CICLISMO
Gravel, una bicicleta para no detenerse
Esta modalidad híbrida de ciclismo suma adeptos en la provincia, como Sergio Sánchez, que ha abierto una web con la que propone rutas por Soria
Entre la carretera, la montaña y el ciclocross ha surgido una nueva modalidad que se ha dado a llamar gravel y que suma adeptos a base de una bicicleta más parecida visualmente a una de carretera, con
ruedas más gordas, frenos de disco, una estructura más resistente y unos desarrollos más parecidos a
los de montaña.
«Para mí gravel es que no te detenga nada», afirma Sergio Sánchez, un barcelonés de nacimiento afincado en –«y enamorado de»– Soria desde hace 12 años. «Es una bicicleta todoterreno, pero más rápida que una de montaña por carretera», añade. Eso sí, destaca que hay que ser consciente de que no es una bicicleta de carretera pesada ni una de montaña sin suspensión. Y se puede parecer a una de ciclocross, pero hay que tener en cuenta que en esta prima la competitividad y en las gravel la comodidad y el ocio. De hecho, son una buena elección para quienes viajan sobre dos ruedas y realizan grandes distancias.
Es, dice Sergio, una bicicleta que en Soria «tiene muchas posibilidades». Este treintañero, que llegó a Soria por el atletismo y entrenó con Ramón Zapata y Abel Antón, tuvo una lesión y lleva ya varios años disfrutando del ciclismo. Convencido de poder conseguir una bici con la que no verse limitado en sus salidas, empezó mezclando partes de algunas monturas, hasta que un amigo le descubrió el movimiento gravel. Lleva ya unos cuantos meses poniendo en marcha un proyecto con el que a la par que pone de relieve esta modalidad, muestra la provincia y atrae a otros ciclistas hasta este entorno. Se llama Mad Chain y cuenta con una página web y sus respectivas redes sociales en las que cuelga rutas y cuenta sus salidas solo o con sus compañeros. «El objetivo es disfrutar y que vea la gente lo que hay en Soria, que luego se sorprenden, y con esta bicicleta tienes mucha libertad para descubrir cosas».
La definición es complicada o tan extensa como su uso. La idea, como explica Sánchez, experto a base de usarlas y defensor de esta modalidad ciclista, es la de «una bicicleta súper mixta para intentar ir por todos los sitios». Carretera, pista, caminos, sendas... «La idea es que te puedas tomar por la mañana un café en la plaza del Rosel y llegues a subir Santa Inés sin haber pisado antes la carretera, vayas entonces por asfalto, comas en El Quintanarejo y te vuelvas a Soria por donde quieras». Todo ello con
una sola montura. Y es importante destacar que, «si quieres, te olvidas del tráfico», una opción para aquellas personas a las que rodar por carretera no les entusiasma, por la seguridad, pero sí pueden disfrutar de tramos más tranquilos. Añade que en los senderos es una bicicleta «con más chispa, velocidad y muy intuitiva», aunque más rígida que una de montaña con doble suspensión, obviamente, y con un cuadro menos resistente.
La versatilidad es uno de los adjetivos que mejor definen a esta nueva modalidad que ya hace unos años que irrumpió en el panorama ciclista y que cuenta con sus defensores y sus detractores. De hecho, tiene sus pros y sus contras, como que son bicis resistentes y aptas para casi cualquier terreno, sobre todo para pistas de grava y también se puede meter por sendas. Ello a pesar de no contar con suspensión, aunque sí pueden montarse con un cuadro que absorba parte del impacto. Con ello, no alcanzan la robustez de una de montaña y, a pesar de que por asfalto son mucho más rápidas que estas, también son más lentas que las de ruta.