LAS FINALES DE LA COPA DEL MUNDO
Puchner da la sorpresa en el descenso femenino de Grandvalira
De izquierda a derecha, Rebensburg, Puchner y Suter, el podio del descenso femenino en Grandvalira (Andorra).-GETTY IMAGES / DAVID RAMOS
Si el descenso masculino ha sido para un experimentado especialista, el italiano de 29 años Dominik Paris, el femenino ha caído de parte de una ilustre novata, la austriaca de 26 años Mirjam Puchner, que ha elegido un buen día para conseguir solamente su segunda victoria en la Copa del Mundo. Partiendo con un dorsal alto (18 de 21 participantes), Puchner se ha impuesto en las finales de la Copa del Mundo de Grandvalira (Andorra) con un tiempo de 1.32.91 minutos, solo 3 centésimas por delante de la veterana alemana de 29 años Viktoria Rebensburg y 8 centésimas más rápida que la suiza Corinne Suter, que había salido la primera.
Un largo parón de un cuarto de hora para atender a la lesionada Cornelia Hütter (Austria) benefició a las seis esquiadoras que salieron detrás, que encontraron una pista de L'Àliga, en el sector de El Tarter, más rápida porque la nieve se había enfriado. Eso aprovechó Puchner para dar la sorpresa, ya que únicamente había subido una vez a un podio importante, con la victoria en el descenso de otras finales de la Copa del Mundo, las del 2016 en Saint Moritz (Suiza). Rebensburg, campeona olímpica de gigante en Vancouver 2010, que ya se veía con la victoria en la mano, se tuvo que conformar con el segundo puesto en una especialidad en la que nunca ha conseguido un triunfo.
GLOBO DE CRISTAL PARA SCHMIDHOFER
Las esquiadoras que luchaban por el globo de cristal (el trofeo que acredita a los mejores de la temporada) en descenso se han visto apartadas del podio. La austriaca Nicole Schmidhofer solo necesitaba un 15º puesto para mantener el liderato, y se ha limitado a acabar (ha sido undécima). La otra aspirante, otra austriaca, Ramona Siebenhofer, ha perdido sus opciones a mitad de carrera (ha estado a punto de caer) y ha sido 19ª, acabando tercera en la general, superada por su compatriota Stephanie Venier.
La prueba, al igual que la masculina, celebrada una hora y media antes, ha registrado una gran igualdad, ya que 11 esquiadoras han entrado en el mismo segundo en la meta, rodeada de una grada llena, con capacidad para 1.000 personas.