ENTREVISTA
“Soria es un sitio perfecto para rodar”
Premio Goya al mejor 'corto' y nominado al Mejor Director Novel, anima a utilizar Soria como plató de rodaje
‘Recogió’ desde su casa su Goya por el cortometraje ‘A la cara’ y un año después daba el salto a la gala para rozar el de Mejor Director Novel por su primer largometraje, ‘Josefina’. Prepara su segunda película, la continuación de esa historia en la que una periodista y su difamador a través de las redes sociales se encuentran y no tienen más remedio que decirse lo que piensan a la cara. Pero asegura que no dejará de hacer cortometrajes. Asiduo en el Certamen de Cortos de Soria, Javier Marco Rico anima a sus compañeros a hacer de la ciudad su escenario de rodaje.
Pregunta: Eres el ejemplo de que en muchas ocasiones la realización de cortometrajes es el paso previo al de largos de éxito…
Respuesta: Llevamos muchos años haciendo cortos, unos diez aproximadamente, y siempre hemos intentado hacer un corto al año. En 2015 surgió la idea de hacer un largometraje, ‘Josefina’, y mientras conseguíamos financiación seguíamos haciendo ese corto al año y finalmente en 2021 rodamos el largometraje. Sí nos ha ayudado para hacer el largo el haber hecho cortometrajes pero nunca hemos abandonado los cortos porque nos han ayudado mucho a tener un estilo propio como director y te da más libertad. Mi idea es seguir haciendo cortometrajes porque me encanta el formato, el poder contar una historia en 10-15 minutos y además, hay muchos festivales a los que se puede ir.
P.: ¿Es una especie de ‘escuela’ a la hora de enfrentarte a un largometraje?
R.: Sí, pero no quiero decir que sea necesario hacer un corto para después poder hacer un largo. Puedes hacer solamente cortos y te puede ir bien, no hace falta pasarte a los largos. Pero sí es verdad que aprendes un montón porque en cada cortometraje ves los fallos que has cometido y siempre intentas evitarlos en el siguiente, aunque en ocasiones es inevitable porque el ser humano es el único animal que se da varias veces con la misma piedra. Es un proceso muy bonito porque en un año, por ejemplo, puedes empezar con el guion, preproducirlo, rodarlo, posproducirlo y presentarlo a festivales; eso con los largos no ocurre porque los tiempos son muy largos y se necesita mucha más financiación.
P.: ¿Qué diferencias hay entre dirigir un corto y un largo?
R.: Una cosa que noté mucho fue el tiempo de rodaje; en un cortometraje son dos o tres días y en un largometraje puedes estar cinco semanas sin parar y a veces piensas “no sé si voy a llegar vivo al final”. Pero hay un momento en el que el cuerpo te hace un clip y cambias un poco el chip y va surgiendo de manera mucho más fluida y ya sabes que vas a llegar. Pero al principio hay un momento en el que puede que lo des todo al principio, porque estás acostumbrado a hacer eso en los cortos, pero te das cuenta de que si sigues a ese ritmo a lo mejor no llegas. En ese momento es importante apoyarte en el equipo porque suele tener más experiencia en rodajes que el director, porque ellos ruedan películas o series todo el año y tú como director pues a lo mejor ruedas un corto de dos días, y hay que ayudarse de ellos cuando te flojean las fuerzas. Ahí están ellos entonces para remar y es algo muy bonito porque se crea una familia. Además, el presupuesto de un largometraje es mayor y, por tanto, también aumenta la presión en hacerlo bien. Pero el proceso es siempre el mismo: te reúnes con el equipo, ensayas con los actores, el rodaje, la posproducción es más o menos igual… La esencia es la misma y por eso creo, desde mi punto de vista, que es tan bueno hacer todos los cortometrajes posibles antes de hacer un largo para contar con todo ese aprendizaje y lo puedas llevar a cabo.
P.: ‘A la cara’ fue un éxito como corto, logrando el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción, y pronto se convertirá en una película. ¿Un corto es una buena manera de testar una temática? ¿Valorabas convertirlo en largometraje antes de conocer la buena acogida que tuvo?
