ENTREVISTA
Laura Rozalén: "Me gustan las historias de época y las de amor me apasionan"
La actriz que interpreta a Elvira Valverde en la serie 'Acacias, 38', de TVE-1, confiesa que "a veces" tiene que "mirar el significado de las palabras" de los guiones
Laura Rozalén se ha estrenado como actriz con el papel de Elvira Valverde, la hija del circunspecto coronel Valverde de la serie de TVE-1 ‘Acacias, 38’ (de lunes a viernes, a las 16.25 horas). Aquí cuenta sus primeras experiencias en el mundo de la interpretación y sus sensaciones al pisar un plató tan importante como el de esta ficción de sobremesa.
¿Cómo afronta su primer papel importante en una serie? La verdad es que con muchísimas ganas. Es un personaje supervivo que tiene muchísima fuerza. Hace lo que se le pasa por la cabeza en ese momento. Es muy divertido hacerlo. Disfruto mucho.
¿Tiene algo de usted? Mucho. Yo soy también una persona muy viva que estoy todo el día riendo. Lucho mucho por lo que pienso que se debe hacer y por defender los derechos de cada uno. Elvira es así también. Es una niña caprichosa porque para conseguir su fines prueba de todas las maneras posibles. Pero tiene muy buen corazón.
¿Cómo fue el 'casting' por el que tuvo que pasar? Me lo preparé muy bien porque me hacía mucha ilusión y era muy importante para mi. Llegué al 'casting' e hice la prueba muy rápido. Llamé a mi representante y le dije que no estaba contenta. En una semana me dijeron que les había gustado mucho, pero que había que esperar. A las dos semanas me dijeron que el papel era mío.
¿Cómo se lo preparó? Me cogí a un 'coach'.
¿Era seguidora de la serie? La veía de vez en cuando porque el año pasado estaba terminando la carrera y tenía clase. Estudié publicidad y relaciones públicas. Cuando tenía tiempo la veía y cuando hice el 'casting' me empapé de capítulos. Quería ver cómo era la forma de hablar y de moverse.
¿Qué es lo que le llamaba más la atención como espectadora? Me gusta mucho lo de que pasen varias historias paralelas a la vez porque si no, me aburro. Además, me parece increíble todo el tema de los vestidos, los peinados… Me encanta todo lo que es de época. Me gustan un montón las películas de época. Y encima las historias de amor me apasionan. Y aquí hay bastantes.
¿Resulta más difícil interpretar a un personaje de época que a otro actual? Sí. Tiene su dificultad, pero también disfrutas mucho porque dices palabras, refranes y utilizas una forma de hablar que nunca utilizarías. Eso es interesante porque aprendes muchísimo. Pero es también difícil porque hay veces que estoy estudiando el guion y me tengo que mirar los significados de las palabras y las frases porque no tengo ni idea. A veces estoy hablando con alguien de usted y de repente le llamo de tú.
Dicen que este tipo de series diarios son una magnífica escuela para actores jóvenes… Desde luego. Esta es una de las primeras cosas que hago. Hice solo un episódico en ‘Isabel’ y estoy aprendiendo una barbaridad. Con compañeros como Jordi Coll y Manu Regueiro, que tienen más trayectoria, se aprende mucho. Y el equipo técnico también te ayuda mucho.
¿Cómo lo pasó en 'Isabel'? Fue un papel muy cortito. Estaba viviendo en Valencia y hacía solo publicidades. Conocí un amigo en Madrid que me dijo que estaban buscando un personaje que tenía que hablar. Me pidió que me grabase yo una prueba para que lo viese el director. Y le gustó. Me alegré un montón. Me pusieron un vestido precioso y un pelo largo con una corona. Era la dama de Juana la Loca, que le decía a Felipe el Hermoso que su esposa había tenido una niña y estaba bien.
¿Ha estudiado arte dramático? Si. Desde los 15 años estudié en Valencia. Luego he seguido estudiando en Madrid. Y he hecho cursos con Cristina Rota. Lo he compaginado con los estudios porque mis padres querían que hiciera las dos cosas.
¿No resulta difícil meterse de golpe en una serie diaria tan extenuante? Me metí con tantas ganas que no me he enterado. Estuvimos un mes entero con una 'coach' que nos ayudó a preparar el personaje. Luego ya es acostumbrarse. Como empiezas ya con un ritmo fuerte, te resulta más llevadero.