Heraldo-Diario de Soria

Segunda Federación

El Numancia acumula cinco temporadas de zozobra

Tras la derrota en Yecla el Numancia cumplirá su tercera temporada en Segunda RFEF desde su descenso de Segunda División. Los rojillos acumulan cuatro cursos sin opción de volver al fútbol profesional

Varios jugadores del Numancia desconsolados a la finalización del encuentro en Yecla.

Varios jugadores del Numancia desconsolados a la finalización del encuentro en Yecla.ÁREA 11

Publicado por
Jon Ander Uriarte
Soria

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El 2 de junio de 2024, como ya ocurriera con el 5 de mayo de 2024, pasará a la historia colectiva de los aficionados del C.D. Numancia como una de los días más oscuros en la trayectoria del club. Una fecha que será recordada como el día en el que el club rojillo no lograba el ansiado ascenso de Primera Federación tras perder por 2-1 ante el Yeclano Deportivo. Un resultado que provoca no pocas incertidumbres tanto en los aficionados como en el club soriano, una entidad que acumula no pocas zozobras desde la temporada 19-20 en la que perdió su condición de equipo de fútbol profesional. Por segunda temporada consecutiva, la tercera en las últimas cuatro temporadas, el club soriano militará en la cuarta categoría del fútbol español.

El Numancia quemó en Yecla la última bala por regresar a Primera Federación. El Yeclano Deportivo, por su mejor posición en fase regular, daba el salto de categoría tras el empate a tres en el global de la eliminatoria. De nuevo, como ya ocurriera ante el Badajoz, los rojillos pinchaban en hueso en un encuentro en el que dependían de ellos mismos para ascender. Sobre el césped de La Constitución, en un partido a cara o cruz, el equipo de Javi Moreno se quedaba con la cruz. En esta caso ni tan siquiera la fortuna se aliaba con los rojillos en los dos últimas ocasiones del encuentro, dos oportunidades claras que suelen acabar en gol un porcentaje muy alto pero que no terminaron de perforar la portería local cuando la prórroga ya agonizaba. Así de delgada es la línea entre el fracaso y el éxito deportivo.

La tragedia deportiva de lo ocurrido ante el Yeclano se suma a las que la entidad rojilla ha vivido en los últimas cinco temporadas, entre ellas la vivida en el curso 19-20, con nueva directiva al frente de las decisiones a tomar por la entidad. En junio de 2020 el equipo dirigido por Luis Carrión descendía a 2ªB en una temporada marcada por el coronavirus. El equipo comenzaba bien la temporada hasta el punto de estar peleando en la zona alta hasta navidades. A partir de enero los resultados dejaron de acompañar al equipo hasta el punto de perder la categoría tras 23 temporadas seguidas en el fútbol profesional pese a ganar al Tenerife en una última jornada en la que el equipo no dependía ya de él mismo.

Después de 23 temporadas en el fútbol profesional, el Numancia regresaba a la categoría de bronce del fútbol español, Segunda B, y lo hacía con el objetivo de regresar de nuevo y por la vía rápida a la LFP. Fue una segunda temporada de zozobra. Para ese regreso se fichaba a un técnico con experiencia como Mánix Mandiola, un entrenador que acumulaba varias promociones de ascenso al fútbol profesional. La apuesta por el entrenador vasco terminó siendo un desastre y, tras un decepcionante encuentro ante el Marino de Luanco era destituido a mediados de enero. El actual director deportivo rojillo, Álex Huerta, se hacía con las riendas del equipo pero no lograba evitar el descenso de categoría. El segundo descenso consecutivo en dos año para mayor desasosiego de la afición.

Esa categoría, dada la reestructuración de las competiciones, fue la Segunda Federación, la cuarta categoría del fútbol español, la misma en la que el club ha militado esta temporada. De las cinco temporadas de zozobra que ha vivido el club desde el descenso del fútbol profesional, el curso 21-22 fue el menos malo, la más digna de la etapa reciente. Eso sí, en la cuarta categoría del fútbol español. Fue el menos malo porque el objetivo no fue era otro que regresar a la recién creada Primera Federación. Para ello se contrató para el banquillo a Diego Martínez, técnico riojano que la temporada anterior había clasificado al Calahorra para el play off de ascenso a Segunda. El equipo no tienen un buen inicio de temporada pero cuaja una gran segunda vuelta y logra el ascenso a Primera Federación en la penúltima jornada liguera.

La temporada pasada, 22-23, el equipo estaba en Primera Federación y se preparaba para su regreso al fútbol profesional. Para ello se dio continuidad a Diego Martínez en el banquillo, una continuidad que no daba resultado. El equipo no tuvo un buen comienzo al sumar dos derrotas seguidas en el debut liguero si bien, poco a poco, parece que empieza a enderezar el rumbo. No obstante, el técnico era destituido tras la derrota ante el Atlético Baleares. Su sustituto fue Iñaki Bea cuyo comienzo prometedor termina no termina de cuajar, siendo cesado tomando el relevo Pablo Ayuso, segundo de Diego Martínez en la 21-22. El técnico canterano evitaba la salvación del equipo quien caía de nuevo a la Segunda Federación de la que no ha logrado salir este curso.

La ilusión en la presenta campaña se centraba en el regreso de un histórico de la entidad como Javi Moreno, técnico que llevaba al equipo con vida hasta el último encuentro de la promoción. Una promoción en la que salía cruz ahondando aún más en la zozobra que la entidad vive en las últimas temporadas.

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