Heraldo-Diario de Soria

CULTURA

«Sin Odón Alonso en 1993, creo que no existiría el Otoño Musical»

Fernando Pérez Ruano cierra el ciclo con el recuerdo de ‘El maestro, diez años después’

Odón Alonso, batuta en mano, en la celebración del Otoño Musical Soriano de 2003. HDS

Odón Alonso, batuta en mano, en la celebración del Otoño Musical Soriano de 2003. HDS

Publicado por
A. CARRILLO
Soria

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El Otoño Musical Soriano (OMS) despedirá su vigésimo novena edición mañana, y lo hará volviendo a su raíz principal, Odón Alonso. Diez años después de la muerte del maestro, el doctor, académico, compositor y musicólogo Fernando Pérez Ruano ofrecerá una conferencia sobre quien fuese motor de un evento consolidado y aplaudido. Será en el Círculo Amistad-Numancia a partir de las 18.00 horas.

¿El Otoño Musical Soriano existiría hoy sin la figura de Odón Alonso?. El propio Pérez Ruano detalla que «desde el momento musical en el que se creó, la vida musical de España ha cambiado mucho en estos 29 años. Es posible que hubiera surgido otro ideólogo de un evento como es el Otoño Musical. Es posible que existiera algo. Pero evidentemente sin la figura de Odón Alonso en 1993, creo que no».

No sólo fue un nombre de relumbrón para lanzar el festival, sino que «por el conocimiento que yo tengo de aquellos orígenes fue un acto de generosidad por parte del maestro puesto que a él lo que le ofrecieron fueron unas actividades musicales, unos conciertos, unos recitales» con él como director y protagonista «y él fue quien propuso la creación de un festival. Bajo mi punto de vista él fue generoso hasta el extremo de declinar una invitación personal a que él fuera el protagonista para crear lo que hoy es el festival». Las facetas musicales y humanas «van unidas» de forma indisoluble.

Desde aquellos inicios el OMS ha visto desfilar por las tablas de la Audiencia y otros muchos enclaves a los grandes de la música sinfónica y clásica, pero también otros géneros. Incluso en esta variedad actual hay huella del director leonés.  «Su concepto de música era tremendamente amplio. Efectivamente, un festival en el que el grueso de la programación está fundamentado en las intervenciones de orquestas y de primeras figuras de la interpretación musical nacional e internacional, incorporar otros espectros musicales como el flamenco o el jazz me parece que es fruto de un visionario. Es de alguien que tiene una mente muy abierta, al que le asisten muchos años de experiencia profesional y que plasma en el Otoño Musical Soriano el fruto de esa experiencia y de esos años profesionales». 

Pérez Ruano recuerda que «la última vez que estuve en el OMS invitado por su actual director, el maestro José Manuel Aceña». Desde entonces, amén de los grandes han desfilado también nuevos valores como en el Maratón Musical. «Todo lo que sea potenciar una actividad que dé cabida a los jóvenes y a otros estilos y otros géneros musicales es potenciar la música en su más amplio término», y eso ocurre bajo el prestigioso paraguas del festival. 

A la hora de definir a Odón Alonso con una pieza, Pérez Ruano ríe y puntualiza la dificultad de hacerlo. «El maestro era un enamorado de la música en general y tuvo siempre una especial curiosidad por las músicas de nueva creación, de manera que focalizó prácticamente todo su futuro profesional y todo su hacer artístico siendo un verdadero adalid de la música de nueva creación, de los compositores españoles sobre todo. Pero también trayendo al público español» a través de distintas direcciones, como la de la Orquesta Filarmónica de Madrid, la Sinfónica de RTVE o la de Málaga.

«En todos aquellos momentos en los que él tuvo la oportunidad de plasmar, poner en los atriles la música de nueva creación o la de infrecuente interpretación en España lo hizo. Es uno de los grandes mérito que se le atribuyen y que me honro en subrayar a tenor del conocimiento que tengo de él y de su obra. Haber sido un verdadero potenciador, un verdadero mecenas de la música española y haber traído a los públicos españoles músicas que por diferentes razones no habían llegado a España». 

Al regresar a la cita de mañana repite la palabra «gratitud», tanto personal como del pueblo soriano. «Desde el punto de vista personal, que después de 10 años se me invite a dar una conferencia sobre el maestro Odón Alonso y volvamos un poco a revivir su legado, su figura, su memoria, para mi me enorgullece». Desde la perspectiva social, «que diez años después de su fallecimiento siga siendo el alma mater del Otoño y se le siga recordando con el cariño, con el afecto y con la gratitud de haber creado en una ciudad como Soria un festival que hoy y gracias quizás a la gestión de los políticos y de José Manuel (Aceña) sea un festival de referencia internacional, pues creo que es motivo de orgullo, de satisfacción y de recuerdo perpetuo».

Además de su «generosidad» inicial, rechazando el primer plano para tramar –en el sentido textil de la palabra– el festival, «plasmó en el Otoño Musical Soriano todo el hacer y todo el saber aprendido a lo largo de su dilatada carrera artística.  De hecho por ahí han pasado primeras figuras de la música española en cualquiera de sus especialidades, del canto, instrumental, las principales orquestas... Todo eso, porque había un marchamo que se llamaba Odón Alonso Ordás».

«Hizo en Soria lo que ya había hecho en otros espacios», apunta Pérez Ruano mientras recuerda la dirección del Festival Casals de Puerto Rico o el protagonismo en la Semana de Música Religiosa de Cuenca. ¿Cuántos Odones Alonso necesita este país? «Creo que muchos. Uno cada día y uno en cada lugar», sentencia con firmeza.

Mañana tocará recordarle con la palabra. «Si de algo hizo gala el maestro durante toda su vida fue de su humanidad y su cercanía, por lo tanto todo aquel soriano que quiso acercarse y conocerlo tuvo la oportunidad de hacerlo». Por ello el deseo de Pérez Ruano no es llenar por llenar al Casino, sino que «entre todos podamos recordar al maestro» a través de sus investigaciones.

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