Atletismo
Abel Antón sigue 'bailando por sevillanas'
Este miércoles 28 de agosto se cumplen 25 años del oro del soriano en el maratón del Mundial de Sevilla. En 1997 ya había sido campeón del Mundo en Atenas
Abel Antón es eterno y este miércoles 28 de agosto está de celebración ya que se cumplen 25 años de su victoria en el maratón del Mundial de Sevilla, su segundo entorchado mundialista en la distancia de los 42 kilómetros ya que sólo dos años antes, en agosto de 1997, había ganado la medalla de oro en Atenas. Antón era el rey de la distancia en el ocaso del siglo pasado, una gesta que pasa por ser uno de los capítulos más notables del atletismo español.
El de Ojuel ya había ganado dos años antes en el estadio Panathinaikó de la capital griega parando el crono en 2:13:16, y haría lo propio en una carrera marcada por el calor y la humedad de Sevilla, deteniendo el reloj en esta ocasión en 2:13:36. La consecución del oro en Sevilla le valdría ese mismo año la concesión del Premio Nacional del Deporte Felipe de Borbón.
Antón llegaba a la cita hispalense en un momento de forma magnífico y con todos los focos sobre él por la consecución mencionada del oro en Atenas dos años antes. En aquella ocasión vivió uno de los duelos españoles más recordados del atletismo, peleando codo con codo con Martín Fiz hasta los últimos momentos de la carrera. Fiz quedó segundo con un tiempo de 2:13:21. El podio lo completaría en aquel día el australiano Steve Moneghetti.
El soriano demostró en Sevilla una adaptación magnífica a los 37 grados sevillanos y un 50% de humedad. El japonés Sato encabezó la prueba ese día hasta el kilómetro 37, cuando Abel Antón decidió lanzarse a darle caza. Se la dio, lo sobrepasó y consiguió entrar de forma solitaria en La Cartuja. Fue el primer maratoniano en repetir triunfo en un Mundial de Maratón. A día de hoy esa gesta está sólo al alcance de Antón, Jaouad Gharib (2003 y 2005) y Abel Kirui (2009 y 2011) en hombres y Edna Kiplagat en mujeres (2011 y 2013).
"Cuando corres en casa y ganas el Campeonato del Mundo en tu país es lo más grande que te puede ocurrir. Dos años antes había ganado en Atenas y no es lo mismo. Se valora más. El recuerdo es muy bonito", rememoraba hace unos años Antón en Runners World.
La prueba empezó a las 18.45 horas con casi 40ºC bajo el techo de La Cartuja. Las autoridades apagaron los termómetros de las calles de Hispalis para que los maratonianos no se obsesionaran con la temperatura. Antón salió tranquilo, cubrió los 5 primeros kilómetros en 17:15, el peor parcial de los seis españoles (Fiz, Roncero, Francisco Javier Cortés, Antoni Peña y Alejandro Gómez) y la media en 1:08.26, a más de un minuto del entonces líder. Tenía bien estudiados a sus rivales, Martín Fiz, que pronto falló por la hidratación, el sudafricano Gert Thys, los italianos Danilo Goffi y Vincenzo Massimo Modica, el único keniano, Simon Biwott, el portugués Luis Novo, y los japoneses, con cuatro por debajo de 2h10.
Para Antón la clave estuvo en su capacidad para la estrategia, según indicaba en Runners World. "Una cosa que siempre hago bien son las tácticas deportivas. Estoy pensando en ella en los días previos, pensando cómo tengo que correr, quiénes son mis rivales. En Sevilla corrí tácticamente perfecto. Sabía a quién tenía que seguir y si no había problemas me quedaba atrás para correr cómodamente. La carrera se controla yendo en el grupo de cabeza, hidratándote bien, cada dos kilómetros y medio. Estudiándola en cada momento. En la salida, con ese calor, pensé que la mitad de los rivales ya estaban fuera de carrera. Me automentalicé e hice una táctica para ganar", resumía.