R.: ‘A la cara’ para nosotros siempre fue un corto. A la gente le gustó esa historia y nos preguntó qué pasaba con los personajes después de la historia que cuenta el cortometraje. Después llegó la pandemia, nos quedamos encerrados en casa y nos planteamos hacer un largo. Escribimos el guion durante el confinamiento y nos gustaba lo que estaba saliendo y ahora se encuentra en preproducción y en la búsqueda de financiación. Estamos muy ilusionados. No teníamos en mente desde el principio el hacer un largo pero sí es verdad que el tener un corto te facilita el trabajo porque puedes enseñar la historia y se pueden hacer a la idea de cómo va a ser la película y eso es muy positivo.
P.: ¿Se mantienen los protagonistas del cortometraje en el largo?
R.: Sí, sí. Van a seguir siendo Manolo Solo y Sonia Almarcha; ellos han leído ya el guion y están encantados de participar y también las productoras contentas de que sean ellos. Se lo merecen porque lo dieron todo en el cortometraje, es muy sencillo trabajar con ellos y estamos deseando que llegue el rodaje, aunque aún va tardar un poquito, hasta finales de 2023 o principios de 2024 porque aún nos queda encontrar bastante dinero pero yo espero que gracias al corto consigamos la cuantía que necesitamos y podamos rodarlo en las mejores condiciones.
P.: La película va a contar qué ocurre entre los dos personajes una vez finalizada la historia que narra el corto…
R.: La historia de la película comenzará con el corto, que lo vamos a rodar de nuevo porque van a cambiar algunas cosas, y contará qué pasa con ellos, qué llevo a este ‘hater’ a lanzar este tipo de comentarios hacia la periodista y vamos a ver cómo ella, que ha tenido una pérdida muy importante en su vida personal, afronta el duelo. Al final los protagonistas no son tan diferentes el uno del otro. Es una película dura pero que habla de sentimientos porque hay una empatía muy grande entre ambos personajes.
P.: Es algo que también aparece en ‘Josefina’, una historia dura pero en la que los sentimientos no se cuentan pero están presentes… Es algo que caracteriza tus trabajos.
R.: Es el mismo tono, es el mismo tempo. Aunque va a haber dos atmósferas diferenciadas: la casa del ‘hater’, donde va a tener lugar el encuentro entre los dos protagonistas, y el exterior, que es como una amenaza que les acecha, que son los medios de comunicación y las redes sociales, que en muchos casos juzgan sin conocimiento.
P.: Y eres de las pocas personas que pueden decir que ‘recogieron’ un Goya desde casa. Qué sensación tan extraña ¿no?
R.: Es algo muy curioso, esperemos que sea único, que no vuelva a pasar. Yo le veo siempre el lado positivo a las cosas y creo que la gala estuvo muy bien, fue amena y que estaba bien organizada, algo que no era fácil. Te da un poco de pena al no poder estar presencialmente pero recuerdo la gala con mucho cariño porque fue muy bonito celebrarlo con la gente que estaba en casa, con mi perro… En mi caso al año siguiente fui presencialmente porque estaba nominado por ‘Josefina’ y al menos pude vivirlo de esa manera también.
P.: Pregunta típica… ¿dónde tienes colocado el Goya?
R.: Mi casa es muy pequeña, así que no hay mucho espacio donde elegir. Está en una estantería en el salón porque creo que no está mal verlo de vez en cuando y recordar el buen momento. Me gusta que esté a la vista porque es un empujoncito, un pasito más. La parte mala de que se nos entregara en pandemia es que no pudimos celebrarlo mucho con el equipo porque aunque fuimos a recogerlo varios a la Academia del Cine sí que nos hubiera gustado hacer una celebración porque cada parte del premio es de un miembro del equipo. Para mí los premios son importantes por dos motivos: porque suelen generar más trabajo y porque te dan energía para seguir adelante. Porque hay momentos de baches, de plantearte si merece la pena, pero el hecho de ver el proyecto realizado y saber que le ha gustado al público no tiene precio.
