Heraldo-Diario de Soria

JJOO

Los deportistas se muestran preocupados por la amenaza de infección

La mayoría está dispuesta a viajar pero pide garantías sanitarias

Ferrer y Feliciano, tras su partido del sábado en Roland Garros. El alicantino irá a Río, y el toledano ha renunciado por cuestión de calendario.-REUTERS / PASCAL ROSSIGNOL

Ferrer y Feliciano, tras su partido del sábado en Roland Garros. El alicantino irá a Río, y el toledano ha renunciado por cuestión de calendario.-REUTERS / PASCAL ROSSIGNOL

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JAUME PUJOL-GALCERAN / PARÍS (ENVIADO ESPECIAL)
Soria

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La preocupación de Pau Gasol no es la única que ha trascendido en los deportistas españoles que acudirán a los Juegos de Río. Ninguno ha declarado hasta el momento que se niega a viajar, pero son muchos los que están expectantes sobre las medidas a tomar y algunos han mostrado públicamente su preocupación.

El piragüista Saúl Craviotto, que buscará medalla por terceros Juegos consecutivos, ha revelado su incertidumbre este lunes en Lleida. “No sé qué nos encontraremos en Río, parece que vamos bastante a la aventura, pero el asunto del zika me preocupa, sobre todo, por mi familia”, ha asegurado el palista, que profesionalmente es ‘mosso d’esquadra’, ahora en excedencia.

La nadadora Mireia Belmonte, doble medallista de plata en Londres 2012, también fue de las que mostró dudas hace algunas semanas. “Si el zika afecta al resto de mi vida, me plantearé ir a Río, porque hay más Juegos Olímpicos”, aseguró la deportista de Badalona.

La saltadora Ruth Beitia, en la prórroga de su carrera deportiva y, por tanto, en sus últimos Juegos, también ha asegurado en alguna ocasión el temor que le produce una posible infección. “Espero que todo esté estabilizado para los Juegos, sé que el COI no los permitiría si supusieran una amenaza par la salud mundial. Si es así, que no se hagan. Yo no temo por mi salud, pero no quiero volver infectada y transmitírselo aquí en España a una amiga embarazada”.

 

FERRER Y SUÁREZ IRÁN

Desde París, donde este lunes han descansado por la lluvia, los tenistas también se han pronunciado, aunque con prudencia. Carla Suárez, a la espera de entrar en cuartos de final, le tiene respeto al insecto que transmite el zika. “La verdad es que ese pedazo de mosquito que está por ahí da respeto. En principio mi intención es ir a Río, si nos dejan ir es porque no es peligroso. Ahora no pienso en eso, aún faltan dos meses y habrá que esperar a tener más información al respecto”, dice Carla.

David Ferrer, en cambio, no tiene dudas. Si no pasa nada grave, el tenista alicantino estará en los JJOO. “Yo tengo intención de ir. Estuve en Río en el peor memento, jugando el torneo este año. Si nos dejan ir es porque lo tienen controlado. Estuve allí y en la calle ves normalidad. La gente trabaja, sale, va a los restaurantes. Si dejan que se celebren, es que hay control”.

 

LA OPINIÓN DE LOS NÚMERO 1

Igualmente en París, los número 1 del tenis albergan dudas, como casi todo el mundo, pero en principio no se plantean su ausencia. “La gente dice que con el zika no es seguro ir a Río. Francamente, no sé qué pensar. Tengo que informarme más pero inicialmente mi intención de acudir a los Juegos no ha cambiado. Realmente, se me hace imposible pensar que se anulen. La salud es lo primero, pero no solo hay que pensar en los que irán a Río, sino en los que viven en Río; de esa gente no se habla demasiado”, ha asegurado el serbio Novak Djokovic. La estadounidense Serena Williams también está decidida a jugar: “El virus del zika está en mi mente, pero tengo intención de ir a los Juegos. Eso si, iré superprotegida".

RECOMENDACIÓN DEL COE

El Comité Olímpico Español (COE) ha emitido un comunicado reafirmando las medidas que deberán tomar los deportistas que viajen a los Juegos, basadas en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero recuerda que la propia OMS ha desaconsejado posponer o cancelar los Juegos de Río. Entre las medidas figuran llevar ropa de manga larga, usar repelente de insectos, evitar los perfumes intensos, alojarse en sitios con aire acondicionado, evitar zonas de aguas estancadas y, en cuanto al peligro de transmisión, practicar sexo seguro o, simplemente, abstenerse durante la estancia y las cuatro semanas posteriores al regreso.

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