Balonmano Soria o la rutina del triunfo
El equipo de Lluelles endosa un 20-27 al Grupo Cultura Covadonga para seguir celebrando un pleno de victorias en Liga con 13 partidos disputados
Vinicius metió siete goles para erigirse en el máximo anotador de los sorianos.
Trece partidos, trece victorias. El Balonmano Soria sumó un nuevo triunfo para poner más brillo a su inmaculada trayectoria en una categoría que se le queda pequeña. El equipo soriano, que fue de menos a más, siempre mandó en un partido en el que solo fue por debajo en el marcador en el primer minuto, cuando el Covadonga inauguró el marcador.
El BM Soria salió con una impronta ambiciosa con un Jeremy que castigaba al equipo gijonés. El acierto del lateral del equipo soriano le valía para ponerse por delante en el marcador en los primeros minutos, pero el Covadonga se mostraba también acertado en ataque y neutralizaba la pujanza de los sorianos, que sufrían en los ataques rápidos de los locales.
El equipo soriano hacia los deberes en ataque, con Vinicius en todas partes y Jeremy sorprendiendo siempre por la banda y eso le valió para alcanzar una máxima diferencia de tres goles (6-9) que sin embargo enjugó el Covadonga en dos acciones fulminantes provocando el tiempo muerto del equipo soriano a cuatro minutos del descanso. Lora anotaba su primer tanto y Vinicius hacia otro en su particular exhibición para dar ventaja de dos goles a los sorianos en el descanso.
Tras la reanudación, Vinicius acentuaba su poder diferencial con dos goles consecutivos que ponían al BM Soria cuatro por delante. El primera línea brasileño resultaba imparable para un Covadonga que intentaba seguir el ritmo de un equipo soriano que ajustaba ahora mejor su defensa.
La omnipresencia del universal soriano bastaba para gobernar un partido en el que BM Soria gestionaba mejor el juego. La superioridad soriana no tenía sin embargo suficiente reflejo en el marcador y no lograba poner una ventaja de más de cuatro goles. Siempre respondía el Covadonga, que forzaba el juego estático y que se atrincheraba en el centro de su defensa. Además los laterales Lema y, sobre todo, Marcos Méndez, hacían mucho daño en la defensa soriana.
Pero el BM Soria era más certero y su juego más resolutivo, aunque con excesiva dependencia de Vinicius. Pero poco a poco fue creciendo el equipo de Lluelles, encontrando más variantes y más implicación ofensiva. Lora y Juárez sumaban en ataque y el BM Soria se iba de cinco a siete para el final (18-23) obligando al técnico local a parar el partido.
Salió reforzado el BM Soria, ya con una clara inercia positiva, otros dos goles más y una ventaja ya casi definitiva. La incidencia de Sanz había ayudado a marcar diferencias y Sarasola se sumaba también a los mejores minutos de los sorianos ya con el partido a su antojo y sometiendo a un Covadonga errático y sin gasolina. Había llegado mejor físicamente el equipo soriano al tramo final y lo hizo valer para hacerse fuerte y resolver el partido con claridad.