PROTEGER SU IMAGEN
Meryl Streep, marca registrada
La actriz quiere evitar que se pueda aprovechar su nombre para hacer negocio
Meryl Streep, en el 'set' de rodaje de 'Los archivos del Pentágono' junto al director Steven Spielberg (Izquierda) y al actor Tom Hanks-/NIKO TAVERNISE
Meryl Streep, de 68 años, es una de las actrices más reconocidas de su generación. Tras más de 40 años de carrera en el mundo del cine ahora ha decidido solicitar el registro de su nombre como marca. De esta manera, quiere evitar que nadie se pueda aprovechar de su popularidad.
A través de este registro, la artista se asegura que no haya ningún producto -de entretenimiento, alimentación, moda...- que tenga como gancho el nombre Meryl Streep. Además, también impide que haya cualquier persona que pueda firmar autógrafos con esta 'nueva marca' y, también, que aparezcan páginas web.
Solo le ha costado 275 dólares
Uno de los aspectos más sorprendentes del registro es que la actriz solo ha tenido que pagar 275 dólares (poco más de 220 euros) para que su nombre se convierta en una marca registrada. Además, no deja de ser curioso que la actriz haya tomado esta decisión tras tantos años de carrera.
Su éxito en el sector está completamente contrastado. De hecho, es la actriz que más veces ha sido nominada para un Oscar (21 en total). A lo largo de su carrera ha ganado tres estatuillas y en este momento se encuentra en plena carrera para conseguir un cuarto premio, por su actuación en Los archivos del pentágono.
La intérprete también ha sido premiada con tres Emmy y seis Globos de Oro. En los últimos meses, sin embargo, su imagen ha quedado dañada por el alud de abusos sexuales que se han denunciado en Hollywood. Concretamente, por su estrecha amistad con el productor Harvey Weinstein, un ya reconocido depredador sexual. Streep llegó a conrirmar que conocía algunos de estos casos de agresión sexual. Su silencio, durante años, le ha costado críticas e incluso campañas en su contra.
No es la primera que registra su nombre
Streep no es la primera famosa que decide registrar su nombre, sino que muchos otros han tomado esta decisión antes que ella. Y también por los mismos motivos: proteger sus nombres y poder sacar un beneficio con productos que lo lleven. Es el caso de la cantante Taylor Swift, que tiene registrado su nombre para más de 60 usos distintos en la último década. Incluso ha llegado a registrar algunas frases míticas de sus canciones.