Caza
La caza mayor cierra campaña
Los cazadores concluyen este fin de semana una temporada inferior a la precedente
Los aficionados a la caza mayor castellanos y leoneses disfrutarán este fin de semana de los últimos lances de la temporada de caza mayor, una campaña que arrancó en septiembre y que baja el telón con unos resultados aceptables pero, sensiblemente más bajos que los de la última temporada, y en cualquier caso mucho mejores que la temporada de caza menor que concluyó a finales del mes de enero.
Algunos monteros de reconocido prestigio de la Comunidad con los que este diario habló, y que prefieren omitir sus nombres, apuntan varias causas por las que este año se va a cerrar abatiendo menos jabalíes que en otras campañas.
«Se han cazado menos y con peores trofeos, principalmente porque el jabalí es una especie que se la caza prácticamente todo el año y al que se le considera el enemigo público número uno, cuando no lo es. En este sentido no se entiende sino, como además de la temporada de caza se autorizan otros periodos de caza del jabalí sin mayores problemas, como por ejemplo poderlos cazar desde el próximo día 1 de abril cuando el aficionado debidamente autorizado y con el precinto para cazar corzos pueda cazar jabalís sin ni siquiera llegar a aprovechar la pieza, le abaten en cuanto tienen ocasión, porque están autorizados a hacerlo, pero luego muchos de ellos quedan abandonados en el campo», señalan estos experimentados venadores regionales.
«La administración regional - prosiguen-, tiene que poner coto a esto porque somos nosotros mismos nuestros propios enemigos. Por si fuera poco las nuevas tecnologías se alían con los y llenamorrales y así sabemos positivamente de algunos malos aficionados que emplean los visores térmicos, lo mismo que hacen los malos galgueros, para localizar las reses y abatirlas con total impunidad. Del mismo modo tenemos conocimiento que en grandes zonas de maizales de León se están empleando drones para saber si en estas inmensas parcelas hay jabalíes o no, y si no los encuentran, buscan en otros maizales donde puedan dar con una piara de jabalís y abatirlos sin disfrutar de la incertidumbre que supone un día de caza, donde las piezas nunca estaban aseguradas, algo que ahora parece ser que no se contempla y que solamente prima el darle gusto al dedo durante ocho o diez meses al año».
Los cazadores consultados reiteran su llamamiento a la Administración. «Rogamos encarecidamente a la Administración que vele por nuestras especies, que no autorice tantos permisos de control por daños sin comprobar si efectivamente esos daños existen y que vigilen de forma más profesional el furtivismo, porque lo hay, tanto en jabalís, como en corzos o ciervos y apenas tenemos conocimiento de actuaciones que se hayan llevado a cabo contra el furtivismo, dándonos la sensación que aquí, con tal de poner cifras sobre las capturas anuales se está descuidando varios aspectos que inciden para que las campañas de caza sean mejores, o peores», concluyeron.