Un grupo del Espanyol denuncia amenazas a socios con esteladas

Bien se sabe que fútbol y política van de la mano. Más todavía en tiempos convulsos. De ahí que desde hace un tiempo los estadios catalanes se hayan convertido en un lugar de denuncia social. Silbidos, gritos y esteladas forman parte del día a día de la gran mayoría de campos catalanes. En unos, se da por hecho. Sin embargo, en otros, la presencia de esteladas no es bienvenida. Es lo que ocurre en Cornellà-El Prat, donde los socios que acuden con la bandera independentista han sido amenazados en más de una ocasión.

Por esta razón, y en aras de la pluralidad de pensamiento, Democracia RCDE, un grupo de pequeños accionistas, socios y peñas del Espanyol, ha publicado un comunicado en el que denuncian la pasividad del club ante las amenazas recibidas. En el escrito señalan que "un club puede disfrazarse de ser apolítico" pero que el "apoliticismo deja de tener sentido cuando una de las partes decide saltarse la norma e imponer su ideología".

Tolerancia ante todo

Los denunciantes reclaman libertad por encima de todo. Poder llevar la bandera que quieran y que nadie les imponga un punto de vista político. Porque ellos son pericos y en el fútbol, dicen, hay que respectar la pluralidad y promover la tolerancia. Todavía más cuando se pertenece al Espanyol, que tiempo atrás promovió la campaña "solo blanco y azul".

Por eso denuncian los silbidos que Cornellà-El Prat dedicó a los aficionados del Girona cuando estos empezaron a hacer cánticos y gritos en favor de la independencia de Catalunya. "Un club muere en el momento en el que sus gradas silban y censuran el grito de libertad", sentencian en un comunicado en el que se preguntan por qué en épocas electorales los partidos unionistas tienen presencia alrededor del estadio y los independentistas, no.