P.: ¿Viviríamos en un mundo mejor si todos nos acostumbráramos a decir las cosas a la cara?
R.: Yo creo que sí, creo que es mejor siempre decir las cosas a la cara. Cuando estamos en el anonimato que da una red social tenemos más valentía y decimos cosas que no diríamos si estuviéramos a la cara. Y yo creo que tanto las cosas buenas como las malas es mejor siempre decirlas con tacto y con respeto y creo que muchas veces en las redes sociales se pierde el respeto. Y creo que quien lo hace no es consciente del daño que puede ocasionar a la persona a la que estás destinando los insultos o las amenazas. Y creo que si se pusiera en su situación y vieran todo lo que están sufriendo creo que pararían. Y eso es lo que hemos querido tratar tanto en el corto como en la película, toda esa empatía que necesitamos como seres humanos y que tenemos que ponernos en la piel del otro.
P.: Y tras ‘A la cara’ llegó ‘Josefina’, tu primer largometraje. Y con él tu nominación al Goya como Mejor Director Novel. Una película que pudimos ver en Soria en la pasada edición del Certamen llena de sensibilidad, silencios y miradas que hablan. Está claro que tus trabajos llegan al público…
R.: Nunca sabes si un trabajo va a gustar o no hasta que no ves la respuesta del público. Nosotros pensábamos que iba a funcionar bien pero fue cierto que en lo que a taquilla se refiere no era un buen momento para sacarla en cines pero tuvimos la suerte de que luego Movistar la eligió para su plataforma, donde se va a poder ver durante año y medio, y ahí nos dimos cuenta de que tuvo un empujón y tuvo muchos visionados. Fue gracias a una plataforma, aunque yo soy de la opinión de que las películas es mejor verlas en pantalla grande, en el cine, porque es donde más se disfrutan. Pero en este caso la plataforma nos ayudó y a ver ahora con la siguiente, con ‘A la cara’, porque esperamos que las cosas hayan mejorado en el cine y podamos estar más tiempo en salas.
P.: Tu vinculación con el Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria viene de lejos, desde que en 2015 lo visitaras con la selección del cortometraje ‘Casitas’. Este año has impartido un taller de interpretación para cámara. ¿Qué han aprendido los participantes en esta formación intensiva?
R.: Me encanta estar en Soria. La primera vez que vine fue en 2015 y entonces me impactó mucho que se invitara a todos los directores y que estuviéramos junto a otros directores, incluso internacionales, cinco días en los que hablábamos de cine. Fue algo muy bonito. Y hemos tenido la suerte de volver. Cualquier excusa es buena para volver al Certamen de Cortos de Soria. El taller que he impartido este año es muy intensivo, porque han sido dos días y medio, en los que hemos hablado de la parte teórica de la interpretación pero lo que hemos querido, sobre todo, ha sido compartir con los participantes, con los intérpretes, y crear un ambiente seguro en el que hemos recreado, entre otras, escenas míticas del cine. Ha sido muy intenso y me ha encantado jugar con ellos y probar cosas nuevas.
P.: ¿Cómo animarías a tus compañeros directores a elegir Soria como lugar de rodaje?
R.: Es una ciudad que conozco bien porque he venido varias veces y todas ellas vinculadas al Certamen de Cortos y creo que tanto los paisajes como la ciudad en sí es un sitio perfecto para rodar. Y la guinda la pondrías si además de rodarlo en Soria la presentas en el festival, que es uno de los mejores de España… La calidad del programa siempre es brutal. Así que yo animaría a que en Soria se hiciera el rodaje y la premier. Pocas cosas pueden superar eso.
P.: Dinos ‘a la cara’ lo que más te gusta y lo que menos de Soria.
R.: Lo que más me gusta es el Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria y la gente que lo organiza, porque nos hacéis sentir como en casa. Yo cuando vengo a Soria después no quiero volver a mi casa. Y lo que menos me gusta es el frío, pero eso es un mal menor.