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60 AÑOS DE UN ICONO DEL CÓMIC

La joven rebelde Adrenalina eclipsa a Astérix

Ferri y Conrad, que tomaron el testigo de la serie de Goscinny y Uderzo, presentan en Barcelona 'La hija de Vercingétorix', álbum número 38 de los irreductibles galos

Jean-Yves Ferri y Didier Conrad (derecha), este martes en el Institu Français de Barcelona.-MANU MITRU

Publicado por
ANNA ABELLA
Soria

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Astérix cumple este martes 60 años desde que el 29 de octubre de 1959 sus padres, el ya desaparecido guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo, publicaran la primera aventura de un personaje que querían que estuviera en las antípodas de los cánones del héroe y del estereotipo del galo rubio, alto y fuerte, que se convertiría en indiscutible icono del cómic. Y ha sido precisamente este martes cuando el guionista Jean Yves Ferri y el dibujante Didier Conrad, quienes en el 2013 tomaron el testigo de los irreductibles galos, bendecidos por un Uderzo que hoy tiene 93 años, han presentado en Barcelona su cuarto álbum (el 38 de la serie), que llegó a las librerías hace una semana, 'La hija de Vercingétorix' (Salvat, en castellano, catalán, euskera, gallego y asturiano).

La protagonista es Adrenalina, una adolescente pelirroja y de larga trenza, con mucho carácter, rebelde y altiva, vestida de negro gótico (que podría recordar físicamente a la activista Greta Thunberg), hija del histórico jefe galo Vercingétorix, que, apuntan, fue derrotado por Julio César, el único que dejó algo explicado sobre él, aunque no se sabe si tuvo descendencia. Aquella derrota abrió la romanización implacable del territorio. Astérix y Obélix deben proteger a la joven, que se refugia en la aldea porque la que persiguen los romanos, que temen que pueda liderar una sublevación. Adrenalina se inspira, confiesan, en sus propias hijas adolescentes. Quería escribir algo que mi hija pudiera leer sin que yo pareciera tonto, en un lenguaje no demasiado estereotipado que pudiera ser el de un posible argot de los jóvenes de la época, cuenta Ferri. Buscábamos aportar algo nuevo y un personaje femenino fuerte lo era porque tradicionalmente la serie solo ha tenido uno, Cleopatra, el resto han sido siempre secundarias, añade Conrad, puntualizando que la vocación de Astérix no es ser militante en feminismo sino hacer humor.

Con un solo cameo signo de identidad de la saga-, el del desaparecido Charles Aznavour, esta aventura rodea a la protagonista de otros adolescentes de la aldea. Son personajes nuevos, Blínix y Sélfix, dignos hijos en lo físico de sus padres, el pescadero y el herrero, que podrían seguir apareciendo en posteriores álbumes, pero opuestos a ellos moralmente porque tienen una voluntad revolucionaria a su manera, señala el guionista, a lo que Conrad apunta: Los dos jóvenes son buenazos y amables, en cambio sus padres pierden el tiempo peleándose entre sí.

Tengo la tentación de poner en el guion, al margen de la política, temas como este de la violencia, que estos adolescentes digan que no sirve para nada, aunque también le dicen a Adrenalina que en la aldea la gente se pega porque se quiere... Astérix ya ha tratado en otros álbumes la amistad o la ayuda al extranjero, explica Ferri.

Otros temas que se apuntan, admiten que veladamente, son el ecologismo, con Obélix contribuyendo a la extinción de los jabalís, o las familias monoparentales, con los dos lugartenientes galos que adoptan a Adrenalina.

Siguiendo otra tradición de una longeva serie que desde 1959 ha vendido 380 millones de ejemplares en 111 lenguas, la de que un álbum transcurra en la Galia y otro en otro país, no descartan los autores que un día el escenario pueda ser Cataluña. Pero es algo que nos han preguntado también en Portugal, Polonia y Alemania.

La hija de Vercingétorix es el cuarto título que firman Ferri y Conrad tras Astérix y los pictos (2013), 'El papiro del César (2015) y 'Astérix en Italia' (2017).