La Champions vuelve a poner a prueba a Simeone

Entre las luces y las fiestas del verano, con goleada al Madrid incluida, no se veían con facilidad las grietas en la nueva construcción que intenta levantar Diego Simeone desde el banquillo del Atlético de Madrid. Cuatro meses después, con la llegada de los momentos decisivos en la Liga de Campeones, el proyecto se enfrenta a un todo o nada este miércoles ante el Lokomotiv de Moscú (21.00 horas), ante el riesgo fehaciente y palpable de quedar fuera en la fase de grupos.

Las derrotas ante Leverkusen y Juventus han dejado al proyecto de Simeone a prueba en un momento complicado de la temporada en el que la alarmante falta de gol está afeado el buen juego del equipo en los últimos partidos. En el campo hemos hecho todo lo posible para ganar, si seguimos así las cosas van a salir y todos vamos a estar más felices, resumió Oblak antes del partido.

Es una final y Simeone encaró la previa como merece la ocasión, enérgico y contundente: Creo en mi equipo y en mis jugadores. Los resultados llegarán como consecuencia de lo que ellos están haciendo en el campo, empezó diciendo Simeone. Los números hablan de la realidad de hoy, tenemos el desafío de revertirlo, amplió después sobre los datos que sitúan al de esta temporada como su peor equipo atlético.

Los fantasmas de Bakú

El margen de error se ha terminado y los fantasmas de Bakú y el 2017, cuando quedaron fuera en la fase de grupos tras dos inesperados empates ante el Qarabag, vuelven a un Metropolitano concienciado como ante una gran cita. Si el equipo de Simeone gana estará clasificado, si no, debe esperar que el Leverkusen no consiga más puntos que ellos en Alemania ante una Juventus ya clasificada como primera de grupo.

Para apuntalar la defensa se espera la vuelta, directo al once titular, del uruguayo José María Giménez, después de unas semanas ultimando la recuperación de su enésima lesión muscular. En el plan que ha ensayado Simeone, algo más ofensivo que el último gran partido ante el Barça, añade la presencia de Correa en banda a los delanteros Joao Félix y Morata. El sacrificado en el centro del campo parece que va a ser Herrrera, por detrás de Thomas y de los intocables Saúl y Koke.

El Lokomotiv no se juega nada en el partido, ya matemáticamente último de grupo y sin futuro este año en Europa. En la liga rusa, los de Siomin marchan quintos, también entre problemas, a once puntos del liderato y con dos derrotas en lo que va de diciembre, la última 4-0 en Tula ante el Arsenal.