HISTORIAS DE SUPERACIÓN
La inspiradora historia de Carlos Machado, el boxeador sin un brazo que noquea rivales
Tiene 23 años y se ha convertido en un ejemplo e inspiración para muchos jóvenes deportistas en Argentina
Las historias de gloria que se han escrito sobre un ring de box o cualquier otro escenario de competiciones van más allá de cómo se logró derrotar a los rivales. A veces hay que mirar atrás, muy atrás, para darnos cuenta de que hay otra clase de campeones que, estando en desventaja, se ganaron el respeto y la admiración por noquear los obstáculos que la vida les puso y que parecían imposibles de vencer.
Y Carlos Machado es uno de ellos.
Vive en Argentina y tiene 23 años ¿y qué lo hace tan especial? Con un solo brazo (el derecho), es un talentoso y notable luchador de Muay Tai. Pero no eso, también motiva e inspira a todos a su alrededor.
LUCHÓ CONTRA EL CÁNCER
Se podría que su coraje se forjó cuando tenía tres años edad al enfrentar el temible cáncer. Le habían detectado un tumor maligno debajo del hombro derecho que los médicos trataron de eliminar sin éxito.
"Estaba justo abajo del hombro, en la clavícula. El bulto salía abajo de la axila. Yo era muy chico y me acuerdo poco y nada de cuando tenía el brazo", le contó a Clarín dentro del ring de entrenamiento de la academia Argentina Marcial Escuela (AME), en el Club San Jorge de Parque Saavedra.
Charly, sobrenombre que utiliza casi siempre y que forma parte de su identidad, practica kickboxing desde los 15 años.
Este año y poco a poco empezó a mejorar su técnica: incorporó los codos, las rodillas y otras partes del cuerpo necesarias para volcarse al muay thai.
Sobre el ring, Charly presume de números de campeonato: invicto con siete triunfos en siete combates.
El diario que lo entrevistó señala que recientemente ganó tres peleas en un día. El resultado fue la clasificación para el XXIX Campeonato Sudamericano en Ecuador, que se realizará el 21 y 22 de septiembre.
Ahora debe bregar con las necesidades que los deportistas sin auspiciadores afrontan a diario. Y es que tanto él como su equipo necesitan dinero para solventar los gastos que demandará el viaje a Ecuador.
Junto a sus profesores y compañeros están recolectando dinero a través de diversas actividades: asados, rifas y entrenamientos solidarios suelen ser sus fuentes de ingresos.
Lo que le sobra es talento
Al ser consultado sobre la desventaja física, Machado simplifica su respuesta. Sin drama ni lágrimas: entreno el doble de lo que entrenaría un competidor normal. "Muchos me dicen que soy un ejemplo. La verdad que me halagan", señala.
Su instructor de AME, Guillermo Ranieri sí lo llenó de elogios. "Es un ejemplo para todos los chicos, incentiva al grupo. Nos hace emocionar mucho".