El Numancia B se despide del ascenso a Segunda B

El Numancia B se despide en la segunda eliminatoria del sueño del ascenso a Segunda B, después de un encuentro en el que ha sido mejor hasta el descanso pero su juego ha perdido gas e intensidad a partir del descanso. El conjunto soriano ha sido valiente en tierras gaditanas pero en la prórroga ha visto como se ha desvanecido la posibilidad de dar el salto de categoría.

La primera parte del filial cadista no ha variado el guión de lo que viene ofreciendo en el play-off; un equipo que le cuesta generar peligro y que pierde excesivos balones en la línea de creación. El Numancia B se ha sentido más cómodo y tanto el control como las principales llegadas han llevado su rúbrica. Con dos jugadores en punta ejerciendo la presión, a los pupilos de Juanma Pavón les costaba encontrar espacios para comprometer la portería defendida por Jara. Hasta el ecuador Álex Huerta le ganaba la partida a su homónimo en el banquillo local.

Los avisos fueron de los numantinos con una volea de Vallejo que Cristian Arco despeja de puños, un centro de Guillermo que salva Duarte en el corazón del área, un lanzamiento de Cámara que se escapa a la izquierda del portero cadista, un rechace que engancha Beli y tampoco va entre palos y, por último, un chut raso de Silva que se marcha fuera.

El filial amarillo trató de armarse con una falta de estrategia que Moi cabecea en el segundo palo pero los arietes cadistas no son capaces de acertar con un balón que despeja la zaga visitante.

El primer periodo se despedía con sensaciones de espesura en los locales, algo atenazados para trenzar y generar un ataque peligroso de verdad, así como con el temor de que alguna de las llegadas del Numancia B pusieran la eliminatoria muy cuesta arriba.

A la vuelta de vestuarios el Cádiz B tardó siete minutos en mostrar otra cara y acercarse al área numantina con verdadero peligro. Liderado por la mejor versión de Javi Navarro, los amarillos han encerrado a su enemigo y han podido marcar. El extremo se destapó con una gran acción, auto pase incluido, pero su tiro acabó en córner. La siguiente fue aún mejor; remate de cabeza de Seth Vega que despejó el meta lanzándose abajo y el rechace lo estrelló en el poste Saturday cuando lo tenía todo a favor. La mejor fase cadista acabó en el minuto 71 con un tiro flojo de Jordi Tur que blocó Jara.

Los últimos diez minutos fueron de ´golpes´ leves de unos y otros pero se notaba ya el miedo a recibir un gol por lo que suponía a esa altura de encuentro. Uno de esos ´golpes´, una falta directa de Moi, encontró la mejor respuesta en el portero soriano. Y otro, tras un rechace, fue un potente chut de Ander Vidorreta que se escapó fuera. Empate a cero al cumplirse los 90 minutos, por lo que tocaba jugar una prórroga temible por el desgaste físico a esta altura de temporada.

El primer periodo de la prórroga quedó marcado por un lanzamiento de David Hinojosa al poste; todo ello tras un error brutal de Moha, que dejó el esférico suelto en el borde del área, aunque no tuvo suerte el pivote cadista tras su gran tiro.

El cansancio empezaba a hacer mella y Pavón retiraba a Javi Pérez para buscar la frescura y verticalidad de Chapela por la banda derecha. Luego daría entrada a Javi Moreno para agotar todas las sustituciones. Antes, Huerta había agotado dos de sus tres cambios.

Lo cierto es que la prórroga no determinó un claro dominador y la sensación era que se iba a llevar el gato al agua el que no cometiera errores. Todo ello sin pensar en los penaltis que es ya otro tipo de suerte. Costaba aguantar físicamente sobre la hierba y era palpable el desgaste en algunos jugadores de ambos bandos.

Y no fue un error y sí un acierto el que rompió la igualdad. Chapela soltó un centro chut raso desde el ala derecha que Seth Vega envió al fondo de la red lanzándose al césped y adelantándose a todos los zagueros numantinos. Lo más difícil le quedaba por delante al Numancia B: hacer un gol que le diera el pase tras el 0-0 de la ida, si bien apenas se registraron ocasiones y los sorianos tuvieron que decir adiós: eso sí, con la cabeza bien alta porque como cuarto clasificado puso en serios apuros al campeón del grupo X.