Heraldo-Diario de Soria

Fútbol / Segunda Federación

El Numancia gana al Pontevedra desde la defensa y es líder con pleno de puntos (2-0)

Lección táctica de Aitor Calle para maniatar a un rival que acabó desquiciado. Dieste y Seguín anotaron los goles en la primera parte. Tras el descanso apenas pasó nada en las áreas

Los jugadores del Numancia celebran el primer gol ante el Pontevedra logrado por Dieste.

Los jugadores del Numancia celebran el primer gol ante el Pontevedra logrado por Dieste.Mario Tejedor

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El C.D. Numancia gana al Pontevedra desde la defensa en un partido en el que maniató al rival al principio y al que acabó desquiciando al final. Tres puntos gracias a los goles de Dieste y Seguín en la primera parte para hacer pleno en estas tres primeras jornadas que meten al equipo en lo más alto de la clasificación. Unos primeros 45 minutos para enseñar en cualquier escuela de fútbol de cómo se debe defender y una segunda parte en la que pasaron muy pocas cosas, que era el objetivo de los numantinos desde que se llegó al descanso. Una lección de Aitor Calle y un claro ejemplo de lo que quiere de este Numancia.

David Sanz, que en la primera jornada fue titular, fue la única novedad en el once del Numancia para recibir al Pontevedra. El canterano regresaba a la titularidad para formar pareja en el pivote del centro del campo con Moustapha, pieza fija en los esquemas de Aitor Calle. El resto del equipo numantino fue el que ganaba hace una semana al Coruxo. Kuda se mantiene en la portería; con una línea defensiva de cuatro efectivos en la que formaron Gexan, De Frutos, Royo y Bonilla; los mencionados David Sanz y Moustapha estuvieron en la sala de máquinas, con Sanchidrián y Seguín en las bandas; Ribeiro fue el mediapunta y Dieste actuó en el vértice del ataque.

El Numancia desactivó al Pontevedra en una primera parte en la que los planes de Aitor Calle salieron a la perfección. Se supo secar el juego creativo de los gallegos, en concreto se frenaba a Novo, Yelko Novo y Dalisson, y a partir de ahí la verticalidad y también el balón parado allanaron el camino de la victoria. Fueron unos primeros 45 minutos muy tácticos en los que el trabajo defensivo de los rojillos tuvo su premio maniatando a los futbolistas más ‘jugones’ del rival. La mano del entrenador se dejaba notar con Gexan, David Sanz y Moustapha como líneas secantes de la calidad visitante.

Nada más comenzar a rodar el balón se vio a un Pontevedra muy peligroso en ataque por la movilidad de sus hombres, aunque también es cierto que las sensaciones atrás no eran demasiado buenas cuando el Numancia apretaba en ataque. No se había cumplido el cuarto de hora de partido cuando a la salida de un córner Dieste hacía el 1-0 al rematar a placer un envío de Bonilla. El Pontevedra confirmaba que en el balón parado tiene su talón de Aquiles. A los sorianos se les ponía todo de cara mientras el rival empezaba a entrar en un mar de dudas.

El Pontevedra quería, pero no podía ante un Numancia muy serio en el trabajo de contención que empezaba a desquiciar al rival. Novo no podía con Gexan y se iba a la otra banda mientras que David Sanz y Moustapha se ‘comían’ a Yelko Pino y a Dalisson. A partir de ahí, el cuadro pontevedrés no carburaba en Los Pajaritos y en contadas ocasiones inquietaba el portal de Kuda. Sólo un remate de Garay a cinco minutos del descanso llevó cierto peligro hacia el marco local.

El Numancia seguía a lo suyo, a salir con rapidez cuando robaba para castigar a un adversario que definitivamente estaba desquiciado. En una de esas salidas rápidas y verticales Seguín hacía el 2-0 tras una gran acción de Sanchidrián que era culminada por el vasco con una picadita a la salida del portero. Los planes salían a la perfección a la espera de una segunda parte que seguiría siendo una partida de ajedrez.

Y la partida se jugó al ritmo que quería el Numancia en unos segundos 45 minutos en los que apenas pasaron cosas reseñables en el área de los sorianos. Dos disparos de Chiqui, un cabezazo de Garay que detenía Kuda y un chut demasiado cruzado de Charly fue el balance de la segunda parte en la que los de Calle supieron darle una marcha menos al juego. El Pontevedra fue un querer y no poder y sólo la magia de Iago Novo aportó criterio al juego de un equipo gallego que nunca supo cómo hincarle el diente al Numancia.

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