Heraldo-Diario de Soria

Atletismo

David José Pineda: "El ambiente en los Juegos será impresionante"

El velocista parte el sábado hacía París para competir en los Juegos Paralímpicos que se celebran del 28 de agosto al 8 de septiembre. Competirá por el oro en los 400 metros dentro de la categoría T20, donde llega con la segunda mejor marca del año. Disputa la ronda de clasificación el día 2 y, si pasa ronda, la final el día 3

David José Pineda representará a Soria y a España en los próximos Juegos Paralímpicos.

David José Pineda representará a Soria y a España en los próximos Juegos Paralímpicos.MARIO TEJEDOR

Publicado por
Jon Ander Uriarte
Soria

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David José Pineda parece un tío tranquilo. Responde a las preguntas con parsimonia, con pausa, al ritmo caribeño de la tierra que le vio nacer, (República Dominicana), un 18 de marzo de 1998, y desde la que llegó a Soria a la edad de 12 años junto a a Efrain y Alejandro, sus dos hermanos. Las prisas no parecen ir con él salvo, claro está, cuando se calza las zapatillas y salta al anillo de atletismo. Entonces toda esa pausa y tranquilidad se transforma en potencia y velocidad. En la suficiente potencia y velocidad como para representar a Soria y a España en los próximos Juegos Paralímpicos de París que se celebran del 28 de agosto al 8 de septiembre. En concreto en los 400 metros lisos dentro de la categoría T20. Lo hace además en un año especial ya que, por primera vez en la historia del deporte español, los medallistas olímpicos y paralímpicos, van a recibir idénticos premios por los metales que obtengan en unas Olimpiadas. El soriano volará a la ciudad de la Luz el próximo sábado día 24 para últimar en la capital parisina su puesta a punto en la cita deportiva del año. Su puesta en escena tiene lugar el 2 de septiembre, a las 19.50 horas con la disputa de las rondas previas. Es el pase previo a su presencia en la final del día 3, prueba que está programada para las 20.36 horas.

P.- Llegó a Soria con 12 años, ¿cómo se animó a practicar atletismo?.

R.- Cuando llegué estaba en el colegio Santa Isabel. Ahí tenía una profesora que le había dado clase a Diego Barranco, que entrenaba a atletismo. Como sabía que estaba todos los días jugando, saltando me comentó la posibilidad de practicar atletismo. Le dije que sí, vine al Caep, probé y aquí sigo a día de hoy.

P.- En todos este tiempo en el Caep entrenas y vas evolucionando. Vas a diferentes campeonatos, entre ellos un Europeo de categoría júnior. ¿Cuándo se plantea la posibilidad de competir en una paralimpiadas, en concreto en ir a París?

R.- En 2017, antes de ir al Europeo de Grosseto, ya me lo habían ofrecido para acudir a competiciones paralímpicas y Mundiales que había. Había una fisio que me lo decía mucho porque teníamos unos amigos en común. Fuimos a probar a Madrid un día. Todo empezó porque un día que vine a entrenar y el Caep estaba cerrado fuimos a tomar café a un bar y justo estaban dando por la tele las competiciones paralímpicas, llevaba un tiempo que estaba mal, y ahí me di cuenta que tenía que hacer las cosas bien. Que tenía que aprovechar las oportunidades que tenía. Está era una de las que tenía. Hablé con mi entrenador en el Caep (Enrique Márquez) y comentamos la posibilidad de disputar competiciones paralímpicas. Quique fue el encargado de organizar todo.

P.- La gran cita de este año y su gran objetivo era estar en los Juegos Paralímpicos de París. Para ello necesitaba lograr una mínima ¿Cómo fue ese proceso hasta lograr la marca?.

R.- Fue un proceso bastante complicado porque tuve alguna oportunidad de lograr la mínima en el Campeonato de España de Discapacidad. Lo intenté allí y me quedé cerca de la mínima B. Eran 48.19 e hice 49.32. Luego lo intenté de nuevo en las semifinales y me quedé un poco más lejos de esa mínima, lo que me dio un poco de rabia. Pasaba el tiempo y de daba cuenta de que cada vez había menos oportunidades para intentar la mínima. Hubo una posibilidad de competir en Marrakech pero la prueba se canceló porque no estaban los médicos que hacen las pruebas. Se seguían cerrando oportunidades de lograr la mínima y empecé a ponerme nervioso. Trataba de no ponerme nervioso y seguía compitiendo. Fui a Salamanca y creo que hice 48.31, quedándome muy cerca de la mínima. Ese día acabé contento porque hacía mucho viento, el clima no ayudaba mucho y venía de una semana de mucha carga de trabajo.

