FASE ASIÁTICA DE CLASIFICACIÓN PARA EL MUNDIAL-2022
Corea contra Corea: A una chispa del incendio
Las selecciones de Corea del Norte y Corea del Sur se enfrentan por primera vez en suelo norcoreano en un ambiente de tensión creciente. "Tengo un poco de miedo de ir a Pyongyang, espero poder volver con vida", reconoció antes de viajar al norte el defensa surcoreano Lee Jae-ik
Cuando los libros de historia cuentan cómo se inicia una guerra moderna, la atención se centra en un momento concreto en el que estalla la tensión acumulada: el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo en 1914 antes de la Primera Guerra Mundial; o la toma de la Bastilla en el París de julio de 1789 para desatar la Revolución Francesa. Ese es el momento en el que la gota colma el vaso, el punto de ruptura que marca un cambio de paradigma; pero en torno al suceso ya se había cultivado todo un contexto prebélico que explica todo lo que vino después.
La situación en la península de Corea entre la República Popular Democrática de Corea, al norte, y la República de Corea, al sur, responde, casi a la perfección, al modelo que cualquiera se imaginaría para dibujar cómo sería el escenario previo a un conflicto internacional entre dos vecinos separados desde los años 50 y técnicamente en guerra. Sin olvidar, por supuesto, la tensión creciente tras el fracaso de las últimas negociaciones de paz, con injerencias de Estados Unidos y maniobras militares constantes de Washington y Seúl. En el norte, proliferan las pruebas con misiles y, como telón de fondo, una negociación nuclear sin perspectivas de acuerdo con la gran potencia americana.
Si un observador futuro de la historia se asomara unos segundos al presente por una brecha temporal, solo diría que falta una chispa para desatar un incendio potencialmente masivo y de consecuencias imprevisibles, avivado por las toneladas de combustible inconscientemente apiladas durante décadas en torno a una frontera artificial, la más militarizada del mundo.
En ese escenario se presenta un partido de fútbol, el primero oficial entre los equipos nacionales masculinos de la dos Coreas en suelo del norte, en el estadio Kim Il-Sung de Pyongyang (10.30 horas en territorio peninsular).
MIEDO DE IR AL NORTE
Con la clasificación para el próximo Mundial en juego, las dos selecciones cuentan sus partidos por victorias y se disputan la primera plaza del grupo; la confederación asiática, AFC, bajo la supervisión de FIFA; considera Pyongyang seguro para la visita de la selección surcoreana. Pese a las vehementes quejas de Seúl, la selección que entrena el portugués Paulo Bento confirmó su asistencia al partido el 24 de septiembre, después de que la AFC descartara un estadio neutral pese a las dudas que han marcado las semanas previas. "No somos turistas. Simplemente nos centraremos en el juego", dijo el jugador del Tottenham Heung Min Son, gran estrella surcoreana. "Tengo un poco de miedo de ir a Pyongyang, espero poder volver con vida", reconoció más afectado su compañero Lee Jae-ik.
La única vez que Corea del Sur ha jugado en territorio norcoreano fue en 1990, en un amistoso bajo la bandera unificada de Corea. Fue un encuentro previo a la participación conjunta en el mundial sub-20 del 91, en un momento en el que la reunificación era factible.
La situación actual está en la antípodas, los dos equipos ya jugaron en clasificatorios 2010, pero Corea del Norte jugó como local en Shanghai porque se negó a izar la bandera y a tocar el himno de Corea del Sur en suelo norcoreano.
DESINFORMACIÓN Y QUEJAS
Desde inicios de octubre y hasta los últimos días, Corea del Sur se ha quejado de que el gobierno del norte no les había informado de nada respecto a la logística del viaje y a los trámites administrativos; pero la expedición surcoreana viajó finalmente el domingo a Pyongyang (a través de Pekín para obtener el visado norcoreano) con 55 integrantes, 25 de ellos jugadores, sin periodistas. Tampoco se ha organizado ningún viaje oficial de aficionados, que tendrían que solicitar de forma individual una invitación del gobierno del norte si quieren visitar su territorio.
El ministerio de unificación de Corea del Sur, que se quejó ya el jueves en este sentido, ha confirmado que su vecino del norte no permitirá la retransmisión televisiva en directo del partido en el sur. El precedente más cercano es el partido que jugó el equipo femenino nacional de Corea del Sur en Pyongyang, en la fase de clasificación para la Copa Asiática en 2017, entonces la televisión norcoreana solo pudo retransmitir una versión editada del partido días después.
PERMISOS Y PAÍSES EXILIADOS
Ya en esta fase clasificatoria para el Mundial, la AFC permitió que se jugara un Sri Lanka-Macao un mes y medio después de los atentados de Pascua de abril de 2019, que provocaron más de 300 fallecidos en la isla; que Macao perdió 3-0 por no asistencia. Por su parte, Yemen, sumido en la peor crisis humanitaria del mundo, según la ONU, y bombardeado por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos; tiene que jugar sus partidos como local fuera de su territorio. Comparte grupo su gran atacante bélico, con el que jugó en septiembre en Bahrein y cosechó un empate que no facilita la clasificación a los saudíes.
Además, Timor jugó los dos partido ante Malasia en Yakarta en previa, Pakistán tampoco pudo jugar en casa en la ronda que perdió contra Camboya después de 28 días concentrados; Palestina no puede jugar en su territorio, Afghanistan disputa sus partidos en Tayikistán y Siria, después de casi 9 años de guerra civil, juega como local en Dubai.
En África, donde ya se ha jugado la ronda preliminar para el próximo Mundial, solo Somalia no pudo disputar su partido en casa, jugó en Yibuti; con el país oficialmente en guerra civil y Mogadiscio asediada por el yihadismo.
VETOS EUROPEOS: ESPAÑA Y GIBRALTAR
En cuestión de vetos, la confederación europea es la más intervencionista y previsora, con bloqueos que no se dan en el resto del mundo. UEFA no permite que cinco parejas de equipos se encuentren en un grupo de clasificación: España y Gibraltar; Armenia y Azerbaiyán; Bosnia y Kosovo; Serbia y Kosovo, y Rusia y Ucrania. Sí se podría repetir el enfrentamiento entre Serbia y Albania, que en 2014 registró una pelea masiva de futbolistas y altercados muy graves después de que un dron sobrevolara el estadio en Belgrado con una bandera de la Gran Albania.
Además de por cuestiones políticas, en los clasificatorios europeos no puede haber más de dos naciones de "invierno extremo" en un grupo (son Bielorrusia, Estonia, Islas Feroe, Finlandia, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Rusia y Ucrania); ni dos viajes con "distancia excesiva" para Azerbaiyán, Islandia y Kazajistán.