Heraldo-Diario de Soria

RACHA DE CUATRO MESES

Valverde firma una gran metamorfosis

El técnico pilota el renacer del Barça superando la doble derrota veraniega con el Madrid y encadena 24 partidos sin perder

Valverde, en una rueda de prensa previa al choque europeo con el Olympiacos.-JORDI COTRINA

Valverde, en una rueda de prensa previa al choque europeo con el Olympiacos.-JORDI COTRINA

Publicado por
MARCOS LÓPEZ
Soria

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A mediados de agosto, Messi tenía la mirada perdida en el centro del Bernabéu. Deambulaba aturdido el 10. Estaba deprimido porque el incipiente Barça de Valverde se abocaba al abismo, maltratado y humillado de tal manera por el Madrid (un parcial de 5-1 en la Supercopa de España) que hasta Piqué tuvo que asumir que "por primera vez en los nueve últimos años" se había sentido inferior. Pero cuatro meses después la metamorfosis azulgrana es tan grande y beneficiosa que se presenta como líder con una ventaja de 11 puntos (el Madrid con un partido menos) al clásico del sábado.

Un clásico realmente decisivo para el equipo de Zidane, mientras el Barça, que ha protagonizado un renacer de la mano de Valverde, se lo mira con tranquilidad. "Sería muy lindo ganar porque les sacaríamos una ventaja muy importante y se pasarían unas Navidades felices", dijo Messi, tras recibir el trofeo Pichichi como máximo goleador de la pasada temporada (37 tantos). Lo que no imaginaba el Barça es aparecer en Madrid tras firmar una impecable racha de 24 partidos sin perder, sorteando con astucia la doble derrota veraniega con el Madrid.

Experimento con 3 centrales

El viaje del Bernabéu al Bernabéu retrata también la peripecia vital de Valverde en el banquillo azulgrana. Aquel día, el técnico decidió experimentar con un sistema basado en tres centrales que nunca más volvió a emplear. Es más, en la segunda mitad y después de recibir dos goles en apenas 39 minutos (primero Marco Asensio desde su casa con un tiro de casi 30 metros y luego Benzema se aprovechó de un despiste de Umtiti), abandonó el Txingurri esa fórmula, que nunca más empleó.

Asimétrico y pragmático

Temeroso con lo que había vivido, expuesto como quedó en la cornisa del Bernabéu, Valverde acentuó su pragmatismo. Desde entonces, el Barça se hizo mucho más fiable defensivamente, acusando, como era obvio, la terrible ausencia de Neymar. Sin él, tenía mucha menos magia y, por supuesto, carecía de desequilibrio. Y el técnico, consciente de esas debilidades, dibujó un Barça asimétrico dejando la banda izquierda para el llanero solitario Jordi Alba, mientras en la derecha corrían Dembelé, pero se lesionó muy pronto, Deulofeu, Aleix Vidal, Alcácer y hasta André Gomes.

El 4-3-3 dejó pronto de ser una Biblia porque Valverde, una vez entró el joven delantero francés en la enfermería, solidificó su obra incrustando a Paulinho en el 4-4-2, una de las señas de identidad de su Barça, necesitado, sobre todo, de transitar con paso seguro tras el temblor veraniego que afectó a todos. Incluso a los propios jugadores.

Poco a poco, el equipo fue renaciendo de esas cenizas de la Supercopa completando una austera liguilla de Champions (ya era, eso sí, primero a falta de un partido), además de encaramarse al liderato en la Liga en la segunda jornada abriendo cada semana un hueco más grande con sus perseguidores.

Valverde, prudente y precavido, ha extraído el mejor rendimiento a jugadores que decayeron el curso pasado, como Alba, Iniesta o Busquets, disfrutando del mejor Ter Stegen nunca visto y de un colosal Umtiti hasta su lesión. Incluso, los ha dosificado. Aunque al Bernabéu llegará con su once y nada más. Y sin delanteros suplentes. 

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