P.- Entonces es cuando a mediados de junio lo intenta en la cita de París.

R.- En París intenté salir lo más relajado posible. Salí rápido y a lo que diera porque no tenía más oportunidades para lograr la mínima.

P.- Cuándo cruza la línea de meta ¿es consciente de que ha logrado la mínima?

R.- Estaba corriendo y antes de llegar estaba viendo y crono y pensando ‘tira un poco más, tira un poco más’. Llegué y pensé un problema menos. Ya puedo estar tranquilo y sin pensar en eso. Al cruzar la línea de meta sabía que había logrado la mínima A y B. Luego me enteré que había logrado el récord de Europa (47.03).

P.- Compite a comienzos de septiembre, el día 2 las ronda previa y el 3 la final. Llega con la segunda mejor marca del año. Está claro que el objetivo no es otro que luchar por el oro olímpico.

R.- Sí, está claro. Si voy es para intentar ganar. Si luego quedo primero, segundo ó tercero o lo que sea, me es igual. Siempre voy a salir a ganar y, si quedo primero, mejor. No te puedo decir mucho de los rivales porque es algo a lo que no le suelo prestar mucha atención. Sé que hay un corredor brasileño que tiene una marca de 46.91, no es una marca que me preocupe mucho porque no es un tiempo que esté lejos de la marca que logré en París, donde sentí que podía haber dado un poco más porque al cruzar la línea de meta sentí que no estaba muy cansado, no sé si por los cafés que me había tomado o por los nervios pero lo cierto que terminé muy fresco y sentí que podía haber dado un poco más. Otro rival es un corredor francés, Antoine Kouakou, que es el vigente campeón paralímpico en el 400 dentro de la categoría T20, y que tenía el récord de Europa. Me enfrenté a él en París e hizo un tiempo de 47.32.

P.- ¿Qué sintió cuando supo que iba a estar en los Juegos Paralímpicos. Competir en unos Juegos, paralímpicos o no, no está al alcance de todo el mundo?

R.- Está claro que va a ser muy especial. Nunca he tenido la posibilidad de estar en una competición de este tipo. Tuve la ocasión de estar en un Europeo y en unos Juegos Mediterráneos y no sé lo que voy a poder sentir porque son competiciones muy diferentes. Sé que va a ser algo muy especial. Cuando estuve en París ya tuve muy buenas sensaciones por el estadio y por la gente que te animaba a correr. En el estadio olímpico no me quiero no imaginar cómo será ese ambiente. Creo que va a ser impresionante.

P.- ¿Está nervioso?

R.- Los nervios es algo que ahora estoy llevando bien aunque no siempre ha sido así. Ahora, antes de una competición, tengo una personalidad un poco más pasota que me ayuda a sobrellevarlo. Así, por ejemplo, si compito a las cuatro estoy mirando el móvil y en la competición ya pensaré cuando tenga que competir. Hasta ese momento de comenzar a correr estoy tranquilo haciendo otras cosas, no me voy a complicar la vida

P.- ¿Qué le dicen los amigos y compañeros de entrenamiento?

R.- Me dicen que ‘tenemos un olímpico’. Me da un poco de vergüenza que me digan eso o que tenemos un récord de Europa porque, en el primer caso, todavía no lo soy y la sensación es de cierta vergüenza

P.- Si logra una medalla olímpica, ¿sabe cómo lo va a celebrar?

R.- Estoy pensando en ello y tengo una ligera idea. Si gano el oro lo celebraré con un buen vino. Llevo mucho tiempo sin beber.

P.- Para finalizar le pregunto, ¿qué parte de culpa tiene Enrique Márquez en todo lo que le está pasando?

R.- Yo diría que un 99% o un 100%. Hace mucho tiempo que dejó de ser un entrenador para convertirse en un padre. Me ha enseñado bastantes cosas y, sobre todo, inculcado una serie de valores. Te diría que es culpable al 100% de todo.

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