Buenas sensaciones

Era el primer ensayo, la primera prueba de pretemporada para el Numancia y las sensaciones fueron positivas ante un Athletic de Bilbao que comenzó de más a menos y que en momentos puntuales del choque estuvo a merced de los rojillos. El nuevo proyecto numantino comenzó de manera ilusionante y sólo la falta de puntería de cara al marco contrario le privó de la victoria ante un conjunto bilbaíno que se presenta como uno de los equipos punteros de la Primera División y que con la llegada al banquillo de Marcelo Bielsa ha levantado gran expectación entre los aficionados vascos. El Numancia dejó una buena imagen y tuteó a un rival al que se le vio demasiado impreciso, especialmente en la parcela ancha del centro del campo.

 

Con mayor solidez defensiva que en la anterior etapa y con un juego de presión y garra en el centro del campo y en la punta de ataque, el Numancia de Pablo Machín no notó que ayer fuera su primer compromiso de preparación del verano. Ante un Athletic de Bilbao más rodado, los sorianos pronto comenzaron a poner en apuros a los de Bielsa. Con Sunny como el verdadero coche escoba en la medular, el Numancia no dejaba maniobrar a los de Bielsa y a base de jugadas rápidas después de robar la posesión del esférico llegaba con cierto peligro al marco defendido por Gorka Iraizoz. El primer cuarto de hora apenas tuvo acciones mordientes en ninguna de las dos áreas, aunque iba a ser el equipo bilbaíno el que disfrutaría de la primera ocasión seria para marcar. Saque de esquina que ejecuta Gabilondo y libre de marca Fernando Llorente remata de cabeza demasiado alto.

Si el Athletic había llevado la incertidumbre al portal soriano a balón parado, los locales iban a poner cerco a la portería visitante en una acción de estrategia que no pudo culminar Pavón al taponar un defensa vizcaíno. El Numancia creaba problemas al Athletic en los saques de esquina y en las faltas laterales y con el paso de los minutos se iba haciendo dueño del encuentro. Ripa, Del Pino y Bedoya tuvieron el 1-0, aunque la pólvora estaba mojada e Iraizoz se iba de

rositas

en una primera parte con ritmo y con intensidad. El Athletic también tuvo ocasiones, aunque Fernando Llorente no tuvo unos 45 minutos acertados en lo que mejor se le da: el remate.

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