importante audiencia
Márquez encabezará la delegación de MotoGP que visitará, el miércoles, al Papa Francisco
La audiencia se celebrará la misma semana en que se disputa el GP de San Marino, en el trazado Marco Simoncelli, de Rimini
El Papa Francisco ya recibió, en el 2013, la visita de una delegación de la firma de motos Harley Davidson.-
Marc Márquez (Honda), actual tetracampeón del mundo de MotoGP, encabezará, junto a Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports, compañía organizadora del Mundial de motociclismo, la delegación que, el próximo miércoles, será recibida por el Papa Francisco, en el Vaticano, un día antes de que dé comienzo el Gran Premio de la República de San Marino, en el circuito de Misano Adriático-Marco Simoncelli. La audiencia fue solicitada, hace algunas semanas, por Giovenni Copiolo, presidente de la Federión Italiana de Motociclismo (FMI), apoyado, desde el primer momento,por el CONI (Comité Olímpìco Italiano) y la organización del Mundial. Junto a Ezpeleta y Copiolo también acudirá a la recepción Giovanni Malagò, presidente del CONI.
Ausencia de Rossi y Dovizioso
También estarán presentes en la audiencia los pilotos Andrea Iannone (Suzuki), Danilo Petrucci y Jack Miller (Ducati) y Dani Pedrosa, compañero de Márquez en el equipo Repsol Honda. Davide Brivio, responsable del equipo Suzuki; Francesco Guidotti, jefe del team Alma Pramac Racing y Paolo Simoncelli, padre de Marco y team manager de la formación Sic58 Squadra Corse, completarán la expedición al Vaticano. Parece que tanto Valentino Rossi como Andrea Dovizioso, los dos grandes pilotos italianos de la parrilla de MotoGP, declinaron, al igual que ocurrió con el equipo Movistar Yamaha, la invitación de formar parte de la delegación que será recibida por el Papa Francisco.
No es la primera vez que el Papa Francisco recibe a 'moteros'. En junio del 2013, cuando se conmemoraba el 110 aniversario de la creación de la mítica marca de motos norteamericana Harley Davidson. Francisco recibió a una amplia delegación de 'motards' de esa popular marca, que le regalaron una Dyna Super Glide, sobre cuyo depósito el Papa estampo su firma para que, posteriormente, fuese subastada y los 241.000 euros que se consiguieron fueron a engrosar la cuenta de Cáritas Roma.