NUEVO AMISTOSO
Alemania vuelve al campo tras el shock de París
Merkel y su ejecutivo asistirán al partido amistoso frente a Holanda en medio de fuertes medidas de seguridad
El pasado viernes los jugadores de la selección alemana de fútbol disputaban un tranquilo y amistoso partido contra Francia en el estadio parisino de Saint Denis cuando estalló la primera bomba de una serie de atentados que dejarían un rastro de muerte en la capital gala. Cuatro días más tarde de la masacre, los internacionales volverán a disputar un partido amistoso contra Holanda para mostrar su condena al terrorismo.
El encuentro, que se disputará en el estadio HDI-Arena de Hannover, en Alemania, llega en un momento en que la mayoría de países europeos se encuentran en estado de máxima alerta pendientes de la posibilidad de que se repita otro ataque de células yihadistas. Los cuerpos de seguridad ya patrullan visiblemente armados, algo poco usual. Eso también se ha notado en Alemania, donde se han redoblado los esfuerzos de la policía para vigilar las calles y especialmente los sitios donde se congrega mucha gente. Aunque fue fallido el ataque en Saint Denis tenía la intención de llegar dentro del campo y golpear a las decenas de miles de espectadores que acudieron a la cita.
En este partido el fútbol será lo de menos. Una imagen significativa es que, según apuntó el diario germánico ‘Bild’, la cancillera Angela Merkel y el ministro del Interior, Thomas de Maizière, estarán en las gradas para enfatizar el mensaje de calma y unidad que se ha lanzado desde Berlín en los últimos días. "Justo ahora no debemos retroceder y no retrocederemos”, apuntó el vicecanciller y líder de los socialdemócratas Sigmar Gabriel. Las autoridades han remarcado que el terror vividos en París no pueden condicionar ni intimidar el estilo de vida occidental.
Después del match, que Alemania perdió por 2-0, el estado de pánico que se vivió en la ciudad de las luces fue tal que los jugadores de la selección no abandonaron el recinto y pasaron la noche dentro del estadio de Saint Denis, algo que lógicamente les impactó. El conjunto francés también se quedó en las instalaciones en solidaridad con sus rivales. “Fue un gesto excepcional de camaradería”, elogió el presidente de la Liga Alemana, Reinhard Rauball.
El entrenador del combinado nacional, Joachim Löw, fue el más contundente al explicar la razón para disputar el Alemania-Holanda. “Será un claro símbolo de la libertad y la democracia contra el terrorismo”, apuntó. La Asociación Alemana de Fútbol (DFB), que se encuentra en medio de un escándalo por la supuesta compra de votos para organizar el Mundial del 2006, se expresó en los mismos términos. “El fútbol tiene una función sociopolítica que ayuda a reforzar la democracia”, resaltó el presidente en funciones Rainer Koch. “Aún estamos impactados pero sabemos que es importante lanzar un mensaje en favor de nuestra cultura y valores”, añadió Oliver Bierhoff, asistente de Löw.
Por su parte, la mayoría de jugadores germánicos expresaron su lamento por la tragedia y lanzaron mensajes de apoyo a la ciudad de París. Especialmente destacadas fueron las palabras del mediocentro del Manchester United y capitán de la selección Bastian Schweinsteiger quién, además de mostrar su shock por lo sucedido, también se acordó de los 44 muertos que dejó otro atentado yihadista en Beirut, Líbano. Aún así, Schweinsteiger no participará en el amistoso por descanso. Manuel Neuer y Lukas Podolski se unen también a esa lista de bajas. Los jugadores lanzaron un reflexivo comunicado posterior a los atentados donde se cuestionaban y lamentaban lo ocurrido. “El viernes perdimos un partido pero ahora mismo no hay nada que sea tan irrelevante como eso”, concluyeron. El duelo contra Holanda será mucho más que un amistoso.