POLIDEPORTIVO
Fases para la reactivación
Los deportistas profesionales, de alto nivel y federados, inician desde esta semana su camino de entrenamientos con el objetivo de recuperar la competición paralizada por la pandemia
Desde el pasado sábado, los deportistas, como el resto de la ciudadanía, encontraron un alivio en la medida de relajación del confinamiento con la posibilidad de salir a la calle para ejercitarse de manera individual después de siete semanas encerrados en casa por la pandemia del covid-19 y la implantación del estado de alarma, decretado por las autoridades sanitarias. Un primer paso para todos los deportistas que encuentra desde ayer continuidad en las diferentes fases de reactivación de la práctica deportiva. No todos recibirán el mismo trato a la hora de desarrollar la actividad, dependerá de la definición de deportista que el Ministerio de Sanidad distingue en su orden (SND/388/2020, de 3 de mayo): profesionales, de alto nivel, federados, pertenecientes a ligas profesionales… Para cada grupo especifica unas condiciones para el desarrollo de la actividad deportiva. A esto se añade el protocolo del Consejo Superior de Deportes (CSD), en el marco de las fases para la recuperación de la cotidianeidad y la vuelta a la anterior situación de habitualidad y normalidad, previa a la crisis sanitaria. Una guía para los deportistas, que intentan recuperar sus hábitos de entrenamiento y la posibilidad de regresar próximamente a la competición. Todo dependerá de la evolución de la pandemia del coronavirus.
«Mediante la presente norma se adoptan diferentes medidas destinadas a flexibilizar determinadas restricciones establecidas tras la declaración del estado de alarma en materia del deporte profesional y federado», recoge la orden. Las condiciones delimitan que los deportistas profesionales, desde la presente semana, podrán realizar entrenamientos de forma individual, al aire libre, dentro de los límites de la provincia en la que resida el deportista. Podrán acceder, en caso de resultar necesario, a aquellos espacios naturales en los que deban desarrollar su actividad, como ríos o embalses, entre otros, y podrán utilizar los implementos deportivos y equipamiento necesario. No contarán con restricciones horarias, «la duración y el horario de los entrenamientos serán los necesarios para el mantenimiento adecuado de la forma deportiva», se puntualiza. También podrán presenciar las sesiones una persona que ejerza la labor de entrenador, siempre y cuando guarde las medidas de distanciamiento social e higiene para la prevención del contagio del covid-19, indicadas por las autoridades sanitarias.
Otro grupo de deportistas, los federados y a los que no se alude anteriormente, podrán realizar entrenamientos de forma individual, en espacios al aire libre, dos veces al día, en las dos franjas horarias asignadas, entre las 6.00 y las 10.00 horas y entre las 20.00 y las 23.00 horas, siempre dentro de los límites del término municipal en el que tengan su residencia. Para este colectivo, no se permitirá la presencia de entrenadores u otro tipo de personal auxiliar durante la actividad de entrenamiento. La orden también especifica el carácter singular de los deportistas integrados en clubes o sociedades anónimas deportivas participantes en ligas profesionales. Todos ellos podrán realizar entrenamientos de manera individual, en esta primera fase, desarrollado en los centros de entrenamiento de los clubes o sociedades anónimas. Siempre cumpliendo las medidas de prevención e higiene.
Las autoridades acotan más si cabe la práctica deportiva con el protocolo redactado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) de referencia y obligado cumplimiento para todos los deportistas federados, deportistas profesionales y de alto nivel, así como para las federaciones y entidades deportivas enfocado al reinicio de los entrenamientos, confirmado en la presente semana, y la posterior reanudación de las competiciones oficiales. Siempre vinculado a la superación de la pandemia y la crisis sanitaria. El CSD marca una hoja de ruta con cuatro fases, siempre con la conveniencia de aplicarlo de manera preferentemente confinada, en una instalación o lugar cerrado a la vía pública y con acceso limitado al exterior, y con la intención de procurar la vuelta a la actividad en un estado de forma óptimo para los deportistas.
La primera fase es la denominada de entrenamiento individual o básico. «A realizar, con carácter general, manteniendo el confinamiento en el domicilio, residencia deportiva o alojamiento temporal. Será similar para deportes individuales o colectivos», desgrana el protocolo del CSD, que incide en que «si el deportista debe acudir a una instalación para entrenar, esta debe ser la de su club o equipo o la de un centro de entrenamiento donde se puedan respetar las previsiones que se indican» sobre higiene, aseo y comportamiento, desinfección, distancia social, número del personal presente, uso de material de protección, controles médicos en el inicio de la fase, entre una lista de actuaciones de obligado cumplimiento. En la segunda fase, denominada de entrenamiento medio, se recuperarán los entrenamientos, y en el caso de los equipos el trabajo táctico no exhaustivo. El protocolo recomienda para esta fase la concentración tanto en las disciplinas individuales como las de grupo. Con carácter general, los deportistas no podrán compartir ningún material. Durante esta fase se repetirá un control médico. En caso de detección de un positivo por covid-19 dentro de la plantilla, cuerpo técnico o trabajadores miembros de la concentración, se deberán seguir las siguientes pautas, recoge el protocolo: aislar inmediatamente al positivo en un lugar apartado de la concentración; realizar prueba de covid-19 a todo el grupo de entrenamiento, así como al diferente cuerpo técnico o personal con el que hubiese podido tener un contacto, quedando estos apartados hasta la obtención de los resultados.
La tercera fase la define como de entrenamiento total precompetición. Se intensificarán los entrenamientos hasta el modo de precompetición y en el caso de deportes de equipo, los trabajos tácticos exhaustivos. Recomendación para la ejecución de la fase es que los deportistas estén en régimen de concentración. Las tres fases deberán sumar un mínimo de tres a cuatro semanas. Bajo la supervisión del jefe médico responsable de la aplicación del protocolo previsto en la fase anterior, se repetirá un control médico con la misma intención que en la fase precedente.
La última fase, la de competición, llegará cuando las Autoridades sanitarias y deportivas lo decidan. La regla general del protocolo confirma que serán a puerta cerrada y de corta duración. También señala que entre el final de la tercera fase y el inicio de la competición deberá pasar al menos una semana. En las ligas, el tiempo entre jornadas debe ser informado por los médicos que trabajan en cada deporte y especialidad concreta, teniendo en cuenta el número de encuentros que se deban disputar. Y deberán tener en cuenta que coincidirán con el inicio del verano por lo que las condiciones de calor y humedad aumentarán. Durante esta fase se repetirá el control médico por tercera vez.