasta la actualidad, cuando se generaliza la utilización de un traje específico para el día de la boda perfectamente identificable y acorde con los dictados marcados por las corrientes europeas o americanas de cada estilo y época, sin apreciables diferencias geográficas. Curiosamente, la importancia que se concedía en todas las familias a la ceremonia del matrimonio, hacía que las líneas de separación de ambos mundos se fuesen diluyendo y se utilizasen elementos e influencias urbanas en la indumentaria de las novias populares como el uso de flores azahar de tela o de cera o la utilización del vestido blanco para la ceremonia religiosa y se vistiese el traje popular para la celebración de los rituales tradicionales. En ambos casos se destacan sus valores estéticos y artesanales, distinguiendo aquellos elementos, prendas, modos de colocación y decoraciones que se repiten en los diferentes conjuntos, en relación a sus referencias rituales y simbólicas.