Heraldo-Diario de Soria

VALLADOLID

Videojuegos al rescate de la vista y el cerebro

Investigadores de la UEMC crean tecnología basada en la realidad virtual para el diagnóstico y tratamiento del ictus.

Azael Herrero, Jaime Finat, Begoña Coco y Carlos Baladrón en la UEMC.-EL MUNDO

Azael Herrero, Jaime Finat, Begoña Coco y Carlos Baladrón en la UEMC.-EL MUNDO

Publicado por
E. Lera
Soria

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Tienen el cuerpo cosido por los puñales que la vida les ha dado. Heridas abiertas que, aunque han cicatrizado, siguen canalizando dolor, mucho dolor. Una de ellas les llegó por sorpresa, cuando tras 24 horas de incertidumbre desde que el pequeño Pablo convulsionó por primera vez, en el hospital le escupieron las temidas cinco palabras: «Su hijo ha sufrido un ictus».

Era puro nervio, energía y ganas de vivir. Quería bailar, jugar y disfrutar, pero ese episodio paralizó sus planes. A los ojos de los especialistas, el pequeño sufría una hemiparesia evidente. El siguiente paso era rehabilitación y más rehabilitación para que algún día Pablo pudiera tirar a puerta y abandonar la lista negra. Y es que esta enfermedad es la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en los varones, según datos de la Sociedad Española de Neurología. En Europa mueren 650.000 anualmente por esta causa y, de ellos, 40.000 son españoles. Al año se detectan unos 120.000 casos nuevos. De hecho, cada seis minutos se produce un ictus en España.

Una enfermedad que cambia la vida y que necesita un diagnóstico y tratamiento a la altura de sus circunstancias. Por ello, las nuevas tecnologías se alían con la salud para buscar una solución que ayude a vencer a esta patología, cuyos síntomas son la pérdida de fuerza, debilidad en la cara, brazo y pierna de un lado del cuerpo, visión doble, sensación de vértigo, alteración repentina del habla y dolor de cabeza súbito.

El grupo de investigación en Discapacidad Física y Sensorial de la Universidad Europa Miguel de Cervantes (UEMC), en colaboración con Aspaym Castilla y León y la empresa Rapture Games, desarrolla una tecnología basada en la realidad virtual para el diagnóstico y tratamiento de pacientes con pérdida parcial del campo visual debido a esta dolencia cerebrovascular. Estos son identificados por los especialistas del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, pilotados por el neurólogo Juan Francisco Arenillas, que se encargan de realizar una primera atención.

«Son unas gafas de visión 3D –las llamadas Oculus Rift–, a las que introducimos unas cámaras infrarrojas que son capaces de seguir la mirada del usuario en tiempo real. Estas cámaras captan la posición de la pupila para determinar la dirección de la mirada, mientras el paciente se encuentra inmerso en un videojuego», explica el ingeniero de telecomunicaciones Carlos Baladrón. «La idea es poder utilizarlas en terapias y pruebas diagnósticas que permitan distinguir qué parte del campo visual se encuentra dañada», añade.

Su meta es crear un entorno de realidad virtual en el cual, el paciente, a través de los videojuegos, pueda entrenar las regiones del campo visual afectadas por el ictus. Al mismo tiempo, la aplicación irá almacenando esta información y se la ofrecerá a los especialistas que dirijan las sesiones. «Sabremos a qué punto está mirando y qué estímulos podemos poner en el escenario para llevar a cabo la terapia».

En este sentido, la investigadora Begoña Coco manifiesta que el primer paso fue desmontar este modelo comercial para estudiar las partes que debían ser modificadas para la incorporación de las cámaras. A continuación se realizó un escaneo de la pieza detectada mediante un láser de brazo, para la toma de medidas con una precisión de décimas de milímetro. Posteriormente, se generó un modelo simplificado a partir de dicha radiografía y se realizó una impresión en tres dimensiones de la pieza.

Ahora mismo, tienen el prototipo; es decir, la prueba de concepto y la modificación del software y lo que les queda por hacer es transformar la idea en producto y eso implica, entre otras acciones, desarrollar escenarios. Además, tienen previsto realizar un estudio con pacientes reales para comprobar el grado de aceptación, facilidad de uso, precisión y mejora de las personas sensibles a ser tratadas con esta tecnología.

Tanto Baladrón como Coco coinciden en señalar que se trata de un dispositivo low cost que las personas van a poder adquirir para poder utilizarlo en sus domicilios. Y es que esta invención se va a poder personalizar dependiendo del daño que tenga cada paciente. «Su principal ventaja es el uso directo en el diagnóstico y rehabilitación del campo visual», remarcan. Este modelo tridimensional puede ser el primer contacto para recuperar las capacidades de orientación sesgadas por la enfermedad.

Esta «innovadora» tecnología tiene ventajas para el paciente y el terapeuta. «Es un juego serio que tiene efectos positivos en la rehabilitación», apunta Carlos Baladrón. Por otro lado, el especialista tiene un control sobre el entorno y los estímulos que va a proponer en ese entorno visual que se encuentra el usuario.

La idea surge, cuenta Begoña Coco, de la necesidad de los pacientes de rehabilitar su visión tras sufrir un ictus. Partiendo de trabajos previos, este equipo de la UEMC decidió dar un paso hacia adelante y diseñar un prototipo que permitiese hacer estas cuestiones utilizando este modelo comercial de gafas de visión, e implantando los motores de videojuego que posibilitan rehabilitar a estos pacientes utilizando la realidad virtual.

«Todavía queda mucho trabajo por hacer, pero estamos ilusionados», destacan. De momento, han logrado colarse como una de las tres mejores ideas empresariales en el certamen ‘Iniciativa Campus Emprendedor’ y captar la atención de un grupo de investigación de ópticos de la Universidad de York, con los que colaboran para hacer este sueño realidad. Además, cuentan con el apoyo de la Universidad de Harvard.

De cara al futuro, quieren llevar esta idea a un mayor nivel e incorporar la evaluación y el tratamiento a otras patologías como la enfermedad de Alzheimer o Parkinson. De momento, se centrarán en este sistema de bajo coste, que esperan que pueda ser adquirido por el mayor número de usuarios. El plazo que barajan es que esté listo en seis meses.

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