Heraldo-Diario de Soria

CD NUMANCIA

Carrillo guía al Numancia (3-1)

El murciano salió en la segunda parte y fue clave en la remontada de un equipo rojillo que hasta entonces había decepcionado / Rubén Mesa, que falló un penalti, marca los goles a pares 

Los jugadores del Numancia celebran uno de los goles de la remontada ante el Nástic. GONZALO MONTESEGURO

Los jugadores del Numancia celebran uno de los goles de la remontada ante el Nástic. GONZALO MONTESEGURO

Publicado por
FÉLIX TELLO
Soria

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El C.D. Numancia se reconcilió con Los Pajaritos y, después de dos derrotas, volvía a ganar como local en un encuentro ante el Nástic de Tarragona en el que ofreció dos caras bien diferentes. Una cara gris en la primera parte y otra ilusionante en la segunda al ritmo de Carrillo, que dinamitó el partido para ser clave en la remontada numantina junto con el goleador Rubén Mesa. Ambos fueron los claros protagonistas en una mañana que se había puesto muy oscura y que acabó siendo muy dulce para un conjunto necesitado de alegrías. La grada del municipal por fin tenía motivos para celebrar.

Iñaki Bea dio continuidad al once inicial de la pasada jornada en Sabadell para apostar por una defensa con tres centrales, con Jaume Pol en el costado izquierdo y Dani Sánchez en el carril zurdo. Valín seguía una jornada más como carrilero derecho en una zaga que completaban Fer Román y Gorka Pérez. Toni Arranz y Bonaldo formaban en el doble pivote del centro del campo, con Mancebo por la banda derecha e Iñigo Muñoz por la izquierda. Rubén Mesa, el máximo goleador del Numancia con ocho goles, como hombre más adelantado en la punta del ataque. Un 5-2-3 de manual en búsqueda de volver a ganar en Los Pajaritos después de dos jornadas sin puntuar.

Parra, portero del Nástic de Tarragona, fue un espectador más en Los Pajaritos en una primera parte en la que el Numancia continuó con la misma tónica de los últimos partidos en los que apenas ha inquietado a su rival. Fue un Numancia plano y sin ideas en el centro del campo, que en ocasiones de gol se traducía en nada de nada. Y es que los rojillos no dispararon a puerta en los primeros 45 minutos ante un cuadro visitante que estuvo muy cómodo sobre el césped del municipal.

El encuentro arrancaba con un Nástic acechando el marco de Ayesa y fruto de ello el 0-1 no se hacía esperar en lo que fue un auténtico mazazo para un equipo que a tenor de lo que se está viendo tiene la moral bastante limitada. Fue en un saque de esquina que peinaba el ex numantino Guillermo en el primer palo para que en el segundo el central Quintanilla rematase a la red sin oposición.

Jarro de agua fría y lo único positivo es que el Numancia tenía todo un mundo para reivindicarse y darle la vuelta al marcador. Pero este Numancia no tiene capacidad de reacción y hasta el descanso fue un querer y no poder con un juego impreciso y sin criterio que facilitaba el trabajo defensivo de los catalanes. Y gracias porque la renta visitante se pudo ampliar si Aaron Rey hubiera estado acertado en lo que se pudo considerar un mano a mano con Ayesa. Gorka Pérez había errado en la entrega y con todo a favor Rey se mostraba demasiado lento en la transición de ataque.

Lo único reseñable del Numancia en ataque fue un testarazo de Fer Román a la salida de un córner que se marchaba demasiado alto. Escaso bagaje ofensivo para un equipo al que la mochila de los últimos partidos en casa le estaba pesando mucho. El Numancia mucho tenía que mejorar en la segunda parte para voltear un partido en el que los de Iñaki Bea había exhibido otra versión para olvidar.

El entrenador numantino movió ficha en la reanudación para pasar a la defensa de cuatro al dar entrada a Carrillo en detrimento de Dani Sánchez. La apuesta le salió perfecta y el Numancia fue otro en la segunda parte. Se vio a un conjunto más agresivo y más intenso, con Carrillo como director de todas las operaciones en el frente del ataque. Fer Román y Mesa ya avisaban en los primeros compases de la reanudación con un remate de cabeza alto y con el primer disparo local entre los tres palos.

El Nástic comenzaba a notar la presión y en un error de Gorostidi al hacer un claro penalti sobre Íñigo Muñoz cambiaba la suerte del encuentro. La pena máxima la lanzaba Rubén Mesa, paraba el portero y el rechace lo mandaba Mancebo a la jaula. Empate a uno y un nuevo enfrentamiento por delante en el que emergía la figura de Carrillo para desquiciar a la maltrecha zaga visitante.

Carrillo estaba haciendo auténticas diabluras y el Nástic era incapaz de sujetar a un hombre que había cambiado la cara de los sorianos. El murciano se marcó un jugadón de bandera para habilitar a Mesa, que a placer hacía el 2-1. El Numancia había hecho lo más difícil y sólo tres minutos después otra vez Mesa aparecía para ponerle la rúbrica al choque con el 3-1. El Numancia lo estaba bordando y nada tenía que ver con el equipo timorato y ausente de la primera parte.

La goleada pudo llegar cuando quedaba un cuarto de hora para el final y Carrillo de nuevo maltrataba a la zaga del Nástic, que no tuvo más remedio que frenar al atacante con un claro penalti que fallaba el propio Carrillo. Ya hasta el final, el Nástic intentó reaccionar pero el Numancia ya tenía en sus manos una victoria que le reconcilia con la sufrida afición de Los Pajaritos.

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