C.D. NUMANCIA
Revolcón al ritmo de las chirigotas
El Numancia cae en Los Pajaritos ante un Cádiz práctico que sentenció a la contra / Paso atrás en el sueño del play off
El amarillo del Cádiz se le sigue dando mal al C.D. Numancia y con el de ayer ya es el quinto partido seguido en el que los rojillos hincan la rodilla ante un rival que en la matinal del domingo fue un equipo práctico que sentenciaba al contragolpe. El Numancia no estuvo a la altura de jornadas anteriores en Los Pajaritos y, con un ritmo cansino y lento, fue presa fácil de un conjunto gaditano que fue la imagen que a la perfección había descrito Jagoba Arrasate en la previa del viernes. El centro del campo numantino, con los Íñigos desaparecidos en combate, no existió y por ahí se empezó a perder el partido.
Fue un encuentro nivelado en la primera parte y que en la segunda pudo cambiar de decoración si el zapatazo de Pablo Valcarce no se hubiera estrellado en el larguero de Cifuentes. Pero cosas del fútbol ya que sólo cuatro minutos más tarde Imaz enganchó una gran volea al borde del área que hizo inútil la estirada de Aitor. A renglón seguido llegó la roja excesiva que vio Íñigo Pérez para quedar el Numancia herido de muerte. Los contragolpes del Cádiz hicieron el resto para finiquitar un resultado demasiado amplio para los méritos de unos y otros.
Además de las novedades anunciadas de Casado y Unai Medina en los laterales, Arrasate apostó por Kike Sola como titular. Fue una apuesta que no le salió bien al míster ya que el navarro en poco o en nada mejoró las prestaciones de Jairo en la punta del ataque.
La primera parte ya fue una declaración de intenciones de los gaditanos al percutir una y otra vez por su banda derecha con Salvi Sánchez buscando a Casado. El debutante rojillo se las veía y se las deseaba para frenar al veloz extremo amarillo. Fueron unos primeros 45 minutos en el que el juego en las áreas apenas existió. El Numancia no andaba tan fino como otro día en la sala de máquinas y el centro del campo visitante asfixiaba las intenciones de creación de Íñigo Pérez, Galarreta y Julio Álvarez.
Las llegadas de unos y de otros fueron escasas y los porteros no se tuvieron que emplear a fondo en ninguna de las porterías. El Cádiz estaba cómo esperando al Numancia con la intención de buscar la contra por las bandas y los sorianos querían pero no podían. La mejor ocasión de los locales en estos primeros 45 fue un lanzamiento de falta directa de Julio Álvarez que encontró respuesta en el guante de Cifuentes.
El Numancia tenía que dar un paso hacia adelante y mejorar en la circulación si quería dañar a la bien organizada defensa amarilla. El choque se le pudo poner de cara a los rojillos a los cinco minutos de la reanudación tras robo de Pablo Valcarce y zapatazo de éste que se iba al travesaño del portal andaluz. Lo que pudo ser y no fue y lo que fue sólo cuatro minutos más tarde con el 0-1 de Imaz, que le marcaba ayer al Numancia y que también fue verdugo numantino en la primera vuelta cuando defendía los colores del Ucam Murcia. El mediapunta cadista enganchaba una volea al borde del área que se colaba en el marco soriano lamiendo el palo izquierdo defendido por Aitor. Jarro de agua fría y a remar en busca de un empate que nunca llegó.
El partido se le torcía definitivamente a los rojillos con la expulsión de Íñigo Pérez al frenar una contra visitante. Arrasate quemaba todas sus naves y apostaba por una defensa de tres para no tener inferioridad en el centro del campo. El riesgo era máximo porque a la contra el Cádiz podía sentenciar.
El equipo gaditano tenía el partido ganado, pero en la recta final del choque dejaba con vida a un Numancia que a base de juego directo puso en más de un apuro a su rival. El Cádiz sólo buscaba la contra y la velocidad de sus bandas para aniquilar a los locales. La apuesta le iba a salir bien a Álvaro Cervera con los goles de Aketxe y de Salvi Sánchez, aunque pecó de no tener el balón en el centro del campo al disponer de un hombre más sobre el césped. El Numancia tuvo vida hasta que llegaba el 0-2 a tres minutos para el final e incluso se pidió un penalti de Sankaré sobre Mateu. El 0-3 de Salvi Sánchez en el añadido fue un castigo excesivo para el Numancia en el Domingo de Carnaval.