Un empate de traca

El Numancia empató a dos goles ante el Alcorcón en un compromiso en el que los pupilos de Juan Antonio Anquela hicieron lo más difícil, darle la vuelta al marcador ante un rival complicado, para ver cómo en el último minuto el colegiado del encuentro señalaba un penalti bastante riguroso, se puede decir que inexistente, que impedía que los locales consiguieran los tres puntos. Con el resultado de ayer son cuatro los empates consecutivos que acumulan los rojillos y once las jornadas seguidas sin perder.

Numancia y Alcorcón protagonizaron desde un principio una dura pugna por hacerse los dueños del centro del campo lo que derivó en un compromiso con bastantes interrupciones y tensión sin que ello impidiera que se llegara a una y otra área, en especial a balón parado. Fue así como tuvo lugar el primer disparo a puerta del Numancia en un libre directo de Julio Álvarez que detuvo Falcón sin problemas. Era el minuto diez y la brega en el centro del campo se mantenía hasta que en el 17 el Alcorcón se adelantaba en el marcador. La acción nace en el centro del campo en un voleón de Óscar Plano que aprovechó David Rodríguez para ganarle la espalda a la defensa rojilla y batir a Munir en su salida. Con el 0-1, el Alcorcón se adueñó un poco más del balón pero sin llegar a tener ocasiones claras de peligro mientras que el Numancia intentaba, sin conseguirlo, recuperar el centro del campo. Pese a ello, los de Juan Antonio Anquela lograrían empatar el encuentro en el 32 con una falta lateral botada por Julio Álvarez que Juanma, en el área helada, lograba rematar a la red desde el suelo. La primera parte terminaba con una última ocasión madrileña facilitada por un resbalón de Regalón que David Rodríguez no aprovechaba llegando solo a la frontal del área chica.

La segunda parte comenzó con los dos equipos buscando la portería contraria. Un centro de Juanma con la derecha en acción ensayada no terminaba en nada mientras que Óscar Plano disparaba desde la frontal y Munir desviaba a córner. En el 53 llegaba una de las jugadas polémicas del encuentro cuando Sergi Enrich quedaba tendido en el área madrileña tras sufrir una patada al intentar rematar un balón a media altura. El árbitro se lavaba las manos, nada que ver con lo que ocurriría después. En el 56, Óscar Plano, un dolor de cabeza, estuvo a punto de adelantar a los suyos pero su disparo lo desviaba Munir y el balón, muerto muy cerca de la línea de gol, era despejado finalmente por Regalón.

La respuesta a esa acción llegó en las botas de Enrich con un disparo a la media vuelta que Falcón desviaba a córner con la punta de los dedos mientras que en el área contraria David Rodríguez no podía rematar un centro desde banda. El Numancia lograría lo más difícil, darle la vuelta al marcador, en el 73 tras una falta en el lateral del área señalaba sobre Sergi Enrich. Julio Álvarez, que una acción previa había disparado alto desde la frontal, la pegaba a puerta y el balón acababa en las redes de Falcón. Con el 2-1, el Numancia no volvería a inquietar la meta visitante.

Con algo más de diez minutos para el final del encuentro, ambos técnicos movieron sus banquillo y ello no le benefició en nada a los rojillos que, simplemente, dejaron de tener la pelota ante un Alcorcón que lo seguía intentando. En el 85, Pedraza, que cuajó un buen encuentro en su regreso al once, sacaba ante David Rodríguez y luego taponaba el disparo de Femenía desde la frontal. Cuando el encuentro tocaba ya a su fin, una decisión del colegiado frustraba todos los esfuerzos rojillos anteriores. En un saque de esquina, sin balón de por medio, el trencilla pitaba penalti de Julio Álvarez sobre Escassi. Un penalti sacado de la manga ya que, vistas las imágenes, ambos pugnan por la posición y, aunque se ve un leve agarrón, no se aprecia que el rojillo haga algo por derribar al rival. David Rodríguez, que tendría una última ocasión. empataba sin tiempo daba al traste con las aspiraciones de triunfo numantinas.