PERSONAJES ÚNICOS / JESÚS DEL ÁLAMO
El oxígeno de la tecnología
El soriano Jesús Del Álamo desarrolla, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EEUU), una nueva generación de microelectrónica que permitirá fabricar aparatos electrónicos más pequeños, más potentes y más baratos
La vida sería impensable ahora sin un teléfono móvil o sin un ordenador. Pero los usuarios no se conforman con cualquier aparato y buscan aquellos que les permitan tener más capacidad para manipular un mayor volumen de datos y obtener una mejor definición para las imágenes, entre otras cuestiones, pero además el tamaño importa y se valora que sean pequeños. Todo vale para ser más rápidos y eficientes en la sociedad tecnológica del siglo XXI. Si a ello se suma la posibilidad de comprarlos a precios asequibles el resultado es el sueño de cualquier compañía de telecomunicaciones para dar respuesta a las demandas del mercado y también para sorprender a los clientes con novedades.
La clave se encuentra en el desarrollo de la microelectrónica que se ha convertido en el oxígeno de la tecnología de la sociedad actual. Con esta concisión describe las posibilidades del sector el investigador soriano, Jesús del Álamo, que trabaja desde hace años en el campo de dispositivos semiconductores de uso para la microelectrónica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT EE.UU), donde dirige el laboratorio de Tecnología de Microsistemas desde 2013. Concretamente desarrolla una línea de investigación para obtener transistores elaborados con materiales alternativos al silicio, como son el indio, el galio y el arsénico que abren la posibilidad de fabricar aparatos electrónicos cada vez más pequeños, más potentes y que mejorarán sus prestaciones.
El transistor es un dispositivo electrónico semiconductor, colocado en el interior de los aparatos, que sirve para entregar una señal de salida en respuesta a una señal de entrada. Se encuentra prácticamente en todos los dispositivos electrónicos de uso diario como radios, televisores, reproductores de audio y video, relojes de cuarzo, ordenadores y teléfonos móviles.
«La microelectrónica es en la actualidad la base de nuestra sociedad de la información, está por todas partes», detalla Del Álamo. Cualquier móvil de los que se utilizan a diario tiene billones de transistores empacados, pero esta tecnología también se ha convertido en un pilar fundamental para la medicina moderna, la enseñanza y los transportes.
Las aportaciones de Jesús del Álamo, doctor en ingeniería eléctrica, a la ciencia y a la tecnología, han sido tan significativas que la Universidad Politécnica de Madrid le otorgó hace unos meses el título de doctor honoris causa. En esta universidad madrileña se formó como ingeniero de telecomunicaciones y en 1980 inició su carrera investigadora en el Instituto de Energía Solar de la universidad, dentro del campo de la célula solar. Se doctoró en la Universidad de Standorf (EEUU) donde trabajó en el grupo de investigación de Richard Swanson, dentro del campo de las células solares, cuyas aportaciones lo convirtieron en un referente mundial. Precisamente en Estados Unidos cambió su interés como investigador y se decidió por la microelectrónica, sobre la que ha formado su carrera que le llevó dos años a Japón, donde trabajó en los laboratorios de investigación de la compañía telefónica japonesa. En 1988 se incorporó al Instituto Tecnológico de Massachusetts donde simultánea su carrera de investigador con la actividad docente, un «complemento ideal», asegura Del Álamo.
El programa de investigación que desarrolla en la actualidad se centra en demostrar las destacadas propiedades que tienen el indio, el galio y el arsénico (componentes químicos) como semiconductores en el campo de la microelectrónica. «Son muy interesantes para conseguir aparatos con mayor velocidad y frecuencias más altas que nos permiten progresar en este campo», explica el experto soriano quien subraya que este sector se encuentra en constante evolución. Para Del Álamo en la actualidad se necesitan tecnologías nuevas que faciliten el avance en la capacidad para procesar la información, a la vez que reconoce que «cada vez resulta más difícil progresar en este campo, porque se puede llegar un momento en el que el desarrollo de una nueva generación microelectrónica puede ser tan costosa que no merezca la pena, pero eso lo decidirán las compañías fabricantes de chips». Por ese motivo, su equipo en Massachusetts se esfuerza por crear sistemas más complejos, más rápidos y que consuman menos a un precio menor. En definitiva que «sean más listos», significa Del Álamo. Además, por otra parte, la fabricación de aparatos eficientes desde el punto de vista energético se ha convertido en una prioridad para la sociedad, porque los consumos elevados «son un problema», asegura.
De momento, esta línea de trabajo sigue abierta y con posibilidades de futuro gracias a los nuevos compuestos químicos con los que ensayan en su laboratorio y que han comenzado a ser utilizados en la fabricación de transistores de alta frecuencia, instalados en teléfonos móviles para favorecer la transmisión de datos, a través de wifi y bluetooth, pero también para conexiones inalámbricas de telefonía. «Se ha comprobado que tienen propiedades idóneas para las comunicaciones y es un campo en el que ya se han introducido muy bien y seguro van a continuar», explica Del Álamo, quien confía en que se utilicen a corto plazo en otro tipo de aparatos que procesen información, como son los ordenadores.
«La demanda social es insaciable», en este campo dice Del Álamo, lo que supone un importante reto para investigadores de su talla. Eligió la microelectrónica porque es un área que le apasiona, pero su carrera la tuvo que hacer en Estados Unidos porque España no cuenta con una industria local de fabricantes de semiconductores para microelectrónica que está muy concentrada en Estados Unidos, Corea, Taiwan y Japón.
Defiende el alto nivel de investigación que ha alcanzado España en otros campos que han introducido al país en Europa y asegura que «se están haciendo trabajos fantásticos de un gran nivel mundial en diferentes campos».